• El despido silencioso es cuando un empleador hace lo mínimo para mantener a sus empleados ocasionando que renuncien.
  • Se suele echar la culpa a los empleados por la falta de compromiso en el trabajo, pero el problema empieza con el escaso apoyo de la dirección.
  • Si rara vez recibes comentarios sobre tu trabajo o te enteras de información relevante después de tus compañeros podrían estarte despidiendo silenciosamente.
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¿Alguna vez has recibido un pequeño aumento cuando pero te enteras que tus compañeros de trabajo recibieron más? ¿Tu jefe cancela, reprograma o ignora con frecuencia sus reuniones? Si es así, puede que seas víctima de un despido silencioso.

Cuando oí hablar por primera vez de la «renuncia silenciosa» —tendencia en la que los empleados supuestamente «holgazanean» haciendo solo lo que exige su trabajo y nada más— me surgieron dudas. ¿Cuándo se ha equiparado hacer lo que se espera de ti con renunciar? E incluso si existiera una epidemia de renuncia silenciosa, ¿qué haría que tanta gente decidiera reducir su trabajo y limitarse a hacer lo mínimo?

Como persona que ha dirigido equipos durante la mayor parte de mi carrera y entrevistado a miles de personas, esto no se corresponde con mi experiencia. Descubrí que el verdadero problema entre los trabajadores no es que la gente renuncie en silencio. Es que los empleadores los dejan de lado. La gente no está eligiendo no sobresalir en el trabajo; sus jefes no les apoyan ni les recompensan. El problema no son los empleados, sino los empresarios.

¿Qué es el despido silencioso?

El despido silencioso es cuando un empleador hace lo mínimo para mantener a sus empleados. No hay apoyo, desarrollo, crecimiento, ni recompensas. Los empresarios pueden despedir intencionalmente a sus empleados por simple negligencia y mala formación del director o de la empresa. Pero los efectos son los mismos: el empleado pierde la confianza en su trabajo y se compromete menos. Por ende, su productividad acaba cae en picado.

Es una situación frustrante para un empleado. Puede sentir que algo va mal, pero nadie le habla directamente de ello. No tiene ni idea de si el problema es su rendimiento o si simplemente está abrumado. Y no tienes ni idea de qué hacer de forma diferente para tener éxito.

Al trabajar en el área de selección de personal, hablé con varios candidatos que dijeron que buscan una nueva oportunidad. No hablo con personas que solo quieren hacer lo mínimo; hablo con personas que tienen ganas de demostrar su valía pero que no sienten tener la oportunidad de hacerlo.

¿Cómo es el despido silencioso en la práctica? Estos son algunas características:

  • Rara vez recibes comentarios sobre tu trabajo, por lo que no tienes ni idea de cómo lo estás haciendo o cómo mejorar.
  • Tu jefe no te dedica tiempo o no responde a tus correos electrónicos o preguntas.
  • Recibes aumentos de sueldo bajos, a pesar de que otras personas con funciones similares reciben mucho más.
  • Te enteras de la información después de que lo hagan tus compañeros; tu jefe no te pone al corriente de cosas relevantes para tu trabajo.
  • Tu jefe nunca te pide que participes en las decisiones que te afectan, pero invita a otros a opinar con regularidad.

Las mujeres, especialmente las de color, son más susceptibles de ser despedidas en silencio. Un informe elaborado por McKinsey y Leanin.org descubrió que las mujeres tienen muchas más probabilidades de que sus compañeros cuestionen su criterio o hablen por encima de ellas en el trabajo.

Las mujeres de color también experimentan más microagresiones: desde ser confundidas con otras de su misma etnia hasta que la gente exprese su sorpresa por sus habilidades. Todo esto se traduce en un entorno en el que 42% de las encuestadas declaran sentirse agotadas «a menudo» o «casi siempre». Solo 30% de los hombres encuestados declaró sentirse así.

Una encuesta de Gallup reveló que la mitad de los empleados de Estados Unidos recurre a la renuncia silenciosa, y no puedo evitar pensar que estamos hablando de las mismas personas. Observo estos datos y veo a personas que llevan trabajando demasiado tiempo con muy poco apoyo. Es difícil presentarse y darlo todo en el trabajo cuando ya no tienes nada que dar.

Muchos trabajadores han sido despedidos silenciosamente

Cuando se enfrentan al despido silencioso, algunos empleados se hartan y se van por su cuenta. Otros se dan cuenta de que sus esfuerzos no van a ser recompensados, así que empiezan a hacer cada vez menos, y los llamamos despidos silenciosos cuando, en realidad, sus jefes los empujaron a desvincularse. Y muchos trabajadores se culpan a sí mismos y cuestionan la calidad de su trabajo, lo que hace más difícil que se presenten a trabajar en primer lugar, por no hablar de ir más allá.

Hace unas semanas, escribí un post en LinkedIn sobre el despido silencioso que rápidamente se hizo viral. Las personas que compartieron sus historias sobre ser ignorados en el trabajo inundaron el post. Una persona dijo que su jefe contrató a su sustituto y trasladó su mesa a otra oficina sin decirle nunca que había problemas de rendimiento.

Otro contó que vio cómo ascendían a tres personas con menos experiencia por encima de él, a pesar de no recibir ningún comentario negativo sobre su trabajo. Una persona comentó que la «táctica también te hace sentir avergonzado e inferior, por lo que nunca habría compartido las experiencias con nadie más».

Hice una encuesta informal en LinkedIn y me sorprendió ver que más de la mitad de los 1,200 encuestados indicaron que habían experimentado personalmente el «despido silencioso», y un tercio dijo que lo había visto ocurrir en sus empresas.

Otras encuestas coinciden con lo que esos resultados. Solo 24% de los encuestados por Achievers Workforce Institute dijo que su empresa apoya el bienestar de los trabajadores. En una encuesta de ResumeBuilder.com a 1,000 directivos, uno de cada tres admitió haber realizado «despidos silenciosos» y reconoció haber intentado hacer más difícil la vida de sus empleados, con la esperanza de que renunciasen sin enfrentarse a ellos.

Estas prácticas no son nuevas: el «management out» o «coaching out» ha sido durante mucho tiempo una manera de señalar sutilmente a las personas que su trabajo está en peligro. Otra encuesta del Achievers Workforce Institute de 2021 descubrió que cuando los empleados se sienten escuchados en el trabajo, 74% afirma sentirse más comprometido y eficaz en su labor.

A menudo echamos la culpa a los empleados por la falta de compromiso en el trabajo, pero yo diría que el problema empieza con el escaso apoyo de la dirección.

Culpar a los jefes

A veces, esta práctica no es intencional: los directivos pueden haber recibido una formación deficiente o tener demasiadas cosas en la cabeza para apoyar a sus empleados. Es posible que la empresa carezca de procesos para mantener conversaciones periódicas sobre la opinión de los trabajadores o para recompensar el buen rendimiento con una mayor compensación.

Pero también hay muchos directivos o empresas que siguen este camino de manera intencional. Se convierte en el camino fácil para deshacerse de la gente en lugar de tener conversaciones difíciles. La empresa no tiene que entablar conversaciones de retroalimentación o planes de mejora. No tiene que preocuparse por las indemnizaciones por despido o el desempleo. Puede simplemente ignorar a un empleado hasta que la persona se vaya por su cuenta, o hasta que la falta de apoyo provoque un bajo rendimiento, momento en el que sus responsables pueden despedirlo más fácilmente.

En la encuesta de ResumeBuilder.com, cerca de la mitad de los directivos que reconocieron haber realizado despidos silenciosos afirmaron que se sentían incómodos con la confrontación. Uno de los directivos que me envió un mensaje de texto reconoció haber realizado despidos silenciosos al principio de su carrera, reduciendo las horas y dando turnos no deseados a empleados que consideraban difíciles.

En mi propia experiencia, he visto a directivos compartir intencionalmente información con algunos empleados y no compartir esa misma información con otros; proporcionar proyectos más atractivos o muy visibles a algunos empleados mientras dejaban a otros con tareas menores.

¿Qué hacer si experimentas un despido silencioso?

No es fácil para un empleado evitar el despido silencioso, pero hay algunas tácticas que puedes probar si crees que tu jefe está intentando hacerlo. Lo primero y más importante es decidir si quieres seguir en la empresa. Si la respuesta es afirmativa, te sugiero que mantengas conversaciones directas con tu jefe, y con recursos humanos si es necesario.

En cada conversación, refuerza tu compromiso de tener éxito, nombra las áreas en las que necesitas apoyo y pide opiniones u orientación. También te sugiero que amplíes tus redes. Pide apoyo a tus compañeros, busca mentores y aprovecha los grupos de recursos para empleados u otras oportunidades de establecer contactos que ofrezca tu empresa.

Esto te ayudará a mejorar tus conocimientos en tu puesto y a crear defensores, e incluso puede abrirte la puerta a una oportunidad en otro equipo que podría ser más adecuada para ti.

Y si la respuesta es negativa, o si no ves progresos después de estas conversaciones, empieza a buscar trabajo. Tu empleador te ha demostrado que no está interesado en tu desarrollo, así que céntrate en encontrar una empresa que sí lo esté.

Y si eres un directivo de una empresa que tiene problemas con las renuncias silenciosas, te insto a que replantees el problema. Pregúntate: «¿Qué estamos haciendo para que nuestros empleados se vayan?».

Si no dispones de sistemas sólidos para ayudarles a crecer, a dar su opinión y a participar en la dirección de la empresa, entonces tu problema no es la renuncia silenciosa. Estás despidiendo silenciosamente a todos tus trabajadores.

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