• De acuerdo con un estudio realizado por el IMCO, 8 de cada 10 emprendedoras son informales en México.
  • Esta cantidad se representa en más o menos 4 millones de mujeres.
  • Una empresaria formal tiene ingresos mensuales promedio 2.5 veces mayores que aquellas con un negocio en el sector informal

Ser mujer y emprender en México, así como en muchas partes del mundo, significa agregar un nivel de dificultad al malabarismo que viven ellas todos los días para compaginar sus roles.

Aunque el género no debería ser un factor en contra, lo es. Y, además se agrega otro factor que resta oportunidades a las mujeres: la informalidad.

De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 8 de cada 10 emprendedoras son informales en México. O sea, más o menos 4 millones de mujeres.

Las ventajas de ser emprendedoras formales son muy visibles, y los números son arrasadores: una empresaria en esta situación tiene ingresos mensuales promedio 2.5 veces mayores que aquellas con un negocio en el sector informal, es decir, 9,535 pesos y 3,707 pesos respectivamente.

El IMCO encontró que si bien, ante la falta de empleos flexibles, el emprendimiento ha sido una opción para que las mujeres puedan generar un ingreso sin abandonar sus actividades en casa, hay principalmente tres barreras que impiden que lo hagan de manera formal:

1. El costo (en tiempo y dinero) de la formalización

Costo de formalizarse
IMCO

Hasta 2019, en México tomaba, en promedio, ocho días para formalizar e iniciar un negocio. Sin embargo, hay diferencias entre estados y municipios debido a que cambian los requisitos.

Muy pocos municipios han hecho esfuerzos para digitalizar y simplificar sus trámites por lo que su ejecución puede tomar más tiempo de lo estipulado en la normatividad. También las emprendedoras tienen que contemplar la carga fiscal.

2. La mujer que decide emprender se enfrenta a la falta de acceso a financiamiento

Financiamiento
IMCO

Todo negocio requiere capital. No obstante, para las mujeres es difícil conseguirlo por tener un acceso limitado al sistema bancario.

En 2018, al menos 65% contaba con algún producto financiero pero menos de 30% tenía un crédito bancario formal.

Esto ha provocado que su principal fuente de financiamiento sea de círculos más cercanos como sus familias o amigos.

3. Falta de conocimientos sobre administración y desarrollo de negocios

IMCO

Saber de finanzas o contabilidad puede contribuir a la supervivencia y el crecimiento de los negocios.
Estos temas se podrían incluir desde los programas de educación básica, ya que 68% de las emprendedoras no alcanza estudios de educación media superior.

La visión de dos mujeres que conocen de emprendimientos

Dos especialistas en emprendimiento explican de primera mano su visión sobre el tema de la mujer que decide emprender y además ser formal.

El IMCO invitó a una emprendedora y a una especialista en emprendimiento femenino para que contarán lo que piensan respecto a esto, aquí sus visiones:

“Tienes que empezar a verte a ti como una emprendedora”, Melina Cruz, fundadora de Homely

Para la fundadora de Homely, startup que conecta a trabajadores de limpieza con interesados en limpiar sus casas, Melina Cruz, la formalidad era una parte fundamental de la esencia de su negocio, pues la startup nació con la idea de ofrecer a los trabajadores dedicados a la limpieza condiciones justas de empleo.

Por lo que, dice, tomó la decisión de ser formal desde el inicio con todo lo que ello implicaba, y aunque confiesa que no ha sido fácil, y ha enfrentado a desconocer muchos aspectos, así como realizar cambios sobre el camino, cree que es mejor hacerlo de esta manera: ser formal desde el inicio de la empresa.

Asegura que la mujer es el motor oculto detrás de la economía de México, pues genera una gran derrama, solo que las circunstancias obligan a muchas a ser informales; además que algunas veces también se enfrentan a una sociedad que las estigmatiza, como fue el caso de las llamadas “nenis”, un apodo despectivo para mujeres que venden artículos en redes sociales.

Todo este estigma social hace que la mujer no se vea así misma como emprendedora, para ellas, tener esos ingresos representa “tener un negocito o vender cositas”, pero Melina Cruz asegura que hay que cambiar ese minset y “tienes que verte a ti misma como una emprendedora”.

Además de buscar incursionar en sectores diferentes a los que normalmente se hacen por ejemplo, todo lo que tiene que ver con STEM, —acrónimo de las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas—.

“Qué tal sería ver a mujeres emprendiendo en aeronáutica, en la industria de los metales, en todas esas industrias que no han sido exploradas, que son muy diferentes a los bienes de consumo”, aseguró en la plática.

“Hay que entender el nivel de madurez de las empresas de mujeres”, Úrsula Quijano, socia y directora comercial de la academia de emprendimiento femenino, Victoria 147

Para Úrsula Quijano, socia y directora comercial de la academia de emprendimiento femenino, Victoria 147, lo primero que hay que considerar al hablar de por qué las mujeres no formalizan sus negocios es la madurez de los emprendimientos.

Y es que comentó que no siempre se puede comenzar siendo formal. De acuerdo con datos de la misma academia, 40% de las mujeres que decide emprender apenas está validando la idea de negocio. Mientras que otro 40% son negocios que ya están operando, pero aún no están en la etapa de consolidación.

Pensando justo en el costo que representa la formalización, estas mujeres primero prefieren arrancar el negocio; y una vez que funciona, entonces sí comenzar su formalización.

Por eso dijo que es necesario impulsar los incentivos para que un mayor número de empresas de mujeres puedan migrar hacia ese camino; y tener todos los beneficios que ello conlleva.

Acciones para mejorar las condiciones económicas de la mujer que decide emprender

El IMCO propuso acciones para mejorar las condiciones económicas de las emprendedoras que les permitan romper las barreras para facilitar la formalización de sus negocios:

  • Transparentar, concentrar y simplificar los procesos a nivel local para dar de alta, registrar y operar una empresa; a través de una ventanilla única que incluya la documentación, costos, tiempos y requisitos en cada entidad federativa. Este esfuerzo debería de ir acompañado de la posibilidad de ejecutar los trámites vía digital y simplificarlos para que sean más ágiles.
  • Preparar y acompañar para que la mujer que decida emprender y se quiera formalizar, lo haga sin trabas. Una forma podría ser a través de una guía que concentre los principales pasos y conceptos básicos para lograrlo.
  • Aprovechar las capacitaciones y asesorías que ofrece el sector público y privado para formalizar y hacer crecer los negocios.

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