• En el último año, Armario Joyería creció 300% sus ventas en Amazon y su siguiente paso es entrar al mercado estadounidense.
  • Después de casi cinco años, este negocio en el que trabajan seis mujeres, cuenta con 400 diseños propios.
  • Ser constante y rodearse de un equipo de gente inteligente es parte de la filosofía de Paulina Vargas, fundadora de la empresa.

Ironías de la vida. Al mismo tiempo que la pandemia puso en jaque a la economía mundial, provocó que emprendedores como Paulina Vargas, fundadora de Armario Joyería, registrara ventas históricas. Para ella, el e-commerce es el camino al éxito y hacia él enfoca su estrategia de negocio.

“Cuando en abril de 2020 todo cerró por la pandemia, llevábamos un año en market places pero el 60, 70% de nuestra venta seguía siendo física —comenta Paulina—. Sentimos mucha incertidumbre, miedo. Sorpresivamente, por el Día de las Madres, mayo de ese año resultó ser nuestro mejor mes histórico. Vimos que ahí estaba la clave y enfocamos nuestro negocio a e-commerce, que ahorita representa el 90, 95% de lo que vendemos”.

Armario Joyería

Joyería: poca merma, buen margen y mucho significado

Antes de abrir Armario Joyería en 2016, Paulina, egresada de Administración en la Ibero, trabajó en una empresa de e-commerce. La conquistó la innovación, el movimiento y la nueva tendencia de venta.

“Dentro de los rubros que vendía, joyería se me hizo uno de los más interesantes. Tienes menos merma, buen margen y no pasa de moda tan rápido. Entonces, me metí a un curso de joyería, empecé a buscar proveedores y en Taxco encontré un taller súper bueno con el que decidí trabajar —relata—. Lo primero que hice fue abrir mi e-commerce, que para mí era lo básico, pero necesitas una inversión grande para traer tráfico a tu página”.

Por esa razón, Paulina optó por también vender en bazares. El flujo de efectivo empezó a correr rápido y contrató vendedores. Luego la buscaron algunos hoteles y entró a tiendas de artesanía y moda con el producto en consigna. Para 2019 ya estaba en 17 puntos de venta físicos. 

“Mi marca es 100% experiencia de compra. A cada pieza le pongo un significado; viene con una tarjeta que explica alguna situación o intención y eso es lo que enamora a la gente —indica—. Una vez llegó una chava y me dijo que quería algo para su mamá, que era sobreviviente de cáncer. Eligió una libélula, que habla de renacer y retomar fuerza. Eso para mí lo vale todo; realmente estamos tocando corazones”.

Armario Joyería

E-commerce es el camino al éxito aun sin confinamiento

Después de casi cinco años, Armario Joyería cuenta con 400 diseños. A nivel global vende 700 piezas al mes. El equipo lo conforman seis mujeres que trabajan prácticamente de manera virtual.

“Un gran reto fue trabajar a distancia. Al principio no nos hallábamos. Pero nunca dejamos de pagar nóminas y fue interesante la adaptación que tuvimos como equipo durante la pandemia. La estrategia fue migrar a e-commerce. Ha funcionado muy bien, hemos crecido y nos queremos mantener así”, asegura Paulina.

Para esta empresaria de 36 años, lograr incrementar la venta 300% en Amazon de un año a otro es, sin duda, uno de sus mayores logros.

“Todo es cuestión de estudiar la plataforma. Tengo a una persona que se dedica exclusivamente a Amazon. Todos los días cambia la demanda de productos o hay nuevas estrategias de marketing. No es difícil, pero sí hay que dedicarle tiempo. Amazon te da muchas herramientas, tiene una Seller University, webinars, para que si realmente te aplicas, logres destacar”, dice.

Los planes de Paulina son buscar más opciones de e-commerce y vender en Estados Unidos. Desde su punto de vista, la tendencia es venta en línea aunque la gente esté regresando a lo físico. Hay un cliente latente que puede dar dos clics y comparar su producto.

Como emprendedora, considera que todo el tiempo hay que picar piedra para que el negocio no se caiga. Ser constante y rodearse de un equipo de gente inteligente que se apasione por lo que hace han sido dos de sus aciertos.

“Cuando estaba teniendo a mi bebé, en junio del año pasado, acabábamos de pasar la temporada más fuerte de venta. Gracias a mi equipo, a que puedo delegar y ellas tomar el control, este barco ha salido adelante. El aprendizaje que uno tiene como emprendedor es bien padre, a veces da miedo pero lo vale muchísimo. Es nunca detenerte y estar preparado para cualquier momento”, finaliza. 

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