De acuerdo con un reporte de CB Insights, en el segundo trimestre de 2021, Latinoamérica recibió 7,200 millones de dólares (mdd) en inversión de Venture Capital. Esa cifra es mayor a lo que se recibió por el mismo rubro en cualquier año. La cantidad demuestra dos cosas: el gran momento que está viviendo la industria de Venture Capital y el apetito por Latinoamérica.
Los 7,200 mdd que se invirtieron entre abril y junio de este año se hicieron en 194 compañías; 68% de estas están en una etapa temprana. Entre ellas, brilla C6 Bank, Nubank, Bitso, Kavak, Clip, Ebanx, Quinto Andar, Konfío y Merama.
Destacan también las compañías de fintech en el boom en Latinoamérica; sin embargo, es innegable el liderazgo que llevan Brasil y México. Estos países acapararon el 82% de los recursos otorgados por los fondos de Venture Capital en la región.
Para México, el 52% del dinero que recibió el pasado trimestre, se invirtió en compañías en etapa temprana. La mayoría viene de fondos internacionales y de una industria de venture capital local que se ha fortalecido gracias al éxito de sus inversiones; principalmente compañías que están transformando el e-commerce y los servicios financieros
¿Cómo mantener esta tendencia en el emprendimiento en Latinoamérica?
Creando marcos regulatorios que faciliten el impulso de compañías y no que las sofoquen. También es importante entablar mesas de conversación con las industrias más prometedoras y que están capturando mayor inversión. Con esto se pueden encontrar puntos de acuerdo; mantener las mejores condiciones para los usuarios; tributar de manera correcta, y al mismo tiempo, seguir construyendo modelos de negocio rentables.
Otro factor esencial es fomentar fondos locales a través de la flexibilización en las reglas para los Fondos de Pensiones. De esta manera se puede dirigir más capital institucional a los fondos de Venture Capital; estos son la gasolina para que el emprendimiento lleve a Latinoamérica al primer mundo.
Además, se debe fortalecer a las universidades, públicas y privadas. De esta manera habría una articulación mayor de talento técnico y de negocios, con currículums que vayan acorde a lo que necesita el mercado.
Asimismo, impulsar la inclusión digital —clave para que los negocios de base tecnológica puedan seguir creciendo– ayudará a que nuevos modelos lleguen de manera económica y sencilla a sus mercados.
Por último, para continuar la tendencia, debemos trabajar de la mano para que los gobiernos entiendan, regulen y promuevan la creación de compañías de base tecnológica; estas que actualmente están poniendo en un lugar muy alto a Latinoamérica.


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