- La nueva serie de Netflix “Inventing Anna” trata sobre la estafadora Anna Sorokin, también conocida como Anna Delvey.
- Esta basada en un artículo viral de la periodista Jessica Pressler, quien también produjo el programa.
- Te contamos qué tan real es la serie, de acuerdo con el periodista que cubrió la saga y la propia Sorokin.
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La introducción de cada episodio de “Inventing Anna” lleva el mismo mensaje: “Toda esta historia es completamente cierta, excepto por las partes que son totalmente inventadas”.
Como alguien que cubrió el juicio en la vida real de Anna Sorokin en 2019, reportó sobre documentos de sus problemas legales y la entrevistó a ella y a personas cercanas en los siguientes años, puedo decir: la serie es más real de lo que puedes imaginar.
Aunque Sorokin no ha podido ver el show, hablé con ella sobre algunas de las escenas y separé la realidad de la ficción.
El programa de Netflix —protagonizado por Julia Garner— se basa en un artículo de New York Magazine de Jessica Pressler publicado en 2018 sobre Sorokin, quien también se hace llamar Anna Delvey, y cómo estafó a Soho.
Sorokin no pagó facturas de hoteles, viajó a Marruecos y dejó a una amiga con un recibo de 62,000 dólares; se hizo pasar por una heredera con una fortuna de 60 millones de dólares (mdd) para tratar de convencer a las instituciones financieras de que le prestaran dinero para la Fundación Anna Delvey, un espacio de arte y restaurantes en Manhattan.
Pressler, una talentosa periodista que también escribió la historia que sirvió como base para la película “Hustlers”, y produjo “Inventing Anna” junto a Shonda Rhimes.
Después de vender los derechos de su historia de vida a Netflix por 320,000 dólares, Sorokin proporcionó información para exponer el alcance de su engaño. Dos de sus amigas, Neffatari Davis y Kacy Duke, y su exabogado, Todd Spodek, también aparecen como consultores en los créditos del programa.
Sorokin terminó su sentencia de prisión luego de ser condenada por cargos relacionados con su estafa (aunque está apelando su caso). Fue arrestada nuevamente por las autoridades de inmigración y permanece encarcelada antes de una posible deportación.
A principios de este mes, escribió para Insider sobre su experiencia en la cárcel y sus pensamientos sobre la serie.
“Incluso si tuviera que mover algunos hilos y hacer que sucediera, nada de ver una versión ficticia de mí misma en este entorno de manicomio criminal me parece atractivo”, escribió.
Entonces, ¿qué partes de “Inventing Anna” son “totalmente inventadas”? Aquí hay 13 de las escenas de la serie y si sucedieron realmente.
La Jessica Pressler de la vida real realmente tenía algo que demostrar
“Inventing Anna” cambia entre las perspectivas de diferentes personajes en sus nueve episodios. El pegamento que mantiene todo unido es Vivian Kent (Anna Chlumsky), la periodista basada en la Pressler real.
En la serie, Kent fue desterrada a “Scriberia” —ubicada en la parte trasera de la sala de redacción— porque estropeó un artículo sobre un adolescente que le dijo falsamente que ganó millones de dólares comerciando con acciones mientras estaba en la preparatoria.
Muy poco de lo que sigue es verdad. No tiene ningún sentido que los empleados sean castigados de alguna manera al ser trasladados a otros lugares. Tampoco tiene sentido que un programa de televisión sobre noticias, que aborda la controversia, intente entrevistarla después de transmitir el episodio sobre el tema.
No obstante, sí, Pressler realmente escribió sobre un estudiante de la Stuyvesant High School que afirmó ganar 72 mdd en operaciones bursátiles en un breve artículo para la edición anual “Razones para amar Nueva York” de la revista New York.
Uno de los verificadores de hechos de la revista aprobó dichas afirmaciones basándose en documentos bancarios que el estudiante, Mohammed Islam, entregó a la revista, de acuerdo con el New York Observer. Solo había un problema: Islam falsificó los documentos bancarios.
Una vez que se desató el escándalo, a Pressler se le rescindió una oferta de trabajo de Bloomberg News, reportó HuffPost.
Pressler también posee un abrigo blanco y negro de lana de aspecto enfermizo, similar al que usa Kent en la serie.
No obstante, la periodista no trabajaba en la revista “Manhattan”
La revista Manhattan, en la que Vivian Kent trabaja Netflix, es un sustituto de la revista New York, donde trabajó la verdadera Pressler y en la que publicó su investigación sobre Sorokin.
Notarás que la elegante fuente personalizada de la revista Manhattan es similar a la que se usa en la portada de cada número de New York.
Adam Moss, el legendario exeditor de New York, también recibe las gracias en los créditos finales por “Inventing Anna”.
Es difícil imaginar a un periodista entrando a la oficina del fiscal de distrito
Hay una escena al principio de la serie —después de que la oficina del fiscal de distrito de Manhattan presenta cargos penales contra Sorokin— en la que Kent irrumpe en la oficina del fiscal que lleva el caso.
La asistente del fiscal de distrito, Catherine McCaw, interpretada por Rebecca Henderson, quien captura la gélida profesionalidad de la McCaw real, la rechaza.
La parte en la que McCaw no le cede nada a Kent resulta precisa. Cuando traté de hablar con la verdadera McCaw durante los descansos del juicio de Sorokin en 2019, solo me miró.
Pero es difícil imaginar a un periodista simplemente entrando a la oficina de un fiscal en primer lugar, y mucho menos cuando su caso está a la espera de juicio.
Dicho esto, si algún empleado de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan está leyendo esto, y me equivoco acerca de lo callados que son ustedes, no duden en enviarme un correo electrónico o deslizarse en mis mensajes.
Tengo muchas preguntas sobre la investigación de la Organización Trump.
Sí, Sorokin realmente estafó a los hoteles con miles de dólares en facturas que no pagó
“Inventing Anna” muestra a Sorokin recorriendo diferentes hoteles caros en Nueva York y dejando facturas sin pagar. El personal del hotel descubre que sus tarjetas de crédito no funcionan y las transferencias electrónicas que promete no llegan.
La Sorokin de la vida real realmente dejó todos esos hoteles con la cuenta, y se incluyeron en los cargos por “robo de servicios” en su contra cuando fue a juicio.
De acuerdo con los documentos judiciales revisados por Insider, la jueza Diane Kiesel, que supervisó el caso, ordenó a Sorokin pargar al Beekman Hotel 10,000 dólares, al W New York Downtown Hotel 679.81 dólares y al Le Parker Meridien 176,38 dólares.
Más tarde, Sorokin devolvió el dinero con lo que recibió de Netflix.
Los primeros episodios en los que aparece el novio de Sorokin son los que menos se basan en la realidad
Es probable que Pressler descubriera más información sobre el pasado de Sorokin mientras preparaba “Inventing Anna”, pero algunos de los detalles en la primera mitad de la serie —sus frustraciones con su novio, que él no tomaba en serio los planes de la Fundación Anna Delvey, vivir en la casa de una una consultora y permanecer en el yate del amigo de una amiga días después de que todos los demás se fueran— no tienen mucha base en lo que se reportó anteriormente. Puedo ser parte de lo que los escritores dramatizaron para el show.
En una entrevista con Insider, Sorokin dijo que las tramas sobre su estancia en un yate y cómo acumuló cientos de miles de dólares en compras con la tarjeta de otra persona “no le suenan”.
Tenía un novio con el que viajó mucho en 2016, dijo, pero se le ocurrió la idea de la Fundación Anna Delvey después de separarse de él, no mientras estaban juntos, como muestra la serie.
Sorokin realmente vivió en la casa del fundador del Fyre Festival, Billy McFarland, durante unos días
La caída de Billy McFarland con el Fyre Festival fue parte del mismo “verano de estafa” en la historia de Pressler sobre Sorokin.
No obstante, antes de que Sorokin y McFarland tuvieran problemas con la ley por separado, sus caminos se cruzaron. Uno de los negocios de McFarland antes del Fyre Festival se llamaba Magnises. Era una membresía exclusiva diseñada para ofrecer acceso exclusivo a conciertos, espectáculos de Broadway y viajes.
Magnises en realidad no nada de eso, pero una de sus otras características permitía a los miembros usar una casa en el centro de Manhattan.
Magnises finalmente se vino abajo. Sin embargo, antes de que fuera desalojado de la casa Sorokin se quedó allí durante unos meses y “no se iba” aunque le pidió a McFarland quedarse “unos días”, reportó Page Six.
Y sí, Sorokin y Shkreli se conocían
Una escena de “Inventing Anna” muestra una cena con Martin Shkreli, el ejecutivo farmacéutico que fue condenado por fraude de valores en 2017 y permanece en una prisión federal.
Shkreli (Will Stephen) reproduce canciones de “Tha Carter V”, un álbum inédito de Lil Wayne que consiguió, en la serie.
Los dos realmente se conocían y él sí tocó ese álbum de Lil Wayne. En la historia de Nueva York, Pressler contactó a Shkreli, quien lo confirmó en una carta que envió desde la prisión.
Rachel Williams, examiga cercana de Sorokin, también escribió en su libro que Sorokin habló sobre Shkreli y defendió su aumento de precios de medicamentos que salvan vidas.
Sorokin realmente inventó identidades falsas para los aparentes administradores de su fondo fiduciario
Para tratar de obtener préstamos para la Fundación Anna Delvey, Sorokin tuvo que demostrarles a los bancos que eventualmente podría devolverlos.
Así que inventó una historia sobre un fondo falso que heredaría y le daría una fortuna de 60 mdd en Alemania. Con esos fondos en camino, creía, los banqueros y otras instituciones financieras podrían creer que había poco riesgo en darle dinero.
No obstante, en su proceso de diligencia debida, los banqueros querían hablar con las personas que administraban su fondo. En “Inventing Anna”, vemos dicho proceso a través de Alan Reed —un abogado financiero y un personaje compuesto que no se basa en una persona real particular—, quien ayuda a Sorokin a obtener un préstamo.
Antes de que Reed ofrezca los planes de Sorokin a las instituciones financieras, hace su propia diligencia. Después de que le pide a Sorokin alguna evidencia de su fondo, ella ofrece un nombre: Peter Hennecke, quien “administra” las finanzas de la familia Delvey y proporcionaría cualquier documentación necesaria.
Más tarde nos enteramos en “Inventando a Anna” que Hennecke era en realidad la propia Sorokin, usando una cuenta de correo electrónico falsa y una aplicación para ocultar la voz mientras hablaba por teléfono con Reed.
En la vida real, Sorokin pasó acciones más elaboradas.
Las cuentas de correo electrónico falsas, los extractos bancarios con Photoshop y el uso de aplicaciones para ocultar la voz eran reales. Los fiscales presentaron pruebas en su juicio .
Pero Sorokin también inventó una segunda identidad falsa, una mujer supuestamente llamada Bettina Wagner, quien era una contadora de la familia. Ella presumiblemente dijo a Rachel Williams que el dinero para pagarle el viaje a Marruecos estaba en camino.
McCaw citó las identidades falsas en los argumentos finales del juicio penal de Sorokin y dijo al jurado que las identidades falsas demostraban que Sorokin tenía intenciones criminales.
“Todos sabemos lo que es una mentira piadosa. Una mentira piadosa es decirle a una novia que su trasero no se ve grande con esos jeans”, dijo McCaw en el juicio.
«“nventar documentos bancarios falsos, contadores falsos y documentos de identidad falsos, esas no son mentiras piadosas”, añadió.
Sí, Sorokin se negó a presentarse en la corte sin la ropa adecuada
Sorokin, siempre consciente de su imagen, realmente se negó a presentarse en su propio juicio porque no tenía el atuendo adecuado.
De hecho, sucedió varias veces. Sorokin contrató a Anastasia Nicole Walker, una estilista de celebridades, para elegir la ropa para su juicio. Sin embargo, en realidad no siempre los recibió y se le indicó que usara la camisa blanca y los pantalones negros que pertenecían a la corte durante varios días.
La jueza Diane Kiesel amonestó a Sorokin por su negativa a usar la ropa proporcionada por el tribunal.
“Su cliente parece demasiado preocupada por su ropa. Este es un juicio. Ella es una acusada”, dijo Kiesel a Spodek. “Lamento que su ropa no esté a la altura de sus estándares. ¿Me estás pidiendo que detenga este juicio por la ropa? Ella tiene que estar aquí”.
Sorokin dijo a Insider en una entrevista reciente que estaba frustrada con la logística de su situación. La llevaban de ida y vuelta de Rikers Island a la corte en Manhattan todos los días. El largo tiempo de viaje significó que regresaba a su celda hasta las 10 p. m. y tenía que despertarse a las 4 a. m.
Debido a que su tiempo en Rikers estaba fuera del horario de visitas, y las reglas de la corte no permitían que las personas le dieran artículos, le resultó difícil conseguir la ropa que quería usar, dijo.
No obstante, el Departamento Correccional de Nueva York dijo que debió encontrar una manera de recibir las prendas.
“No puedes culpar a Rikers, pero eso no resuelve mi problema”, dijo Sorokin a Insider. “Todavía estoy aquí sin la ropa, solo porque Rikers me dijo que no. Pensé que era una demanda razonable”.
Además de eso, a veces se demoraba en entrar a la sala del tribunal porque simplemente se sentía enferma por la falta de sueño, la mala alimentación y el acoso ocasional que soportó en la cárcel.
“Fue una combinación de múltiples eventos, y me sentí horrible, físicamente horrible y con náuseas”, dijo.
Los atuendos de la serie también son reales, como el vestido de piel de serpiente que usa Sorokin.
De hecho, Sorokin contrató a una entrenadora personal famosa
Una de las amigas de Sorokin en “Inventing Anna” es Kacy Duke, interpretada por Laverne Cox.
En la serie y en la vida real, Duke es realmente una entrenadora personal exitosa, conocido por trabajar con Dakota Johnson antes de “50 Sombras de Grey”.
Sorokin la contrató para una serie de entrenamientos grupales y finalmente se convirtió en una especie de amiga para ella. Duke también fue consultada para “Inventing Anna”.
Sorokin dejó a Rachel Williams con la factura de un viaje a Marruecos
El famoso viaje a La Mamounia, un hotel de lujo de cinco estrellas en Marrakech, y quién lo pagaría-se convirtió en uno de los episodios más polémicos de la saga de Sorokin.
En otoño de 2017, Sorokin organizó el viaje a Marruecos. Llevó consigo a Rachel Williams, una editora de fotos de Vanity Fair con la que se hizo amiga; Kacy Duke, su entrenadora personal; y Jesse Hawk, un videógrafo que haría un documental sobre la génesis de la Fundación Anna Delvey.
Fueron vacaciones. El grupo pasó el rato en el spa del hotel, cenó en restaurantes, realizó un recorrido privado por la villa de Yves Saint Laurent y compró en bazares.
Después de una semana, la gerencia de La Mamounia dijo a Sorokin que sus tarjetas de crédito no funcionaban y que tenía que pagar. Fue una escena tensa. Williams, creyendo que Sorokin era rica y le devolvería el dinero, ofreció su propia tarjeta de crédito y la tarjeta de la empresa Vanity Fair para pagar algunas cuentas.
Williams ha relatado el episodio y lo que sucedió después, en el testimonio de la corte, un artículo propio de Vanity Fair y un libro.
Cuando regresó a Estados Unidos, le pidió a Sorokin que le devolviera el dinero. Ella la mandó a volar, le dijo que el dinero estaba en camino cuando en realidad no era así y finalmente le dio solo 5,000 dólares de los 62,000 que dijo que devolvería.
(Tal vez Williams debería haber aceptado la oferta de Sorokin de recibir el pago en Bitcoin. Los 62,000 dólares en Bitcoin en ese momento valdrían alrededor 352,000 en la actualidad).
Después de meses de intentos infructuosos de recibir el pago y una intervención dramática en la que Sorokin mantuvo la guardia, Williams acudió a la policía y ayudó a organizar una operación encubierta en la que arrestaron a Sorokin en Los Ángeles.
Williams testificó, escribió en su libro y American Express finalmente le devolvió todo su dinero. Su contrato de su historia para el libro y con HBO también le dieron el potencial de ganar hasta más de 600,000 dólares, testificó.
En el juicio, el jurado absolvió a Sorokin del cargo sobre que ella le robó a Williams.
Pero Williams y Davis en realidad no pertenecían a los mismos círculos
“Inventing Anna” retrata a Williams, Duke, Davis y Sorokin como un grupo de amigas que hacían todo juntas. Davis incluso confronta a Williams por no visitar a Sorokin en la cárcel en una escena.
No eran tan unidas en la vida real. Aunque Sorokin invitó a Williams a sus sesiones de entrenamiento con Duke, Davis no era realmente parte del mismo grupo.
Williams tampoco conoció a Duke particularmente bien hasta después del viaje a Marruecos, cuando hizo todo lo posible para que Sorokin le devolviera el dinero, escribió en su libro.
Sí, Pressler realmente fue a Alemania para conocer a los padres de Sorokin
Hacia el final de “Inventing Anna”, nuestro personaje principal todavía es difícil de entender.
¿Por qué Sorokin pensó que la estafa era la mejor manera de sacar adelante la Fundación Anna Delvey? ¿Qué la impulsó?
Kent va a Alemania para averiguarlo. Ella rastrea a la familia de Sorokin en un pequeño pueblo. Sus padres no quieren hablar con ella al principio. Eventualmente, la periodista descubre que esta es una familia que han sido objeto de discriminación por su origen ruso, y Sorokin tenía algo que demostrar.
Pressler realmente conoció a la familia de Sorokin. No obstante, en la vida real, la visita de Pressler no fue una sorpresa para ellos.
Aunque la periodista quería hacer el viaje con fines de investigación, Sorokin ayudó a organizar reuniones y le señaló los lugares en los que pasaba tiempo cuando era más joven.
“Ella no irrumpió en mi casa”, dijo Sorokin a Insider, riendo.
A Sorokin le resultó difícil describir su relación con sus verdaderos padres. Después de terminar la escuela, “simplemente no podía esperar para salir de allí”, un sentimiento común entre los jóvenes de 19 años que viven con sus padres.
Después de un tiempo consiguió una pasantía en la revista Purple en París. Sus padres no estaban realmente conectados con el mundo de la moda, dijo.
“En general, definitivamente estaría de acuerdo en que mis padres realmente no sabían qué hacer conmigo”, dijo Sorokin.
“Hablo con mis padres un par de veces a la semana”, agregó. “Supongo que están aprendiendo a lidiar con toda la situación”.
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