- Decenas de mujeres técnicas de Microsoft escribieron correos electrónicos internos en los que hablaban de la discriminación de género.
- Las mujeres piden a Microsoft que solucione cualquier disparidad en los salarios, las recompensas y los ascensos.
- "Ahora mismo, las mujeres cobran todas por igual hasta que las que no, lo demuestran", dijo una empleada.
Las mujeres de Microsoft usan un grupo interno de correo electrónico para compartir sus quejas sobre la discriminación de género que sufren en el trabajo. Piden a la dirección que aborde cualquier diferencia salarial o de promoción entre hombres y mujeres.
Docenas de mujeres contribuyeron a la conversación, que empezó desde mayo en un grupo interno llamado Mujeres Técnicas en Microsoft. Está formado por ingenieras, desarrolladoras y otras trabajadoras de toda la empresa.
Inició como una pregunta sobre el salario y brotaron a la luz más cuestiones
La cadena de correos electrónicos comenzó cuando una empleada preguntó a las mujeres cómo se sentían respecto a su remuneración en relación con las demás. La conversación evolucionó hasta convertirse en un debate no solo sobre la igualdad salarial. También abordaron sus experiencias con lo que describieron como casos de discriminación de género y racial; así como los casos en los que consideraron que la dirección no tomó medidas ante sus quejas.
La cadena de correos electrónicos incluía comentarios de unas pocas docenas de los 180,000 empleados de Microsoft en todo el mundo. Pero las historias contadas por estas mujeres plantean importantes preocupaciones. Esto, para una empresa cuyo propio informe sobre diversidad muestra que alrededor de 77% de todos los puestos técnicos están ocupados por hombres.
Muchas mujeres utilizaron el hilo para expresar su opinión de que los hombres suelen ganar más que las mujeres en Microsoft; tanto en la remuneración básica como en las primas.
Insider no nombra a las mujeres para respetar su privacidad, pero conocemos sus identidades. En la cadena de correos electrónicos también se compartió una hoja de cálculo con los salarios de más de 1,200 empleados de Microsoft.
«Ahora mismo, a las mujeres se les paga a todas por igual hasta que las que no, lo demuestran», dijo la empleada. «Se nos dice que simplemente ‘confiemos en el sistema’, según las infames últimas palabras de Satya en Grace Hopper». Esto en referencia a los comentarios del CEO Satya Nadella en la conferencia Grace Hopper de 2014 para mujeres en la tecnología. Allí dijo que las mujeres deberían «tener fe» en el sistema y el «buen karma» para obtener aumentos de sueldo; en lugar de pedir a los jefes lo que creen que merecen. Nadella se disculpó más tarde por los comentarios.
«Estamos participando activamente y escuchando a nuestros empleados y apreciamos su disposición a compartir abiertamente sus experiencias y sentimientos», dijo el portavoz de Microsoft.
«Estamos orgullosos del progreso que hemos hecho como empresa en los últimos años. Tanto para reducir la brecha entre las experiencias vividas por nuestros empleados como para fomentar la cultura que aspiramos a tener. Sin embargo, al mismo tiempo, también reconocemos que todavía hay más trabajo por hacer. Escuchar las opiniones de los empleados y crear un espacio seguro para el diálogo, las aportaciones y las denuncias es esencial para nuestra cultura», añadió.
La conversación incluyó el debate sobre las microagresiones percibidas. Por ejemplo, ser ignoradas o excluidas en las reuniones, que los hombres hablen por encima de ellas o se atribuyan el mérito de sus ideas. Y además la falta de acción por parte de los recursos humanos y los dirigentes de la empresa.
Esta problemática continúa porque las empleadas sienten que si hablan no habría diferencia alguna
«La causa de muchas de estas desagradables dinámicas de desestimar o ignorar a las mujeres en la sala es —con demasiada frecuencia— la protección del ego de ciertos hombres», escribió una empleada en el hilo.
«Aquellos que tienen la retorcida creencia de que son más merecedores del papel técnico que cualquier mujer o ciertas minorías. Y piensan que son inferiores y están fuera de lugar aquí. No ignoremos eso ni lo suavicemos. Es lo que es».
El lugar de trabajo puede ser especialmente difícil para las mujeres de color, dijo una empleada. «A veces es como si las mujeres de las minorías fueran más invisibles que cualquier otra en la sala; y a la vez más señaladas», escribió la persona en el hilo. «Tienen que pasar por encima para existir. Pero luego, por supuesto, se las tilda de ‘mandonas’ y ‘problemáticas'».
Algunas empleadas dijeron tener miedo de hablar, entre otras cosas por «no querer hacer una escena, causar problemas, etcétera». O por temor a que pedir más compensación afecte a sus perspectivas. «Si hubiera dicho ‘no, valgo más’, no habría podido conseguir el trabajo», escribió una empleada.
Otras personas dijeron que creían que no habría diferencia. «Que te dejen fuera de las reuniones, que los hombres de los proyectos hablen por encima de ti. O que ignoren deliberadamente las ideas son actitudes rápidas y eficaces por su rapidez y sutileza», escribió una empleada en el hilo.
«Es prudente que las mujeres técnicas se muevan lentamente y con cuidado para navegar en este entorno», escribió otra persona en el hilo.
«Sencillamente, no tienen la misma libertad que los hombres para exigir, al menos, no sin sutiles consecuencias que amenacen su carrera».
Kristen Roby Dimlow, vicepresidenta corporativa de Microsoft para la visión empresarial de los recursos humanos, se sumó al hilo y respondió animando a las mujeres a que se pongan en contacto con gerentes de mayor nivel para tratar esos temas.
«Las diferencias salariales pueden ser complicadas y a menudo matizadas», escribió Dimlow. Dijo que la remuneración se basaba en factores como el rendimiento, la competencia en el mercado, la igualdad salarial por un trabajo sustancialmente similar y el apoyo a la cultura de Microsoft. Además de la función, la ubicación y la duración del nivel.
Algunas de las mujeres dijeron que habían hablado solo para encontrar una falta de acción por parte de los recursos humanos y los líderes de la empresa. Una persona comentó que dejó Microsoft en parte por la falta de atención de la dirección para corregir los problemas. Otra, dijo que pasar por la dirección y por recursos humanos era «inútil y extremadamente estresante».
«Esperamos que todos nuestros empleados —sin importar el nivel, el papel o la función— actúen con respeto, integridad y responsabilidad», dijo el portavoz de Microsoft. «Y cuando alguien no cumple con eso, tenemos procesos para escuchar, aprender y tomar medidas. También creemos en la igualdad de remuneración por el mismo trabajo y compartiremos los datos de representación y remuneración de este último año en nuestro informe anual sobre diversidad e inclusión este otoño.»
Una cadena de correos electrónicos similar se extendió por la empresa en 2019. Consistía en que las mujeres compartían historias de acoso sexual y discriminación.
El portavoz de Microsoft dice que en 2020 la compañía tomó medidas para cerrar más rápido y proporcionar más transparencia en torno a cualquier investigación sobre las reclamaciones de comportamiento inadecuado en el lugar de trabajo. Y que también cambió sus prácticas de contratación para asegurarse de que los candidatos de diversos orígenes se consideren para los roles abiertos y para capacitar a los gerentes en las prácticas de contratación inclusivas.
En su informe sobre diversidad e inclusión de 2020, Microsoft afirmó que logró la igualdad salarial entre mujeres y hombres en «funciones sustancialmente similares» cuando se combinan las oficinas de Estados Unidos, Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Irlanda, Israel, Japón y el Reino Unido. El informe indicaba que, entre los empleados de Microsoft, las mujeres solo ocupaban 23% de los puestos técnicos y 20% de los puestos de socios y ejecutivos. Su informe actualizado para 2021 se publicará próximamente.
AHORA LEE: Expertos urgen la creación de un marco regulatorio de ciberseguridad en México
TAMBIÉN LEE: Los ciberataques a la industria de los videojuegos aumentaron 340% durante la pandemia
