• Estados Unidos gastó 8,000 millones de dólares en 15 años para eliminar el negocio del opio en Afganistán.
  • Pero incluso con la pandemia de Covid-19 el cultivo de amapola se disparó  37% en 2o20.
  • Este es un negocio que representa 7% del PIB de Afganistán, y ahora está en pleno control de los talibanes.

Estados Unidos gastó 8,000 millones de dólares en 15 años para privar a los talibanes de las ganancias del comercio de opio en Afganistán, desde la erradicación de la amapola hasta ataques aéreos y redadas en laboratorios sospechosos.

La estrategia fracasó.

Ahora que Estados Unidos está terminando su intervención militar más larga en su historia, Afganistán sigue siendo el mayor proveedor de opio ilícito del mundo. Y es seguro que seguirá siéndolo, dijeron funcionarios y expertos de Estados Unidos y la ONU, antes de la toma de Kabul.

La destrucción generalizada durante la guerra, los millones de personas desarraigadas de sus hogares, los recortes de la ayuda exterior y las pérdidas de gasto local por la salida de las tropas extranjeras lideradas por Estados Unidos alimentan una crisis económica y humanitaria. Probablemente dejará a muchos afganos dependientes del comercio de narcóticos para sobrevivir.

Esta dependencia amenaza con generar más inestabilidad. Los talibanes, otros grupos armados, los señores de la guerra étnicos y funcionarios públicos corruptos se disputan los beneficios de la droga y el poder.

Se prevé un aumento en la producción de opio en Afganistán

Para funcionarios de la ONU y de EU les preocupa que la caída de Afganistán en el caos esté creando condiciones para una mayor producción ilícita de opio. Y esto que podría suponer una ventaja para los talibanes.

«Los talibanes han contado con el comercio de opio afgano como una de sus principales fuentes de ingresos», dijo a Reuters César Gudes, jefe de la oficina de Kabul de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). «Una mayor producción trae consigo drogas con un precio más barato y atractivo. Y por tanto una mayor accesibilidad», agregó.

Con la entrada de los insurgentes en Kabul el domingo «son los mejores momentos en los que estos grupos ilícitos suelen tomar posiciones» para ampliar su negocio, dijo Gudes.

Los talibanes prohibieron el cultivo de «adormidera» en 2000 en busca de legitimidad internacional. Pero se enfrentaron a una reacción popular y posteriormente cambiaron su postura, según los expertos.

A pesar de las amenaza de las drogas ilícitas en Afganistán, Estados Unidos y otros países rara vez publicaron la necesidad de abordar el comercio. Esto a pesar de que representa más de 80% del suministro mundial de opio y heroína, según la ONUDD.

«Nos hemos mantenido al margen y, por desgracia, hemos permitido que los talibanes se conviertan probablemente en la organización terrorista no designada con mayor financiación del mundo», dijo un funcionario estadounidense con conocimiento del comercio de drogas en Afganistán.

El cultivo de opio se disparó en Afganistán

Los agricultores afganos sopesan un sinfín de factores a la hora de decidir la cantidad de amapola que van a plantar. Estos factores van desde las precipitaciones anuales y el precio del trigo —el principal cultivo alternativo a la adormidera— hasta los precios mundiales del opio y la heroína.

Sin embargo, incluso durante las sequías y la escasez de trigo, cuando los precios de se disparan, los agricultores afganos han cultivado adormidera. Han extraído la goma de opio que se refina en morfina y heroína. En los últimos años, muchos han instalado paneles solares de fabricación china para alimentar pozos de agua profundos.

Según la ONUDD, en tres de los últimos cuatro años se han registrado los niveles más altos de producción de opio en Afganistán. Incluso mientras la pandemia del Covid-19 hacía estragos, el cultivo de amapola se disparó un 37% el año pasado, según se informó en mayo.

Los estupefacientes ilícitos son «la mayor industria del país, a excepción de la guerra», dijo Barnett Rubin, antiguo asesor del Departamento de Estado sobre Afganistán.

El máximo histórico estimado de producción de opio se estableció en 2017 en 9,900 toneladas por un valor de unos 1,400 millones de dólares en ventas de los agricultores. Esto es aproximadamente 7% del PIB de Afganistán, informó la ONUDD.

Si se tiene en cuenta el valor de las drogas para la exportación y el consumo local, junto con los precursores químicos importados, la ONUDD estimó que la economía ilícita global de opiáceos del país ese año ascendió a nada menos que 6,600 millones de dólares.

Los expertos afirman que los talibanes y los funcionarios públicos llevan mucho tiempo implicados en el tráfico de estupefacientes. Aunque algunos discuten el alcance del papel y los beneficios de los insurgentes.

Colusión con funcionarios de gobierno afganos

Naciones Unidas y Washington sostienen que los talibanes están implicados en todas las etapas. Desde la plantación de adormidera, la extracción de opio y el tráfico, hasta la recaudación de «impuestos» de los cultivadores y los laboratorios de drogas. Así como el cobro de tasas a los contrabandistas por los envíos con destino a África, Europa, Canadá, Rusia, Oriente Medio y Asia.

Algunos de esos envíos se lanzan a través de la frontera, fuertemente patrullada, hacia los traficantes de Irán con catapultas rudimentarias, informó David Mansfield, un destacado investigador del comercio ilícito de drogas en Afganistán.

Se estima que Washington gastó 8,600 millones de dólares entre 2002 y 2017 para estrangular el comercio de drogas en Afganistán. Esto con el fin de negar fondos a los talibanes, según un informe del SIGAR de 2018.

Aparte de la erradicación de la amapola, Estados Unidos y sus aliados respaldaron redadas de interdicción. También programas de cultivos alternativos, ataques aéreos contra presuntos laboratorios de heroína y otras medidas.

Según expertos, la medidas avivaron la ira contra el gobierno de Kabul y sus patrocinadores extranjeros —y la simpatía por los talibanes— entre los agricultores y trabajadores que dependen de la producción de opio para alimentar a sus familias.

Un lección que los talibanes aprendieron con la prohibición del cultivo de adormidera en 2000, dijo la académica de la Brookings Institution Vanda Felbab-Brown. Por lo que es poco probable que los talibanes lo prohíban.

Con información de Reuters.

AHORA LEE: La pandemia fue un punto de disrupción para los bancos —proyectos tecnológicos se aceleran en meses, cuando antes tomaba años, asegura Infocorp

TAMBIÉN LEE: La deuda de los gobiernos a nivel mundial se dispara por la variante Delta —a pesar de la disminución en la tasa de interés

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedIn y Twitter