• Cada persona tiene una manera de bañarse, en algún momento del día y una temperatura.
  • Aunque la mayoría opte por las duchas calientes, las duchas frías presentan muchos beneficios que no deberías dejar pasar.
  • Esto es lo que dice la ciencia sobre si son mejores las frías o las calientes.

Meterte a la regadera por la noche, por la mañana, larga, corta y… ¿agua fría o caliente?

A cada cual le pide una cosa el cuerpo, pero todo depende de lo que quieras conseguir con ella. 

La mayoría de la gente opta por las duchas calientes, pero independientemente de cómo te sientas con cualquiera de los 2 tipos de agua para la regadera, las investigaciones demuestran que tanto las calientes como las frías tienen beneficios para la salud que deberías conocer, publicó Healthline.

Los beneficios de las duchas frías

A continuación encontrarás los beneficios de las duchas frías, según la ciencia:

1. Aceleran la circulación

Una de las principales ventajas de las regaderas con agua frías es que aceleran la circulación de la sangre, ya que busca mantener la temperatura corporal ideal.

En ese sentido, una ducha fría tiene el efecto opuesto al de una ducha caliente para alguien con hipertensión o enfermedades cardiovasculares, ya que la exposición a temperaturas frías desencadena que el sistema circulatorio reduzca la inflamación y puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.

2. Reducen el dolor muscular tras un entrenamiento intenso

Como el agua fría tiene propiedades regenerativas, tus músculos se relajarán y repararán después de un duro entrenamiento.

3. Calman el picor de la piel

El médico Adam Friedman dice que si tienes picor en la piel, los baños frías pueden ayudarte a evitar la necesidad de rascarse.

4. Y, por supuesto, te ayudan a despertarte

Esto se debe a que cuando el frío golpea tu cuerpo, sientes un pequeño shock que aumenta la entrada de oxígeno y la frecuencia cardíaca, poniéndote alerta.

Aunque pocas, bañarse con agua fría también tienen desventajas

Las duchas frías pueden no ser una buena idea si ya tienes frío, ya que la temperatura más fría no va a ayudar a calentarte de ninguna manera. 

Tampoco son recomendables si estás enfermo, ya que podrían ser demasiado para tu sistema inmunológico.

Los beneficios de las duchas calientes

Los beneficios de las duchas calientes, según la ciencia, son:

1. Alivian los resfriados

El vapor que producen las duchar calientes se ha utilizado toda la vida para aliviar los síntomas del resfriado y la tos, ya que puede abrir las vías respiratorias y limpiar los conductos nasales.

2. Para la relajación muscular

El agua caliente ayuda a aliviar la tensión corporal y puede ayudar a calmar la fatiga muscular.

Las desventajas de meterse a la regadera con agua caliente

Las duchas calientes pueden secar e irritar tu piel, ya que causan daño a las células de queratina que están localizadas en la epidermis (la capa más externa de la piel). Al alterar estas células, crea una piel seca e impide que las células retengan la humedad.

Además, las altas temperaturas facilitan que la piel se seque y empeoren condiciones como el eccema, e incluso pueden causar picores.

Estas placenteras duchas también pueden aumentar la presión sanguínea, por lo que si tienes problemas con la presión arterial alta o enfermedades cardiovasculares, es mejor que las evites.

Lo mejor: una regadera de agua tibia

Según los expertos, lo mejor es darse una ducha tibia. O, como sugieren algunos especialistas, combinar temperaturas durante la misma ducha.

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