• Este es el testimonio de una centennial que siente que su equipo es una prioridad menor en su organización.
  • Si bien la situación es desconcertante, los expertos dicen que en realidad podría ser algo bueno para su carrera.
  • Entérate sobre cómo sacar provecho de esta situación.
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Soy una empleada de la generación Z en una gran empresa y tengo poco más de un año en mi primer trabajo profesional a tiempo completo después de la universidad, con un gran equipo.

Me apasiona mi trabajo y amo a mis colegas. Recientemente, sin embargo, sentí que mi compañía dejó de priorizar a mi equipo, lo cual es desconcertante y frustrante. Tenemos menos voz en las asignaciones en las que trabajamos; se nos da poca oportunidad de emprender proyectos más grandes y también hemos tenido una serie de cambios en el personal administrativo. 

En los últimos meses, dos miembros de mi equipo dejaron la organización y no serán reemplazados. Ahora estamos cortos de personal, lo que significa que mis colegas restantes y yo solo tenemos tiempo para completar las tareas más esenciales del equipo. Esto nos deja incapaces de trabajar en los proyectos que más disfrutamos y ha agotado la moral. 

Una parte de mí piensa que esto es una señal de que debería empezar a buscar un nuevo trabajo. En el mercado actual, siento que mi equipo podría estar en el punto de mira si mi organización realiza despidos. 

Por otro lado, como amo a mi equipo y el empleo que hago, quiero quedarme e intentar hacerlo mejor. Conozco al equipo y tengo un gran potencial, y si se nos diera la mitad de los recursos que teníamos antes de estos cambios, podríamos superar las expectativas.

Como sé que mi equipo y yo somos menos prioritarios para mi empresa, ¿qué debo hacer?

Una posible solución

Es un momento de ansiedad para la fuerza laboral: la economía se enfrenta a una incertidumbre mayor que la habitual y muchas personas están preocupadas por la seguridad de su empleo. 

Los centennials, en particular, están al límite. Encuestas recientes sugieren que este grupo de trabajadores, que nacieron a fines de la década de 1990 y principios de la de 2000, se sienten desconectados y ansiosos por sus carreras

No obstante, este podría ser un caso en el que la juventud no triunfa sobre la experiencia. El hecho es que recién estés comenzando y no tienes un marco de referencia de cómo los ciclos económicos afectan a las organizaciones y sus trabajadores. 

Esto no es para despedirte, sino solo para señalar que cambiar las prioridades corporativas es normal en la vida de una organización. Los gustos de los clientes cambian, los ejecutivos van y vienen y las estrategias se ajustan en consecuencia. 

Las organizaciones son especialmente aptas para cambiar las prioridades cuando la economía se deteriora. No siempre es divertido vivir como empleado; puede ser francamente desconcertante, pero te acostumbras a medida que avanzas en tu carrera y vives más recesiones. 

A riesgo de sonar como una condescendiente de la Generación X, desarrollas una mentalidad de «Oh, aquí vamos otra vez».

Como te gusta tu trabajo y estás dispuesta a quedarte, permíteme ofrecerte un consejo que no pertenece a la generación X: intenta ver el lado positivo de la situación.

Sí, tus colegas han renunciado y no han sido reemplazados, pero eso podría significar que tu compañía no tendrá que reducir la plantilla despidiendo gente más adelante. 

Es cierto que se han quitado las mejores tareas de tu equipo, pero eso podría motivarte a involucrarte en diferentes partes de tu organización y ofrecer asistencia en otros proyectos. 

Y sí, actualmente la moral está baja, pero también indicaste que el equipo «tiene un gran potencial» y que «ama a sus colegas», lo cual es importante y es un buen augurio para tu futura satisfacción laboral

Una oportunidad en la adversidad

En pocas palabras: esta situación podría ser buena para tu carrera. 

«Considéralo como una oportunidad para que te pruebes a ti mismo, demuestres tu fortaleza y establezcas tu marca», aseguró Jennifer Moss, autora y estratega en el lugar de trabajo que consulta a grandes organizaciones sobre temas de Recursos Humanos. 

«Una vez que la empresa vuelva a estar en modo de crecimiento, serás más ‘sénior'» y estarás en una posición privilegiada para asumir un papel más importante y de mayor perfil.

Por otro lado, nunca está de más empezar a buscar pasivamente un nuevo trabajo mientras sigues empleado. 

«Siempre debe anteponer el desarrollo de su carrera, especialmente cuando es joven», indicó Dan Schawbel, autor de «Promoverse: las nuevas reglas para el éxito profesional» y socio gerente de Workplace Intelligence, una firma de investigación y asesoría. 

«Si sientes que tu empresa no está invirtiendo en ti, ve qué más hay».

Podría valer la pena solo por tu bolsillo. Además, el costo social de cambiar de empleo se ha reducido a medida que esta acción pierde su estigma.

Aquí hay una versión corta: quédate ahí, sigue trabajando duro, pero haz un esfuerzo adicional para construir nuevas conexiones en otras partes de tu organización. 

Aumenta tu visibilidad y amplía tu red profesional. Y mientras tanto, mantén tus ojos y oídos abiertos para otras oportunidades. Vas a enfrentar muchos desafíos como este a lo largo de tu vida profesional. La adaptabilidad es vital.

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