- La desconexión al trabajar en home office ya es un derecho de los trabajadores.
- Sin embargo, para que este sea realmente ejercido se requiere un cambio cultural.
- Para Alejandro Caro, Associate Partner de EY Law-Laboral, las reglas son bienvenidas porque generaran ese cambio cultural.
Una de las partes fundamentales de la Ley de home office es el derecho a la desconexión, y es que parece que bajo este modelo de trabajo la línea entre el momento de realizar las tareas de la casa y las de la oficina, simplemente se diluyó.
La desconexión básicamente se refiere al hecho de respetar los tiempos de descanso del trabajador, una vez que ha cumplido con su horario laboral. Un término que aboga principalmente a mantener un equilibrio en su vida y mantener la salud mental.
“Muchas juntas físicas pudieron haber sido un correo electrónico”, ahora se ha cambiado a “muchas videollamadas podían hacer sido un correo electrónico”, dice Alejandro Caro, Associate Partner de EY Law-Laboral. Esta frase refleja la necesidad de maximizar los tiempos, uno de los problemas más recurrentes en el trabajo remoto.
Y es que conforme nos adaptamos más al trabajo desde casa, hemos comenzado a aprender a sacarle tiempo al tiempo, sin que ello implique trabajar más, o al menos así debería ser.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), 29% de los empleados en México trabajan 50 horas o más a la semana, lo que se refleja en los niveles de estrés.
La ley llegó, pero falta el cambio cultural
Básicamente la Ley de home office pretende regular algo que ya existe. Sin embargo, el paso más importante para que los trabajadores ejerzan ese derecho a la desconexión es cambiar el paradigma cultural.
“Las reglas son bienvenidas, porque van a impulsar ese cambio cultural. Pues buscamos que justo exista un tiempo de calidad para estar con la familia, a tener un balance y, por ende, una mejor calidad de vida”, asegura Caro en entrevista con Business Insider México.
Esta idea no está separada del rendimiento en el trabajo. Muchos estudios han demostrado que cuando las personas toman cierto tiempo de descanso, se enfocan más y son más productivos.
Caro explica que las empresas deberán establecer polÍticas para determinar si en algún momento se tiene que trabajar de manera extraordinaria; qué situaciones son extraordinarias, y cómo se remunerará al trabajador.
