• Los líderes del Banco Mundial, incluida la entonces directora Kristalina Georgieva, aplicaron "presión indebida" sobre el personal.
  • Esto fue para impulsar la clasificación de China en el "Doing Business 2018", según una investigación independiente publicada el jueves.
  • A raíz de la investigación, el Banco Mundial dijo el jueves que cancelaría la serie de informes que se ha publicado desde 2003.

Economistas de fondos de inversión expresaron su consternación el viernes, después de saber que dirigentes del Banco Mundial ejercieron presión para mejorar la clasificación de China en su informe «Doing Business 2018», según una investigación publicada este jueves.

Los líderes del Banco Mundial, incluida la entonces directora general Kristalina Georgieva, aplicaron «presión indebida» sobre el personal. Esto fue para impulsar la clasificación de China en el ya mencionado informe del banco, según una investigación independiente publicada el jueves.

En ese momento, el banco multilateral con sede en Washington buscaba el apoyo de China para una gran ampliación de capital.

«Doing Business» evalúa los entornos regulatorios, la facilidad para iniciar negocios, la infraestructura y otras medidas del clima empresarial.

La investigación fue elaborada por el bufete de abogados WilmerHale a pedido del comité de ética del banco. En este se plantean dudas sobre el criterio de Georgieva —ahora directora del Fondo Monetario Internacional(FMI)— y el expresidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.

A raíz de esto el multinacional decidió cancelar su informe «Doing Business» sobre clima de inversión en los países. Dijo que auditorías internas y la investigación de WilmerHale habían planteado «cuestiones éticas; incluida la conducta de exfuncionarios de la Junta Directiva, así como del personal actual y/o anterior del Banco».

Esto fue lo que reveló el informe

WilmerHale dijo que fue contratado en enero por el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo —una de las instituciones que integran el Banco Mundial— para revisar las circunstancias internas que llevaron a las irregularidades en los datos. Agregó que el banco apoyó la investigación, pero que era totalmente independiente.

El informe citó la «presión directa e indirecta» del personal de alto rango en la oficina de Kim para cambiar la metodología del reporte para mejorar el puntaje de China. Y dijo que probablemente ocurrió bajo su dirección.

También afirmó que Georgieva y un asesor clave, Simeon Djankov, presionaron al personal para «hacer cambios específicos en los puntos de datos de China». Y que con ello mejoraron su ranking en un momento en que el banco buscaba el apoyo de Pekín para un gran aumento de capital.

Según WilmerHale, la clasificación de China subió siete puestos hasta el 78. Después de que se realizaron los cambios en la metodología de los datos, comparado con el borrador inicial.

Además, citó irregularidades en los datos utilizados para determinar las clasificaciones de Arabia Saudita y Azerbaiyán en el reporte «Doing Business 2020», publicado en 2019. Pero no encontró evidencia de que algún miembro del banco estuviera involucrado en estos cambios.

Finalmente, afirmó que la «cultura tóxica» y el «miedo a las represalias» rodean el reporte Doing Business. Agregó que los miembros de ese equipo «sentían que no podían desafiar una orden del presidente o del CEO del Banco sin arriesgar sus trabajos».

El FMI ya está revisando la situación

Por su parte, Georgieva dijo que estaba «profundamente en desacuerdo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación». Afirmó que ya había informado al directorio ejecutivo del FMI y que la junta ejecutiva ya estaba revisando el informe.

«El directorio del FMI está revisando este asunto», dijo a Reuters el portavoz del FMI, Gerry Rice. «Como parte del procedimiento regular en tales asuntos, el comité de ética informará a la junta», agregó.

Georgieva abordó el tema al inicio de una reunión programada previamente con el personal del FMI el viernes, según tres personas que asistieron al evento virtual.

La exdirectora del Banco Mundial aseguró que valora mucho los datos y el análisis y no presiona al personal para que cambie los datos; como lo encontró el informe, según una transcripción proporcionada a Reuters.

«Permítanme explicárselo de manera muy simple. No es verdad. Ni en este caso, ni antes ni después, presioné al personal para que manipule los datos», dijo al personal del FMI, según la transcripción.

Georgieva ha encabezado el FMI desde 2019, en una gestión en la que el organismo ha reforzado su rol como prestamista global. Ha distribuido alrededor de 650,000 millones de dólares en nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG); como parte de una campaña para ayudar a combatir el daño económico infligido por el Covid-19.

Algunos de los 190 países miembros del FMI —que financian sus préstamos y otros proyectos para aliviar la pobreza y reforzar la estabilidad financiera mundial— dijeron que también están revisando el informe de ética.

El Banco Mundial canceló la emisión del «Doing Business»

A raíz de la investigación, el Banco Mundial dijo el jueves que cancelaría la serie de informes que se ha publicado desde 2003. Esto consternó a los inversores que dependen de él para ayudarlos a evaluar el riesgo país.

Los economistas consultados dijeron que la interrupción de los informes «Doing Business», podría complicar la evaluación que hacen los inversores sobre dónde poner su dinero.

«Cuanto más pienso en ello, peor me parece», dijo Tim Ash, de BlueBay Asset Management, en comentarios enviados por correo electrónico. «Cualquier modelo cuantitativo de riesgo de país ha incorporado esto en las calificaciones. El dinero y las inversiones se asignan en función de esta serie».

Los economistas también afirmaron que este tipo de informes —del Banco Mundial y otros— son útiles, pero que desde hace tiempo son vulnerables a la manipulación.

Charles Robertson, economista jefe de Renaissance Capital, apuntó que las puntuaciones de la facilidad para hacer negocios habían perdido credibilidad durante años. Algunos países contratan a empresas de inversión e incluso a antiguos líderes gubernamentales, para que les asesoren sobre cómo mejorar sus clasificaciones.

«Ha habido grandes divergencias entre las clasificaciones de corrupción de algunos países y las puntuaciones de la facilidad para hacer negocios. Esto implica que eran solo mejoras de valor nominal en lugar de reflejar cambios económicos subyacentes», dijo.

«Como economista, sin embargo, sería una verdadera lástima que perdiéramos el acceso a los datos subyacentes. Es realmente interesante, por ejemplo, saber que una empresa en Brasil tarda 900 horas en tramitar los impuestos, mientras que en otro lugar solo tarda 70», añadió Robertson.

Los informes «Doing Business» se publican anualmente desde 2003 y Ash, de BlueBay, señala que se habían convertido en un elemento importante para los bancos y las empresas a la hora de evaluar el riesgo de los países.

Con información de Reuters

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