• Es más probable que los poseedores de criptomonedas amen a los perros, y los inversionistas en oro sean personas de gatos.
  • Solo una cuarta parte de todos los inversores en criptomonedas son mujeres, lo que destaca una notable brecha de género.
  • Es probable que más inversores en oro estén casados ​​y tengan hijos; mientras que los poseedores de criptomonedas tienden a estar solteros.

Es más probable que el tipo de inversionista que prefiere las criptomonedas sea dog friendly. Mientras que aquellos que invierten en oro tienden a ser cat lovers. Así lo reveló una investigación de la plataforma de intercambio de criptomonedas Xcoins.

El estudio encontró que hasta 45% de los inversionistas en el metal precioso tenían más probabilidades de tener un gato. En tanto, alrededor de 44% de los inversionistas en criptomonedas tenían perros.

Otro punto a destacar es que solo 28% de las personas que poseen criptomonedas son mujeres. Esto confirma que la industria está dominada por hombres, hasta por 72%. Mientras tanto, los inversores en oro se dividen casi por igual entre hombres y mujeres.

Los datos publicados por eToro el mes pasado mostraron que solo el 15% de los comerciantes de Bitcoins son mujeres . Aunque se trata de un ligero aumento desde principios de 2020, es notable el enorme desequilibrio de género en el mundo de las criptomonedas.

Rob Frye, CEO de Xcoins destacó que es importante cerrar la brecha de género para facilitar la adopción generalizada de las criptomonedas. «Si Bitcoin quiere tener éxito en el mainstream, entonces necesita el apoyo de todos los grupos demográficos», indicó el directivo. «Nadie está impidiendo que las mujeres entren o inviertan en el espacio criptográfico, pero tampoco se está haciendo algo para incentivarlas».

El estudio de Xcoins también encontró que las personas más jóvenes de entre 16 y 34 años tienen más probabilidades de invertir en criptomonedas. Mientras que las que se inclinan por el oro tienen más de 34 años. Asimismo destacan las diferencias en el estado civil de los inversionistas. Aquellos con su capital invertido en oro es más probable que estén casados ​y tengan niños. En contraste, los inversionistas en criptomonedas tienden a ser solteros.

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