Daniel Marcos

Daniel Marcos

Ser emprendedor va más allá de tener una personalidad arrolladora y emanar pasión. Se requiere tener mente de empresario y una capacidad clave, que permite conducir el negocio hacia el éxito: el liderazgo empresarial. El papel de este líder es crucial en el desarrollo de la compañía, pues es quien determina su rumbo e influye en su impacto en el mercado.

Para ser líder, el reto está en no quedarse únicamente en la fase soñadora e idealista, sino en hacer que las cosas pasen. Por lo regular, en las primeras etapas de crecimiento todo se mantiene en orden. El problema llega cuando la empresa escala porque la transición de ser un emprendedor a un director ejecutivo es compleja.

Cuando comenzamos una compañía porque tenemos una visión, meta, producto o proyecto en el que creemos y el cual buscamos expandir, nos vemos obligados a tomar un puesto de liderazgo. Nos convertimos de un momento a otro en la cabeza de una empresa en crecimiento.

Pero conforme el negocio empieza a rendir frutos es común encontrar líderes que cometen errores. Al sentirse agobiados, se estancan al no entender las cambiantes necesidades de su empresa.

Debemos ser conscientes de que la mentalidad y los conocimientos que nos ayudaron a poner en marcha una start up, no serán los mismos para dirigir una grow up, una scale up o una empresa dominante de su industria.

Las 4 etapas del liderazgo empresarial

Durante la etapa inicial, cuando se trata de una start up que trabaja para validar el modelo de negocio y vincular el producto con el mercado, el líder empresarial está involucrado en todas las áreas —planeación, compras, administración, ventas—. Así, necesita desarrollar una mentalidad técnica, administrativa y emprendedora.

En la segunda fase, las grow up, que son compañías que priorizan las ventas y se enfocan en contratar al equipo correcto, necesitan un líder de primer nivel. Éste debe delegar tareas y concentrar sus esfuerzos en crecer la empresa y cubrir el salario de sus trabajadores. Por lo regular, aquí es cuando le cae el veinte de que es responsable de un equipo y del éxito del negocio.

Cuando hablamos de una scale up, que es una empresa con un modelo de negocio comprobado, una estructura interna sólida y concentrada en escalar posiciones en el mercado, quien está a la cabeza es un líder de líderes.

Este personaje es el responsable de ayudar a otros a dirigir sus equipos, a identificar fortalezas y cubrir debilidades. El reto consiste en delegar y confiar en el talento.

En la cuarta etapa, donde el negocio domina su industria, el líder ya es un CEO. Sabe cómo operar su negocio, nutrir a su equipo e identificar tendencias en mercados distantes. De esta forma, el siguiente paso es enfocar esfuerzos en innovar y ser un catalizador de cambio para no rezagarse.

Esta transición la atraviesan todos los líderes y los emprendedores no son la excepción. Por ello es clave cambiar la mentalidad para transformar su empresa. El hacer una correcta evolución garantiza convertirse en un CEO de una empresa en crecimiento. 

  • Daniel Marcos es fundador y presidente de Growth Institute, empresa líder de educación ejecutiva para directivos de compañías de alto crecimiento. Es embajador de Singularity University en Austin TX, CEO de ExO Education en conjunto con Salim Ismail y miembro activo de EO y YPO.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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