• El Producto Interno Bruto de Estados Unidos creció a una tasa anualizada de 6.4% en el primer trimestre de 2021.
  • El aumento es el segundo más grande desde 2003. Pero economistas esperaban una ganancia trimestral del 6.7%.
  • La recuperación no está completa, pero los ambiciosos planes de gasto de Joe Biden podrían dar impulso adicional.

La economía de Estados Unidos dio un paso más a una recuperación total en el primer trimestre de 2021. La distribución de vacunas y el estímulo fiscal revitalizaron el gasto en todo el país. Esto ayudó a una expansión a tasa anualizada de 6.4%, anunció el jueves el Departamento de Comercio.

Este crecimiento es el segundo más fuerte desde 2003, y del rebote del tercer trimestre de 2020. Sin embargo, la estimación de los economistas encuestados por Bloomberg se ubicó en 6.7% para los primeros tres meses de 2020. Esto después de registrar un aumento de 4.3% en el cuarto trimestre.

Este último dato representa cuánto se habría expandido la economía si su tasa de crecimiento del primer trimestre hubiera durado 12 meses. El PIB de Estados Unidos ha ganado 96% del terreno perdido durante el declive ocasionado por la pandemia. Si la producción se hubiera expandido a una tasa anualizada de alrededor del 10%, la economía estadounidense ya habría regresado por completo al pico observado al cierre de 2019.

El PIB nominal, que no se ajusta a la inflación, se elevó a 22 billones de dólares. Ese nivel supera el pico de 2019 de 21.7 billones de dólares.

El Departamento de Comercio está programado para informar dos estimaciones más del crecimiento del PIB del primer trimestre en los próximos meses. El informe del jueves incluye datos preliminares que se pueden revisar en cualquiera de los próximos lanzamientos.

La trifecta de estímulo, vacunación y reapertura estimulan el crecimiento

Los estadounidenses tienen a su favor factores positivos que apuntalaron el crecimiento económico. Para empezar, la tasa diaria promedio de vacunación subió a 2.8 millones de dosis desde tan solo 272,000, según datos de Bloomberg . El país terminó el trimestre con aproximadamente el 29% de los estadounidenses vacunados al menos con una primera dosis. Aproximadamente el 16% de los estadounidenses están completamente vacunados.

Al mismo tiempo, el país emergió de la ola más letal de casos del virus hasta este momento. Los recuentos diarios de casos de Covid-19 cayeron de un máximo de 301,000 casos a principios de enero. A finales de marzo se registraron 68,000 casos.

La disminución y el lanzamiento de vacunas permitieron a los gobiernos estatales y locales relajar gradualmente algunas medidas de la contingencia. Las ventas minoristas repuntaron en enero y marzo cuando los estadounidenses revivieron el gasto. El clima más cálido también ayudó a que las empresas de servicios crecieran a un ritmo más rápido. Esto después de que el elevado número de casos y las restricciones más severas detuvieran la actividad.

El país también se benefició de la mayor afluencia de apoyo gubernamental en un solo trimestre de la historia. El plan de estímulo por 900,000 millones de dólares promulgado por el presidente Donald Trump a finales del año pasado llegó a las cuentas bancarias en las primeras semanas de enero. Esto proporcionó el primer apoyo fiscal importante desde que se aprobó la Ley CARES en marzo de 2020. El plan incluía pagos de ayuda por 600 dólares, beneficios federales de desempleo ampliados, de asistencia alimentaria y para el pago de alquiler.

La victoria electoral del presidente Joe Biden allanó el camino para otro plan de estímulo a gran escala. El presidente lanzó un paquete por 1.9 billones de dólares antes de su investidura. Biden argumentó que era hora de «ir a lo grande» y que las preocupaciones por el déficit podrían esperar hasta que la economía se recupere. La propuesta incluía pagos por 1,400 dólares; otro impulso al seguro de desempleo y fondos para la distribución de vacunas.

Los demócratas aprobaron esa medida sin ningún apoyo republicano el 11 de marzo. Posteriormente, los cheques de estímulo comenzaron a llegar a las cuentas bancarias pocos días después. El paquete, junto con la reapertura parcial y la caída de casos de virus, ayudó a acelerar la contratación y la actividad económica.

Lo que viene a continuación, desde la infraestructura hasta los inconvenientes de la contratación

A pesar de aprobar el segundo paquete de estímulo más grande en la historia de Estados Unidos hace solo unas semanas, Biden no ha frenado. El presidente dio a conocer un paquete de gastos por 1.8 billones de dólares el miércoles que se centra en ayudar a las familias. El plan incluye fondos para cuidado de niños prekínder universal gratuito, una extensión del crédito tributario por hijos dependientes, así como licencia familiar y médica pagada.

La propuesta se suma a un plan separado de 2.3 billones de dólares que presume de un mayor énfasis en la infraestructura. Esa medida pagaría la banda ancha a nivel nacional, la renovación de carreteras y puentes clave y el agua potable universal. En conjunto, los paquetes totalizarán más de 4 billones y podrían superar el New Deal en tamaño y alcance.

En comparación con la medida de estímulo de marzo, el gasto de seguimiento de Biden proporcionaría un empuje moderado y duradero al crecimiento económico durante varios años. Así lo señaló Robert Kaplan, presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas.

«Lo bueno y lo deseable, para mí, del gasto en infraestructura es que es una inversión de largo plazo», dijo en una entrevista a Bloomberg TV. «Debería ayudar, en el futuro, a crear un mayor crecimiento potencial del PIB, un mayor crecimiento sostenible y una mejor productividad».

Persiste incertidumbre

Eso no quiere decir que la incertidumbre aún no sean importantes. Las nuevas variantes de Covid-19 siguen siendo el «principal riesgo » para la perspectiva económica. Así lo dijo a principios de mes el presidente del Banco de la Reserva Federal. Y agregó que los estadounidenses deberían permanecer atentos «por un tiempo más».

Y aunque la contratación se ha recuperado después de su caída invernal, algunas industrias se han enfrentado a obstáculos inesperados. Las empresas de la industria de servicios han enfrentado a dificultades para cubrir las vacantes. Desde McDonald’s de Florida que pagan a candidatos solo por asistir a entrevistas de trabajo, hasta conductores de transporte que dicen que no trabajarán hasta observar una mejor paga .

La inusual escasez de trabajadores es probablemente el resultado de la expansión de los beneficios por desempleo. También los temores de virus llevan a los estadounidenses a posponer el empleo, dijeron economistas de Bank of America la semana pasada. Las demandas de educación en el hogar también podrían haber influido. La dinámica, aunque algo preocupante, se desvanecerá a principios de 2022. Esto a medida que se agote el estímulo y se vacunen más estadounidenses, agregó este grupo.

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