• El reto al que nos enfrentamos las mujeres haciendo malabares entre nuestro rol de madre y nuestro compromiso laboral se agudizó con el Covid-19 y disparó el estrés.
  • La meditación brinda muchos beneficios a nivel físico, mental y emocional, ya que entras en un estado de relajación, explicó la experta en salud y bienestar, Gizehlle García.
  • La especialista advirtió que el estrés crónico produce, a nivel celular, oxidación; es decir, acelera el proceso de envejecimiento.
 

La pandemia de Covid-19 llegó y colapsó por completo las estructuras económicas, políticas y sociales que, anteriormente, ya habían dado origen a otras pandemias. Tal es el caso del estrés crónico que cobra más vidas que el mismo virus y que afecta a muchas madres de familia.

El reto al que nos enfrentamos las mujeres quienes, día a día, vamos “haciendo malabares” entre nuestro rol de madre y nuestro compromiso laboral se agudizó provocando que el estrés se disparara considerablemente.

Para las madres que trabajamos, estar y sentirnos lo mejor posible es una prioridad. Solamente así podremos enfrentar cualquier reto de una forma más creativa, inteligente, eficiente y; sobre todo, en bienestar.

Así pues, es momento de hacer un alto para comprender que vivir bajo estrés no es lo normal, y comenzar a desarrollar el principal activo: nuestra salud y bienestar.

El estrés crónico en las madres: un estado de supervivencia

El estrés es un sistema de supervivencia que nos permite reaccionar de manera rápida ante algún peligro; sin embargo, nuestro cuerpo no fue diseñado para estar en ese estado por un tiempo prolongado ya que afecta el sistema inmunológico y puede generar enfermedades crónico degenerativas.

Si te has percibido con cambios de estado de ánimo, problemas de sueño o memoria, comportamientos compulsivos, tienes alteraciones hormonales y/o aumento de peso, necesitas salir del estado de supervivencia.

Las claves de la gestión saludable del estrés crónico

Aquí 5 prácticas claves para llevar a cabo tu rol de mamá y tu rol laboral y profesional en mayor bienestar:

1. ¡A movernos!

Al ejercitarnos se liberan neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la endorfina que mejoran nuestro estado de ánimo.
Descubre qué actividad física disfrutas realizar y dedícale por lo menos de 20 a 30 minutos diaramente. ¡Esa liberadora y placentera sensación después del ejercicio lo vale!

2. ¡A disfrutar!

Ten una cita tú contigo una vez a la semana para realizar cualquier actividad que te reviva. Tomar un baño relajante, darte un masaje, descubrir el placer de la aromaterapia, escuchar música, salir a caminar en la naturaleza, bailar, pintar o escribir te da esa experiencia de relajación, felicidad, gozo y alegría

3. ¡A organizarse en tiempo y espacio!

El punto de partida es establecer tus prioridades. Observa a qué actividades estás dedicando tu tiempo de vida. Enfócate en realizar aquellas que son importantes y delega aquellas que puedan ser realizadas por alguien más.

Además, comienza tu día enfocándote en ti. Robin Sharma, en su libro “El Club de las 5 am”, sugiere que, para incrementar la productividad, al despertar se realicen 20 minutos de ejercicio, 20 minutos de meditación y 20 minutos de lectura.

Además, cada mañana elige tus actividades claves del día, evita procrastinar, sé flexible, acepta lo que no se puede cambiar y aprende a decir NO.

Por otro lado, Shoukei Matsumoto, en su libro “A Monk´s Guide to a Clean House and Mind” nos invita a limpiar, a desechar todos aquellos objetos que no utilizamos, a ordenar, y a crear espacios funcionales. Un espacio ordenado da como resultado una mente relajada y ordenada. Así que crea tu nuevo espacio.

4. ¡Desconéctate para conectarte!

La meditación brinda muchos beneficios a nivel físico, mental y emocional ya que entras en un estado de relajación y de profunda paz interna.

Para iniciar, lo único que necesitas es encontrar un espacio en el que evites ser interrumpida y comienza a respirar de manera profunda, llevando toda tu atención a la inhalación y a la exhalación. Cuenta 10 respiraciones conscientes, sin prisa. Trata de realizar la práctica diariamente al despertar y antes de dormir.

5. ¡Alimenta a tus células!

El estrés crónico produce, a nivel celular, oxidación; es decir, acelera el proceso de envejecimiento.

Por esto, es fundamental que des a tus células alimentos antioxidantes como: té verde o azul, frutos rojos, frutos secos (almendras, pistaches), vegetales de hoja verde (kale o col rizada, espinacas, arúgula), jitomate, zanahoria, betabel, pimientos, canela, orégano y cacao. Recuerda que eres lo que comes.

Teniendo en cuenta estas claves, sólo queda es ¡Practicar! La información es poder hasta el momento en que la utilizamos. Dedica tiempo cada día a estas nuevas prácticas y comienza a sentir sus beneficios! Regresa tu centro, regresa al bienestar, regresa a ti. De ahí parte todo.

* Experta en Salud, Nutrición Integral y en Bienestar Corporativo. Conferencista y entrenadora física. Licenciada en Mercadotecnia por el Tec de Monterrey.

Dedicada a la educación y capacitación por más de 21 años y al bienestar integral desde hace 13. Fundadora de LA FELICIDAD ES RENTABLE, dirigido al bienestar integral y a la felicidad de los colaboradores en organizaciones como BMW Plant SLP, Goodyear, Cummins, Mabe Latinoamérica, entre muchas otras.

Ganadora del Premio Mujer Tec 2020 en la categoría Balance Vida – Carrera por su trayectoria y aportaciones a la comunidad.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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