• Las operaciones simuladas  de las factureras implicaron un desfalco de 55,125 millones de pesos en impuestos al Servicio de Administración Tributaria.
  • En la conferencia matutina,  Raquel Buenrostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria, informó que muchas de estas empresas ya están publicadas en el Diario Oficial de la Federación como factureras.
  • Dijo que el IVA es difícil de recuperar, pero van por los 19,146 millones de pesos que se dejaron de pagar por concepto de ISR.
 

Las 43 empresas factureras que serán denunciadas por el gobierno federal realizaron operaciones simuladas por 93,000 millones de pesos, que generaron 24,583 millones de pesos de Impuesto Sobre la Renta (ISR) y 11,396 millones de pesos de Impuestos al Valor Agregado (IVA).

Raquel Buenrostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), dijo que además estas empresas contrataron a personal al que le descontaban ISR, por 19,146 millones de pesos, sin embargo, no lo pagaron a la autoridad fiscal.

Por lo tanto, por las operaciones simuladas el SAT dejó de recibir 55,125 millones de pesos en impuestos.

En la conferencia matutina, informó que muchas de estas empresas ya están publicadas en el Diario Oficial de la Federación como factureras; mientras que en otros casos están corriendo los tiempos como presuntas empresas factureras, pero tienen además investigaciones por lavado de dinero.

“Las empresas se relacionan entre sí, comparten personas físicas, es decir, hay 244 clientes que compran en varias de las empresas factureras. Para ello se analizaron 22 millones de facturas”, informó la titular del SAT.

Buenrostro Sánchez dijo que el IVA es difícil de recuperar, pero van por los 19,146 millones de pesos que se dejaron de pagar por concepto de ISR.

Contribuyentes relacionados con las factureras, podrán ponerse al corriente

“Vamos a enviar cartas a todos los contribuyentes para que se acerquen al SAT y se regularicen, porque muchos de estos contribuyentes no sabían que esas empresas estaban relacionadas con el crimen organizado”, aseguró.

En caso de que no se regularice se tomarán otras medidas y ahí se pasaría la batuta a la Procuraduría Fiscal de la Federación.

Por su parte, Carlos Romero Aranda, procurador Fiscal de la Federación, dijo que a quienes están atacando son a las empresas que venden las facturas.

“El día de hoy se estarán presentando 7 querellas contra los grupos principales de estas empresas para tratar de cuadrar dos delitos defraudación fiscal y lavado de dinero para equipararlo a delincuencia organizada”, explicó.

Dijo que a los contribuyentes que tuvieron relación con las factureras se les dará tres meses para regularizarse, si en esos tres meses no se regulariza la Procuraduría Fiscal de la Federación presentará las querellas contra quien compró las facturas o se vio beneficiado.

“Porque entonces se presume que si hubo un contubernio, sí hay un acuerdo criminal entre quien vendió y entre quien compró la factura”.

Quienes sean sancionados por defraudación fiscal y defraudación fiscal equiparada pueden pasar hasta 9 años en la cárcel.

Dijo que los 55,125 millones de pesos que se dejaron de pagar en perjuicio del SAT solo corresponden al ejercicio fiscal de 2017.

Decisiones rumbo a una nueva cultura tributaria

El procurador fiscal de la federación dijo que el gobierno federal tomó decisiones que cambiarán el rumbo de la cultura tributaria.

La primera decisión fue la eliminación de la compensación universal, que era un esquema que utilizaban las factureras para no pagar impuestos, simular saldos a favor y hacer verdaderos hoyos al fisco federal.

La segunda decisión estructural fue poner en la Constitución el que no se permite la condonación de contribuciones, explicó.

Y la tercera fue la reforma de factureras, que se equipara con delincuencia organizada a quien vende facturas; se refiere a 3 o más personas que de manera reiterada incurren en el delito de defraudación fiscal, que crean empresas para no pagar impuestos.

Aseguró que las factureras proliferaron porque se les permitió, sin embargo, “…el mensaje que se quiere mandar hoy es que se acabó la fiesta, las factureras no pueden seguir adelante, que todos debemos pagar impuestos”, finalizó.

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