• Detektia es una startup que nació en 2019 de un viaje por Italia de sus fundadores, que pasaron por el puente Morandi apenas unos días antes de que este se derrumbara.
  • La compañía se dedica a proporcionar a las empresas datos acerca del estado de sus infraestructuras con una periodicidad semanal.
  • Aunque su nivel de facturación ronda los 169,000 dólares anuales y aún no han levantado ninguna ronda de financiación, cuentan ya con importantes clientes como ICA en México.

El puente Morandi era un viaducto que atravesaba desde finales de los 60 el arroyo Polcevera. Se situaba entre los barrios de Sampierdarena y Cornigliano, al oeste de Génova.

El 14 de agosto de 2018, en plena temporada alta turística en el país, se derrumbó. Fallecieron 43 personas que en ese momento lo cruzaban.

De inmediato, expertos y autoridades judiciales se apresuraron a lanzar un primer veredicto. El colapso del puente Morandi fue un error humano de mal mantenimiento de la infraestructura.

Pronto surgieron evidencias que confirmaban este punto de vista.

Poco menos de un año después del colapso del puente, expertos de la NASA publicaron un informe que fue recogido por Europa Press.

En él explicaron que la deformación del puente era evidente en imágenes satelitales que se tomaron meses antes de la caída.

Entonces el JPL (Jet Propulsión Laboratory) de la NASA desarrolló un sistema de alerta temprana por satélite. Este era capaz de detectar pequeños movimientos en los puentes que indican riesgo de colapsar.

Así, combinando datos de una nueva generación de satélites con un complejo algoritmo, el sistema de monitoreo podría utilizarse para actuar como un método de advertencia.

Como consecuencia de estas investigaciones, la empresa Autostrade per l’Italia, concesionaria del viaducto y propiedad de la opulenta familia Benetton, figura como una de las principales acusadas del trágico suceso en un proceso penal que amenaza con tardar años.

Pero este no fue el único resultado del drama.

Unos días antes del derrumbe, la geofísica Candela Sancho, que por aquel entonces trabajaba en Países Bajos analizando la placa euroasiática, cruzó el puente Morandi junto con unos amigos en mitad de un viaje de vacaciones.

La noticia del desplome fue para ellos un shock.

¿Cómo era posible que un puente que conectaba con Génova, una ciudad de casi 600,000 habitantes, se hubiese caído de esa manera? ¿De qué manera habían fallado los protocolos de vigilancia? ¿Era cierto que quienes debían vigilar su mantenimiento no se dieron cuenta de los graves síntomas de deterioro que presentaba la estructura?

Y, lo más inquietante, ¿qué hubiera pasado si hubieran retrasado su visita a Génova unos días?

Fruto de esta preocupación, un amigo de Sancho le habló del desarrollo de tecnologías como la que había presentado la NASA.

Junto con el resto del grupo, empezaron a darle cada vez más vueltas a la idea de fundar una empresa con la que garantizar la vigilancia de infraestructuras. Entre ellas las que tienen que ver con la energía y el gas, ingeniería civil, gestión de acuíferos o riesgos naturales como terremotos y volcanes.

En noviembre de 2019, con el apoyo de la Cámara de Comercio de Soria y con un capital inicial de 3,385 euros, nació Detektia. Esto, como una extensión del laboratorio de Topografía y Geomática de la facultad de Caminos, canales y puertos de la Universidad Politécnica de Madrid.

Dos años después, la empresa espera terminar el año facturando unos 169,000 dólares. Acaban de ganar el primer premio en la categoría dowstream del Global Space Markets Challenge en el marco del 72º Congreso Internacional de de Astonáutica a finales de octubre en Dubái. Y cuentan con clientes tan potentes como Sacyr en España e ICA en México, la primera constructora del país.

Una de sus fundadoras, Candela Sancho, explica a Business Insider la startup se creó con el objetivo de aplicar la técnica DInSAR (Interferometría Diferencial con Radar de Apertura Sintética) a los problemas de estabilidad y mantenimiento de presas e infraestructuras.

Simplificando, la empresa utiliza datos adquiridos por satélites para monitorear y detectar movimientos hasta milímetricos en cualquier parte del mundo.

Muchos de estos satélites orbitan la Tierra desde los años 90. Por lo que con esta información Detektia puede trazar una comparativa histórica entre las imágenes de hoy y las de hace décadas. Esto para determinar si esas anomalías pueden entrar dentro de lo esperable o si hay que preocuparse.

Lo hacen, además, apoyados en análisis profundo de datos y algoritmos, con lo que estas alteraciones son en realidad estudiadas por una inteligencia artificial que manda los datos a las empresas a través de una API.

Además, para evitar tragedias como la del puente Morandi, los expertos de Detektia se reúnen con sus clientes una vez a la semana para pasar revista a sus construcciones.

«Uno de nuestros clientes, por ejemplo, nos dijo que ahorró mucho en cimentación porque, gracias a nuestro análisis histórico, vimos que un determinado cruce de carreteras se movía mucho», explica Sancho.

«A nosotros también nos viene muy bien porque vamos probando constantemente nuestro producto. Hay cosas que desarrollas pensando que van a ser muy interesantes pero que en realidad no aportan valor, y al revés».

Detektia busca un crecimiento sin límite pero sostenido

Por ahora, la startup no se pone límite, aunque quiere crecer paso a paso. Por ejemplo, no han querido saber gran cosa ni de grandes inversionistas ni de rondas de financiación. El momento llegará; no le cierran la puerta, pero no tienen prisa.

Para lo que querían hacer para empezar, les bastó con el apoyo de importantes programas de incubación de empresas como la de la Agencia Espacial Europea.

A causa de esto, Detektia cuenta con una plantilla de unas siete personas que, estiman, crecerá pero no a un ritmo vertiginoso. «Queremos ser un equipo pequeño pero muy eficiente», cuenta Sancho.

Para ello, ha sido clave para la empresa el teletrabajo, especialmente considerando el estallido de una pandemia que se produjo apenas unos meses después de echar a rodar.

Esto provocó una curiosa situación: el equipo al completo de Detektia nunca ha trabajado a la vez desde un mismo espacio físico.

«Hace 5 o 10 años lo hubiésemos tenido mucho más difícil para empezar con un proyecto así. Habríamos pedido a las empresas ir a visitarlas para ver sus infraestructuras. Y en el caso de los clientes grandes, nos hubieran dicho que no o que no tenían tiempo. Pero todo el mundo tiene 10 minutos para una reunión por Zoom», cuenta.

En ellas, Sancho lo pone fácil. Primero, plantea a las empresas la posibilidad de probar un proyecto piloto.

Si este gusta, empieza una relación comercial en la que las tarifas de Detektia dependen de factores como el tamaño de las estructuras a vigilar. Cuanto más grandes, más fotos requieren por parte de los satélites.

Un precio medio para un proyecto de tamaño normal, explica Sancho, puede rondar los 1,128 dólares al mes. En total, 13,542 dólares al año: el precio por contar con Detektia, la startup que emergió de entre las ruinas de la tragedia del puente Morandi.

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