• La exposición a sustancias químicas comunes en el embarazo está relacionada con la depresión posparto (DPP), encontró un estudio.
  • Los productos químicos, que se encuentran en los plásticos y los productos de belleza, parecen reducir la progesterona, que afecta al DPP.
  • Si bien no es completamente evitable, limitar la exposición a sustancias químicas puede ser una forma de reducir el riesgo de DPP.

Cuanto más las personas embarazadas estén expuestas a sustancias químicas comunes que alteran el sistema endocrino, más probabilidades tendrán de desarrollar depresión posparto. Así lo explica un pequeño estudio en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society. 

Los productos químicos, llamados ftalatos, hacen que el plástico sea más flexible y prolongan la vida útil de las fragancias. Se encuentran en productos de belleza como esmaltes de uñas, lociones para después del afeitado, champús y perfumes; también están en juguetes, tuberías de PVC y pisos de vinilo. 

El estudio fue pequeño y no pudo probar causa y efecto; sin embargo, tiene sentido que dichos químicos —que se sabe que afectan las hormonas—, podrían desempeñar un papel en la depresión posparto (DPP). Esta condición también está influenciada por los cambios hormonales después del nacimiento. 

«Esta investigación es importante porque los ftalatos son tan frecuentes en el medio ambiente que son detectables en casi todas las mujeres embarazadas en Estados Unidos», dijo en un comunicado de prensa la autora del estudio, Melanie Jacobson, del NYU Langone Medical Center en Nueva York .  

«Estos químicos pueden afectar los niveles de hormonas prenatales y, posteriormente, la depresión posparto; reducir la exposición a estos tipos de químicos podría ser una vía plausible para prevenir la depresión posparto». 

El estudio es el primero en analizar específicamente cómo el efecto de los ftalatos sobre las hormonas podría influir en el riesgo de depresión posparto. 

Para realizar el estudio, los investigadores siguieron a 139 mujeres durante su embarazo y cuatro meses después del parto. La mayoría se identificó como hispana y solo había completado la escuela secundaria o algo de universidad. 

Durante el embarazo, las participantes completaron cuestionarios que detallaban factores como su historial médico, comportamientos de salud y síntomas depresivos.  

Los investigadores también tomaron muestras de sangre y orina de las mujeres para medir sus niveles de hormonas sexuales y bisfenoles. Este es otro tipo de sustancia química alteradora del sistema endocrino que se encuentra en los plásticos y ftalatos.

Cuatro meses después de sus partos, los investigadores evaluaron a las participantes en busca de DPP. Al mismo tiempo, tomaron en cuenta cuestiones como sus condiciones sociales, los resultados del parto y el uso de antidepresivos. 

Los autores del estudio encontraron que las mujeres con niveles más altos de ftalatos en la orina tenían más probabilidades de cumplir con los criterios de DPP. Aún así, solo 12 de las 139 mujeres estudiadas —o menos del 9%— cumplieron con los criterios de DPP diagnosticable, mientras que las estimaciones de su prevalencia a nivel nacional oscilan entre el 10% y el 25%. Aquellos con DPP tendían a ser mayores, solteros y experimentaron síntomas depresivos durante el embarazo. 

Los cambios hormonales que afectan en la depresión posparto

Es importante destacar que los investigadores también encontraron que la mayor exposición química también se relacionó con niveles más bajos de progesterona, que afecta la menstruación y modula el estado de ánimo. Este hallazgo «sólido» se alinea con la hipótesis de que los químicos que alteran el sistema endocrino impulsan los cambios hormonales, que pueden afectar la DPP, escribieron los autores del estudio.

Sin embargo, otros factores podrían estar en juego y se necesita más investigación. El estudio es el primero en analizar específicamente cómo los efectos de las sustancias químicas sobre las hormonas podrían afectar el riesgo de DPP, aunque investigaciones anteriores han demostrado que las hormonas que alteran el sistema endocrino están relacionadas con resultados adversos en el parto, como el parto prematuro. 

Los investigadores dicen que evitar el envasado de alimentos y ciertos cosméticos y plásticos durante el embarazo podría ser una forma más fácil de reducir el riesgo de depresión posparto que cambiar su predisposición genética o estado socioeconómico, que también afectan la propensión a la enfermedad. 

AHORA LEE: 5.7% de las mujeres embarazadas con Covid-19 fallecieron en un hospital del Valle de México —pero la desigualdad entre el sector público y privado influye en el panorama de las pacientes

TAMBIÉN LEE: Un joven desarrolla una startup que, a través de inteligencia artificial, mejora un ultrasonido de baja calidad

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramTwitter y LinkedIn