- Las apuestas deportivas no son más comunes ahora que hace 20 años.
- Sin embargo, estas se encuentran asociadas con los síntomas del trastorno del juego, lo que significa que se trata de un comportamiento de riesgo.
- Las apuestas deportivas tradicionales, jugar diario a ligas de fantasía o hacer apuestas en deportes electrónicos están asociadas con mayores probabilidades de ser categorizado como un jugador de riesgo moderado o alto.
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Durante la mayor parte de la historia de los Estados Unidos, las apuestas deportivas eran raras.
Algunas personas ciertamente apuestan ilegalmente en deportes a través de un corredor de apuestas, o hacen apuestas en los pocos lugares donde es legal, como Nevada.
Sin embargo, la política de juegos de azar dio un giro brusco en 2018, cuando la Corte Suprema decidió que cada estado de EU tenía derecho a legalizar o prohibir las apuestas deportivas según lo considerara conveniente.
Los efectos de este fallo no se hicieron esperar, y muchos estados introdujeron legislación para legalizar las apuestas deportivas en cuestión de meses. Cuatro años después, más de 30 estados han legalizado las apuestas deportivas y muchos más están trabajando para legalizarlas en el futuro inmediato.
Esta ola de apuestas deportivas legalizadas ha abierto las compuertas para nuevas oportunidades de juego. No es sorprendente que muchos estadounidenses hayan expresado su preocupación de que el creciente acceso a las apuestas deportivas genere una afluencia de personas con nuevos problemas de juego.
Somos psicólogos clínicos y profesores que investigamos las adicciones conductuales, como el trastorno de conducta sexual compulsiva y el trastorno del juego. Recientemente, comenzamos una nueva línea de investigación sobre las apuestas deportivas en EU. Nuestros hallazgos iniciales destacan cuántos estadounidenses apuestan en los deportes, así como el grupo demográfico con más probabilidades de hacerlo.
Las múltiples formas de apuestas deportivas
Antes de hablar de ese estudio, es importante aclarar a qué nos referimos cuando hablamos de apuestas deportivas. Como la mayoría de los otros tipos de juegos de azar, puede tomar muchas formas diferentes. Las apuestas deportivas tradicionales se refieren a apostar sobre los resultados de los eventos deportivos. Estas apuestas se pueden realizar sobre quién gana un juego, por cuántos puntos se decidió el juego o el puntaje total combinado del juego.
Más allá de la forma tradicional, las apuestas deportivas también pueden implicar apuestas en deportes electrónicos, que son videojuegos profesionales y competitivos. También puede involucrar juegos de liga de fantasía pagados, que se refiere a personas que «redactan» equipos virtuales de jugadores y compiten contra los equipos virtuales de otros participantes en el transcurso de una temporada deportiva.
Finalmente, las apuestas deportivas también pueden implicar la participación en juegos diarios de la liga de fantasía. Esta forma de apostar es similar a las ligas de fantasía regulares, pero los jugadores seleccionan nuevos equipos semanalmente y compiten semana a semana, en lugar de durante toda la temporada.
Hombres jóvenes en riesgo
A principios de 2022, nos embarcamos en un proyecto de investigación a largo plazo para estudiar quién apuesta en los deportes en EU y cómo cambian sus comportamientos de juego con el tiempo.
Trabajamos con la empresa de encuestas y análisis de datos YouGov America para reclutar una muestra representativa a nivel nacional de más de 2,800 adultos estadounidenses. También recolectamos otra muestra representativa de más de 1,500 adultos estadounidenses que habían apostado recientemente en deportes.
Encuestamos a estas dos muestras y les preguntamos sobre sus comportamientos de apuestas deportivas y una variedad de otros problemas de salud mental. También preguntamos sobre los síntomas del trastorno del juego, que es un trastorno adictivo caracterizado por un comportamiento de juego excesivo o fuera de control.
Acabamos de publicar nuestra primera ronda de hallazgos de las primeras etapas de este trabajo.
En este artículo inicial, tratamos de identificar quiénes tenían más probabilidades de apostar en los deportes y cómo se relacionaban las apuestas deportivas con los problemas con el juego. Es importante destacar que no solo les preguntamos a estas personas si habían «apostado en deportes». También preguntamos sobre la participación en deportes de fantasía, ligas diarias de deportes de fantasía y apuestas en deportes electrónicos.
En nuestra muestra representativa a nivel nacional, encontramos que solo una fracción de los estadounidenses ha apostado en deportes recientemente. Aunque 17.2% de los estadounidenses informó haber apostado en deportes en su vida, solo 6.2% informó que lo había hecho en el último año. Del mismo modo, solo 5.9% informó haber participado en una liga de deportes de fantasía pagada durante el último año, solo 4.2% informó estar involucrado en ligas de deportes de fantasía diarias y solo 4.1% informó haber apostado en deportes electrónicos el año pasado.
En resumen, las apuestas deportivas siguen siendo una actividad relativamente rara en EU, y nuestros datos no muestran necesariamente aumentos con respecto a las tasas de prevalencia de hace 20 años.
Pero también analizamos quién era más probable que apostara en los deportes. En todas las formas de apuestas deportivas, descubrimos que los hombres más jóvenes con títulos universitarios y mayores ingresos tenían más probabilidades de apostar en deportes que otros estadounidenses.
Finalmente, examinamos si las apuestas deportivas estaban relacionadas con los síntomas del trastorno del juego. Nuevamente, nuestros resultados fueron bastante claros: las apuestas deportivas tradicionales, el juego diario de la liga de fantasía y las apuestas en deportes electrónicos se asociaron con probabilidades mucho más altas de ser categorizado como un jugador de riesgo moderado o alto.
En pocas palabras, estas formas de apuestas deportivas son factores de riesgo para tener también problemas con el juego.
Un ojo hacia el futuro
En conjunto, nuestros hallazgos no necesariamente sugieren que las apuestas deportivas estén generando una ola de nuevos jugadores en todo el país. Además, entre los que apuestan en los deportes, la mayoría parece hacerlo sin efectos negativos.
Sin embargo, las apuestas deportivas están asociadas con los síntomas del trastorno del juego, lo que significa que se trata de un comportamiento de riesgo, tal vez similar al consumo de alcohol u otras formas de juego, como jugar en las máquinas tragamonedas. La mayoría de las personas que se involucran en cualquiera de estos comportamientos lo harán sin problemas. Pero para algunas personas, el acceso a las apuestas deportivas probablemente resulte en el desarrollo de síntomas del trastorno del juego.
Como investigadores y médicos, estamos especialmente preocupados por esta posibilidad: cualquier aumento en las personas que buscan ayuda para los trastornos del juego podría abrumar a los centros de tratamiento de la nación, que ya se encuentran sobrecargados y con fondos insuficientes.
Por esta razón, creemos que es importante identificar rápidamente a las personas que corren el riesgo de desarrollar problemas con el juego. Este es uno de nuestros principales objetivos en nuestro estudio continuo de las apuestas deportivas. Al identificar quién es más probable que desarrolle un problema con el juego, esperamos influir en los legisladores y profesionales de la industria del juego para ayudar a introducir salvaguardas que protejan a las personas en riesgo.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
Joshua B. Grubbs es Profesor Asociado de Psicología, Universidad Estatal de Bowling Green
Shane Kraus es Profesor Asistente de Psicología, Universidad de Nevada, Las Vegas
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