- Diseñar productos con perspectiva de género permite que más personas se sientan incluidas y tengan una mejor experiencia.
- Frog, un estudio pionero en México, cuenta su proceso para lograrlo.
- Belén García, directora de estrategia del estudio, recomienda acercarse a todas las personas involucradas y no tener miedo a cuestionar los sesgos propios antes de diseñar.
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Cada vez se habla más de la importancia de tener perspectiva de género en diferentes ámbitos, pues es necesario y urgente para avanzar como sociedad en materia de representación y derechos. En este sentido, han surgido nuevas líneas de estudio y aplicaciones, como el diseño con perspectiva de género, que buscan hacer productos funcionales para la mayoría de las personas que los utilizan.
¿Qué es la perspectiva de género y cómo se aplica en el diseño?
La perspectiva de género es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres y los hombres que «propone eliminar las causas de la opresión de género como la desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basada en el mismo», refiere la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de Violencia.
En materia de diseño, esto implica observar y hacer propuestas de los productos desde una posición neutral; es decir, sin hacer alguna segmentación entre mujeres y hombres.
Frog es uno de los estudios pioneros en esta tendencia en México. Su primer acercamiento al diseño con perspectiva de género fue en un proyecto para una marca de gestión menstrual.
“Lo que tratamos de hacer fue abrir nuestro campo de visión para incluir a todas las personas menstruantes y utilizar esta perspectiva para incluirles en la investigación”, dice en entrevista Belén García, directora de estrategia en frog México.
Para el proyecto, el estudio habló con mujeres y personas menstruantes para entender cómo viven la menstruación. Hacer esto, permitió ampliar el espectro sobre las personas usuarias de los productos y el acceso a ellos.
Además, frog trabajó en proyectos de señalizaciones de tránsito incluyentes en el Metrobus de la Ciudad de México. En sus oficinas de Estados Unidos, la empresa desarrolló productos para mejorar la experiencia del examen periódico entre las mujeres y personas menstruantes.
En ambos casos, utilizaron la misma metodología para posibilitar la inclusión.
“Si queremos generar algo que dé valor necesitamos escuchar a las personas que lo usarán”, dice García.
Cómo implementar el diseño con perspectiva de género en productos existentes
Como en cualquier proceso de diseño y de rediseño, los equipos involucrados tienen que hacer frente a un reto. Para lograrlo con éxito, García ofrece una serie de pasos a seguir:
- Es necesario hacer un diagnóstico del problema y definir el marco desde el que se trabajará.
- Hay que hacer una investigación previa para conocer a los usuarios y las necesidades que tienen.
- Posteriormente, se generan ideas.
- Una vez establecido, se pasa al proceso de producción y pruebas.
- Después de hacer las pruebas, se hacen los ajustes para el lanzamiento del producto.
Definir el marco de trabajo es una de las fases más importantes, pues permite observar y redefinir quiénes son los usuarios de cada producto.
“Creo que toda la parte de investigación es fundamental para el diseño centrado en las personas. Lo más valioso de hacerlo es que te permite solucionar verdaderas necesidades y cambiar lo que ya existe”, sostiene García.
Identificar sesgos y tener retroalimentación son claves en el proceso
Al momento de diseñar, García recomendó pensar en los sesgos y en los prejuicios que pudieran influir en el producto. Entre las preguntas que suele hacerse, y que recomienda a su equipo, están:
- ¿Desde dónde viene la idea para el diseño?
- ¿El diseño nace de una creencia personal o de escuchar a otras personas?
- ¿Se toma en cuenta a las personas a quienes beneficiará el diseño?
Otro punto clave para ella es conversar con las personas implicadas en el proyecto; así, puede obtener retroalimentación y nutrirse de otros puntos de vista. Para ella, esto también representa la oportunidad de abrirse y no invalidar opiniones distintas.
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