• Más de 15 instituciones trabajaron en conjunto para desarrollar en 10 semanas el ventilador de emergencia VSZ-20-2 totalmente automático.
  • Entre las empresas de la iniciativa privada que participaron en el proyecto están: GSE BioMedical, Grupo Proeza, FEMSA, Grupo Coppel, ALFA.
  • Los ventiladores serán ensamblados en una de las plantas de manufactura de la empresa Grupo Proeza en Apodaca, Nuevo León.

La lucha contra el coronavirus continúa en México, por ello distintas empresas, universidades e instituciones públicas trabajaron en conjunto para desarrollar un ventilador.

Más de 15 instituciones trabajaron en conjunto para desarrollar en 10 semanas el ventilador de emergencia VSZ-20-2 totalmente automático. Este dispositivo permite el uso intuitivo, da mayor seguridad para los pacientes, es de bajo costo y de fácil producción en serie.

El proyecto inició el 29 de marzo con la convocatoria del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Este dispositivo requirió de muchas piezas especializadas y un proyecto de apoyo para su culminación exitosa.

Entre las empresas que participaron en el proyecto están: GSE BioMedical, Grupo Proeza, FEMSA, Grupo Coppel, ALFA, Lodi Automotriz, Lanix Med, Steris, Ternium Salud y Bocar.

Por su parte, las instituciones educativas que participaron son el Tecnológico de Monterrey, TecSalud, el sistema de salud del Tec de Monterrey y la Universidad de Monterrey (UDEM).

Por parte del gobierno estuvieron en el proyecto el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Una respuesta ante la crisis

El ventilador mecánico invasivo VSZ-20-2 se diseñó con el fin de solventar la falta de ventiladores causada por la saturación hospitalaria.

Para su funcionamiento es suficiente la conexión a un tanque de oxígeno, lo que permite su uso tanto en hospitales, como en áreas adecuadas para la atención de pacientes afectados por el coronavirus.

También cuenta con una interfaz intuitiva que requiere mínima capacitación, así como diversos métodos de compensación que asegura su desempeño a cualquier altitud.

Los ventiladores serán ensamblados en una de las plantas de manufactura de la empresa Grupo Proeza en Apodaca, Nuevo León.

Los primeros 20 ventiladores serán adquiridos por la Fundación Carlos Slim y donados a cuatro hospitales públicos en San Luis Potosí, Yucatán, Coahuila y Guerrero.

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