• El proyecto Copenhagen Suborbitals de Dinamarca tiene como objetivo construir un cohete espacial que pueda llevar personas a la órbita baja de la Tierra.
  • El equipo de 50 personas espera que su cohete espacial, conocido como Spica I, se lance al espacio en 10 años.
  • Copenhagen Suborbitals está comprometida en hacer de Dinamarca la cuarta nación en llevar personas al espacio.

¿Cuántas personas se necesitan para hacer un cohete espacial y mandarlo a la órbita baja con tripulación? En Copenhagen Suborbitals creen que la respuesta es 50.

Aunque no son tan conocidos como la NASA, SpaceX o Blue Origin, la labor de este proyecto danés implica una gran cantidad de recursos, financiación y, sobre todo, mucha implicación humana.

Uno de los miembros de este proyecto es Mads Stenfatt, quien en sus días normales labora como pricing manager, pero también trabaja de manera voluntaria para Copenhagen Suborbitals.

“Lo hacemos porque es difícil”, asegura en entrevista a Futurism. “Una vez que estás dentro, empiezas a darte cuenta también de que la parte divertida no es llegar a la meta, [sino] trabajar constantemente en desafíos que son tan ridículamente difíciles”.

Stenfatt comenzó su colaboración en 2011, cuando avisó de los riesgos existentes con un proyecto de lanzamiento de la organización. Él había sido paracaidista y tenía gran experiencia en este ámbito, por lo que lo invitaron a participar.

El cohete que Copenhagen Suborbitals quiere enviar a la órbita baja es conocido como Spica I, y sería el primero fabricado por una organización del tercer sector como nave tripulada.

Además, también sería vanguardista en la región europea y en su lanzamiento: nunca se ha lanzado una nave espacial tripulada desde Europa ni tampoco desde una plataforma de lanzamiento acuática.

Sin embargo, aún con todos sus esfuerzos, Spica no se lanzará al espacio hasta dentro de 10 años.

Spica, el cohete espacial fabricado por aficionados que quieren hacer historia

El equipo trabaja en su tiempo libre para llevar a cabo esta labor.
El equipo trabaja en su tiempo libre para llevar a cabo esta labor. Copenhaguen Suborbitals

A raíz de la pandemia, con las restricciones impuestas por Dinamarca para llevar a cabo reuniones presenciales, la organización tuvo que frenar el desarrollo de su proyecto. A ello se suma una dificultad añadida para el equipo de 50 personas: la financiación.

Ello ha llevado a que Copenhaguen Suborbitals estime que Spica vea su lanzamiento en 10 años. A pesar de ello, sus esfuerzos prosiguen su curso.

«Ahora mismo hemos montado los dos depósitos de combustible, el de oxígeno líquido y el de alcohol y el equipo de motores está comenzando a fabricar los primeros componentes para el motor», asegura Stenfatt. 

«También estamos trabajando en el banco de pruebas que usaremos para probar el encendido del motor», agrega. «Así que las cosas avanzan a un ritmo constante».

Dicho esto, también son conscientes de que compiten contra grandes actores como Estados Unidos, Rusia, China o India, quienes cuentan con recursos estatales para sus proyectos espaciales.

Pese a ello, el equipo es optimista. «Haremos de Dinamarca la cuarta nación en llevar a una persona al espacio cuando tengamos éxito», enfatizó.

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