• Un equipo internacional liderado por científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) desarrolló EC-Eye, el primer ojo biónico 3D del mundo con capacidades que superan a los actuales modelos de ojos biónicos.
  • Los ojos biónicos han surgido como una herramienta que puede restaurar la visión a las personas que han perdido la vista; incluso podría ayudarles a ver a aquellos que nunca la tuvieron para empezar.
  • De acuerdo con sus desarrolladores, la tecnología del EC-Eye tiene el potencial de superar la visión de un ojo humano real mediante el uso de una matriz más densa de sensores y conectando cada sensor a un nanocable individual.

Un equipo internacional liderado por científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong (HKUST) desarrolló EC-Eye, el primer ojo biónico 3D del mundo con capacidades que superan a los actuales modelos de ojos biónicos; e incluso tiene el potencial de exceder las capacidades de los ojos humanos.

El Ojo Electroquímico (EC-Eye) desarrollado en HKUST replica la estructura de un ojo natural y tiene el potencial de ofrecer una visión aún más nítida. Incluso podría contar con funciones adicionales sacadas de una película de ciencia ficción, como la capacidad de detectar radiación infrarroja en la oscuridad.

EC-Eye ojo biónico
El prototipo del Ojo Electroquímico (EC-Eye). HKUST

Los ojos biónicos han surgido como una herramienta que puede restaurar la visión a las personas que han perdido la vista; incluso podría ayudarles a ver a aquellos que nunca la tuvieron.

Actualmente, las versiones más avanzadas son las de compañías como Bionic Vision Australia y Second Sight, que ya han sido implantadas en pacientes. Ambos dispositivos procesan información mediante una pequeña unidad fuera del cuerpo que luego la envía a un implante en la retina del usuario. A partir de ahí, las señales se transmiten a los centros visuales del cerebro.

Pese a que los usuarios que han utilizado esta tecnología dicen poder ver destellos de luz nuevamente por primera vez en años, la visión que permiten estos dispositivos no es lo suficientemente clara como para que puedan moverse sin asistencia.

En lugar de utilizar un sensor de imagen, el diseño del EC-Eye se basa en una retina real con una curva cóncava. Esta superficie está equipada con una serie de pequeños sensores de luz diseñados para imitar los fotorreceptores presentes en la retina humana. Estos sensores se unen a un haz de cables de metal líquido, que actúa como el nervio óptico.

El equipo probó al EC-Eye y demostró que es capaz de capturar imágenes con relativa claridad. Al instalarlo frente a una pantalla de computadora que mostraba letras individuales grandes, fue capaz de mostrarlas con suficiente claridad como para ser leídas.

Aunque es una gran mejora con respecto a los diseños de ojos biónicos existentes, la visión de EC-Eye todavía está muy lejos de ser un ojo humano natural. Pero, el equipo que lo desarrolló cree que esto podría cambiar en el futuro.

De acuerdo con ellos, la tecnología del ojo biónico EC-Eye tiene el potencial de superar la visión de un ojo humano real mediante el uso de una matriz más densa de sensores y conectando cada sensor a un nanocable individual.

El equipo incluso dice que el uso de otros materiales en diferentes partes del EC-Eye podría otorgar a sus usuarios una mayor sensibilidad a la luz infrarroja, esencialmente permitiendo desarrollar visión nocturna.

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