Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

La respuesta para resolver el problema de las emisiones de carbono podría estar en la misma captura de carbono y el desarrollo de aplicaciones comerciales para este subproducto, como las esferas de carbón o esferas de carbono.

Las esferas de carbono tienen un gran potencial que va desde el almacenamiento de energía hasta la farmacéutica y se producen a micro y nanoescalas. Si recuerdan sus clases de secundaria los submúltiplos del metro son: deci, centi, mili, micro, nano, pic, etcétera. Si normalmente usamos centímetros en las reglas de medir, entonces son escalas mucho más pequeñas.

A nivel microscópico podemos observar las células, las bacterias, los cromosomas y los primeros transistores de la década de 1970. A nivel nano podemos observar genes, virus, los puntos cuánticos y los cada más pequeños procesadores modernos. En esas escalas, casi a nivel molecular están las esferas de carbono.

Cuando estas esferas tienen pequeños poros de menos de 1 nanometro, tienen un alto potencial para capturar carbono a nivel atmosférico y en bajas presiones. La temperatura es importante ya que cuando se encuentran a 0 grados Celsius, pueden capturar 4 milimolares de dióxido de carbono por gramo. Cuando la temperatura aumenta a 25 grados, la captura baja a 3 milimolares.

No obstante, la temperatura óptima para la formación de esferas de carbono es de 800 grados Celsius. Es decir, se requiere una enorme cantidad de energía, lo que puede tener un incremento en emisiones de gases de efecto invernadero.

Como toda incipiente tecnología en este momento podríamos pensar que las esferas de carbono son caras e imprácticas porque requieren de procesos que generan una fuerte huella de carbono. Pero es un desarrollo científico y tecnológico muy importante por las oportunidades que abre en otras áreas.

Es decir que la captura de dióxido de carbono no es la única aplicación que se ha encontrado para las esferas de carbono. Tienen el potencial para ayudar en el desarrollo de baterías para las energías renovables ya que son resistentes y conducen electricidad con una amplia superficie; también para el almacenamiento de hidrógeno en forma de gas, lo que podría generar nuevas áreas de interés para el ciclo de hidrógeno verde, almacenamiento y generación eléctrica cuyo subproducto es agua.

Por otro lado, también se han buscado aplicaciones farmacéuticas, por ejemplo, el uso de las esferas de carbono como medio de transporte de medicamentos porque tiene baja toxicidad celular y un perfil dosificador con bajo pH. Esto podría ser clave para el transformar el tratamiento quimioterapéutico, pues distribuiría rápidamente drogas contra el cáncer en microambientes, inhibiendo el crecimiento de tumores cancerígenos.

Pero dejando a un lado la aplicación farmacéutica, el desarrollo científico —que aún se encuentra lejos de generar aplicaciones comerciales— sugiere que el desarrollo avanzaría la economía baja en carbono. La paradoja, entonces, es que la respuesta a las emisiones de carbono – y otras como las emisiones de metano – podría estar en la investigación misma del carbono, particularmente, las esferas del carbono.

Un ejemplo más de que el avance científico y tecnológico puede traer las soluciones para un futuro mejor, para el desarrollo de un sector energético limpio y para la construcción de una economía baja en carbono. Vayamos, pues, a buscar las esferas del carbón, que será, sin duda, una fantástica aventura.

esferas de carbono | Business Insider Mexico
Brenda Peralta

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en Facebook , InstagramTwitter y LinkedIn

Consulta a más columnistas en nuestra sección de Opinión