• A diferencia de Cruise y Waymo, Tesla ha creado un negocio alrededor de fabricar autos y venderlos al público.
  • Este modelo de negocio ha sido sumamente exitoso para Tesla, que ahora está valuada tres veces más que General Motors.
  • Pero Tesla está maniatado por este modelo, en lo que se refiere al negocio potencial de 8 billones de los automóviles de manejo autónomo.
  • Tesla está atrapado al haber creado productos grandiosos que los consumidores quieren y aman, pero también viendo cómo sus competidores diseñan nuevos negocios optimizados para la tecnología de automanejo.
 

Tesla es el fabricante de autos eléctricos dominante en la industria— un logro impresionante en sus 15 años de existencia. Pero quiere ser más— un proveedor de vehículos que se manejan solos y el operador de un servicio de robotaxi.

Pero, a diferencia de otras compañías enfocadas en tecnología autónoma, como Cruise y Waymo, Tesla tiene una restricción potencialmente grande: que su negocio está construido en torno a vender autos a sus consumidores; no en recoger y dejarlos en algún lugar con ellos.

Eso podría derivar en que la compañía se pierda el siguiente gran negocio: los autos sin dueño.

El futuro de la movilidad

Mientras la industria se mueve hacia modelos de electricidad que se manejan solos, uno de los modelos de negocio más atractivos para una compañía que quiera dedicarse a los automóviles sin conductor es así: operar una flotilla de vehículos en una ciudad donde hay muchos pasajeros que puedan acceder al servicio utilizando smartphones, usar esos vehículos día y noche, 24/7, y cargarlos con electricidad.

Existen dos compañías que tienen una oportunidad razonable para incursionar en lo que podría ser, de acuerdo con ellos, un mercado de 8 billones de dólares.

Otras firmas podrían entrar a este espacio al ofrecer productos diferentes— Ford y Volkswagen se han aliado con Argo AI para proveer una variedad de servicios, y Mobileye se ha posicionado a sí misma como un proveedor clave de tecnología, de análisis de datos y como líder regulatorio.

Pero solo el Alphabet de Waymo y el Cruise de General Motors están posicionados para competir en lo que sería un servicio de taxi urbanos. Ambos están probando esto— Waymo en el área de Phoenix, Arizona, y Cruise en San Francisco, California. Eso podría hacernos pensar en dónde queda Tesla.

El CEO de Tesla, Elon Musk, está enterado del gran cambio de narrativa de los autos eléctricos para consumidores hacia vehículos que se manejan solos. Ha prometido que los Teslas se manejarán sin conductor de costa a costa (no ha pasado) y que lanzaría un servicio de robotaxis (tampoco ha sucedido).

Elon Musk, CEO de Tesla
Frederic J. Brown/AFP via Getty Images

Eso no significa que Tesla no tenga una propuesta de tecnología interesante; la tiene, si puede expandir radicalmente su sistema de autopiloto.

El reto de Tesla

El reto principal no es tecnológico. Tesla está maniatado en esta área porque su premisa de negocio se encuentra orientada a vender autos a consumidores individuales. La compañía vendió un récord de vehículos en 20019, cerca de 370,000, pero las ventas de las denominadas “flotillas” no don un factor; para fabricantes de autos como General Motors y Ford, sí lo son.

Grandes fabricantes de autos suelen ser criticados por promover vehículos que no se venden bien para flotillas. Aunque eso es una queja válida, las compañías de renta de vehículos y los gobiernos también deben comprar autos.

Tesla debe ser innovador para hacer más con menos. Su impresionante capitalización de mercado— cerca de 150 mil millones de dólares que lo hacen estar valuada tres veces más que General Motors— enmascara todo, desde su capacidad de manufactura limitada (una fábrica, con una segunda llegando a China) a su falta de efectivo en caja (apenas 7 mmdd, lo suficiente para manejar su negocio por un año) a sus pocas ganancias (su trimestre más reciente cerró 2019 con una buena nota, pero sus emisiones de crédito tienen mucho que ver con ello.)

Por años, Tesla ha estirado su mezcla de vehículos y poniendo precios para cubrir múltiples segmentos, y ha convencido a algunos compradores de mercado en masa a cambiar a alternativas más costosas como el Model S o Model X, o a inclinarse a modelos más baratos como el Model 3.

Si lo piensas, con el Model S esencialmente sin cambios desde su presentación en 2012, y con el Model X también sin cambios desde 2015, Tesla solamente está vendiendo un coche nuevo: el Model 3.

Si Tesla quiere ofrecer un servicio de robotaxis, debe encontrar una manera de hacerlo con las plataformas que construye— plataformas que están extraña y enteramente dedicadas al momento del mercado minorista.

Esta es una columna de opinión. Los pensamientos aquí expresados son de los autores.

Autor: Matthew DeBord. Traducido de Business Insider.

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