• Un profesor de Corea del Sur creó un inodoro ecológico capaz de convertir las heces humanas en energía.
  • El inodoro da energía a un edificio del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan y también puede convertir los desechos humanos en una criptomoneda llamada Ggool.
  • Los estudiantes del campus que lo utilicen son recompensados con una pequeña cantidad de la criptomoneda, que pueden canjear por distintos artículos.

Prácticamente todo residuo puede tener una segunda vida y, al parecer, las heces humanas no son la excepción. Esto gracias a un peculiar inodoro ecológico capaz de convertir el excremento en energía y hasta en criptomonedas.

Cho Jae-weon, profesor de ingeniería urbana y ambiental en el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST), diseñó a BeeVi (acrónimo de las palabras abeja y visión), un inodoro que es capaz de darle energía a un edificio en la universidad a través del biogás y estiércol que produce.

Pero, ¿cómo funciona BeeVi exactamente? El inodoro mueve el excremento mediante una bomba de vacío a un tanque subterráneo, utilizando menos agua en comparación con uno tradicional. 

Luego, los microorganismos descomponen los desechos para ser convertidos en gas metano, transformando así las aguas residuales en una fuente valiosa de energía para el edificio, alimentando una estufa de gas, una caldera de agua caliente y una celda de combustible de óxido sólido.

En promedio, un ser humano produce 500 gramos de desechos sólidos al día. Estos podrían convertirse en 50 litros de gas metano mediante este invento, lo que a su vez produce medio kilovatio por hora de electricidad. Esto sería energía suficiente para conducir un automóvil eléctrico durante algo más de un kilómetro. 

«Si pensamos fuera de la caja, las heces tienen un valor precioso para producir energía y estiércol», dijo a Reuters Cho Jae-weon. “He puesto este valor en circulación ecológica”.

El inodoro ecológico BeeVi también produce criptomonedas

Inodoro
Cho Jae-weon, profesor surcoreano del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsan (UNIST), junto a un tanque de heces en un laboratorio en Ulsan, Corea del Sur, el 6 de julio de 2021. Reuters

A su vez, de acuerdo con Reuters, este curioso invento recompensa a los estudiantes que lo utilicen con criptomonedas llamadas Ggool («miel» en coreano).

A cambio de sus residuos corporales, el inodoro les da a los estudiantes una pequeña cantidad de esta criptomoneda que pueden canjear más adelante por un café o fideos en la cafetería del campus. Cada uso del baño se traduce a 10 Ggool por día.

Los estudiantes pueden recoger los productos desean adquirir escaneando un código QR para pagar con Ggool. 

«Solo había pensado que las heces estaban sucias, pero ahora es un tesoro de gran valor para mí», dijo el estudiante de posgrado Heo Hui-jin en el mercado de Ggool, según Reuters. 

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