• Raven Beria era un becario de 24 años en una empresa de gestión patrimonial.
  • Se dio cuenta de que podría contribuir mucho más de lo que lo hacía como becario, así que redactó un correo electrónico sobre cómo ayudaría a la empresa a crecer y se lo mandó a sus jefes.
  • Beria fue ascendido y en solo 6 meses le nombraron director de operaciones. Esto es lo que hizo y el correo exacto que envió.

Hace 3 años, Raven Beria era un becario de 24 años en Inpac Wealth Solution, una empresa de gestión de patrimonio en Hawái (Estados Unidos).

Le gustaba su trabajo y era bueno en ello. Posiblemente demasiado bueno, porque según explica, su jefe solo vio el trabajo que hizo y no el que era capaz de hacer. Pasaba el tiempo en tareas relacionadas con la planificación de eventos, pero sabía que podía contribuir de una forma más estratégica en las iniciativas de la empresa como recursos humanos y experiencia de cliente.

¿Qué harían la mayor parte de sus becarios en su lugar? Posiblemente tomarse su tiempo hasta que encontrasen un nuevo trabajo o reunirse con su jefe para ver si hay alguna posibilidad de quedarse en la empresa.

Pero Raven eligió algo más audaz.

En vez de pensar como un becario —o incluso como un empleado— intentó pensar como un consultor: ¿cómo podría ser un socio esencial para su jefe, en vez de alguien a quien solo se asignaban tareas que completar?

«Al final, se me ocurrió. ¿Cómo hacen los consultores para mejorar sus negocios?», explica. Se leyó La guía irresistible de los consultores para ganar clientes: 6 pasos para clientes ilimitados y libertad financiera, de David Fields, un libro que consideró imprescindible. «Aprendí sobre el proceso de comunicar el punto de vista al CEO usando indicadores de éxito, descubriendo desafíos y creando un plan de acción».

Inspirado en los ejercicios del libro, Raven redactó una propuesta sobre cómo podría ayudar a la compañía a crecer, añadió un resumen ejecutivo y se lo mandó a su jefe.

¿El resultado?

Ese correo electrónico cambió su vida.

Se reunió con su jefe para discutir su futuro en la compañía. «Me hizo muchas preguntas sobre cómo llevaría a cabo algunas de estas ideas», cuenta. «Fue bien en comparación con nuestras reuniones anteriores, que eran más de tipo ‘esto es lo que vamos a hacer ahora’. En vez de eso, era más colaborativo y parecía interesado en mis opiniones».

Poco después, Raven Beria fue ascendido de becario a jefe de operaciones y, después, a director de operaciones. Lo mejor de todo es que el ascenso le hizo ver en perspectiva su relación con el trabajo para el resto de su vida. «En vez de verme a mí mismo como empleado o directivo, veo a la compañía en la que trabajo como si fuera mi cliente y yo el consultor», dice. También ha usado su experiencia para lanzar su propia empresa, Bandalaxy.

Ahora pasamos al correo, pero antes: ¿por qué funcionó tan bien?

No te preguntes lo que tu jefe puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu jefe

Raven se centró no solo en lo que él quería, sino en lo que su jefe necesitaba. En vez de exigir un ascenso, habló con su jefe sobre su estrategia y cómo él podía ayudarle a conseguirlo. «Parecía aliviado de saber que alguien puede analizar los pequeños detalles, para así centrarnos para ser más efectivos», recuerda Raven Beria.

Muestra, no lo digas

En vez de describir lo que podrías pensar estratégicamente de la compañía, le mostró sus habilidades al adjuntar la propuesta de cómo iba a hacer todo. Con eso, su jefe tenía una prueba tangible de que podía cumplirlo en el futuro — y estaba mucho más cómodo moviéndole al otro puesto.

Explica el ‘cómo’

La mayor parte de la gente, al pedir un ascenso, describe el ‘qué’ y el ‘por qué’ de lo que quieren, pero Raven fue un paso más allá y habló del cómo. Describió lo que pasaría con las tareas que tenía entre manos y cómo ambos podrían trabajar juntos para ir hacia adelante, facilitando a su jefe la visión de su nueva relación de trabajo y decir ‘sí’ al acuerdo.

Este es el correo exacto que mandó Raven Beria:

Troy,

Tienes una gran estrategia para Inpac. La pregunta es, ¿cómo vamos a conseguir lo que quieres?

En la reunión de hoy, me gustaría:

  • Poner en claro tu estrategia
  • Determinar los obstáculos que tendremos que saltar
  • Presentar un plan detallado y una lista de acciones que nos llevarán a donde tú quieres.

Como estuviste fuera la semana pasada, he estado despierto hasta tarde pensando en cómo poner en marcha lo que quieres. Me recordó lo cabezota que puedo ser a la hora de buscar los problemas antes de ver lo factibles que pueden ser los objetivos.

Y me parece que sé por qué. Se debe a los recursos que me han asignado y a cómo me estoy apalancando.

Al final del día quiero pensar menos como un empleado y más como un socio, trabajando en tus intereses para que tu visión se haga realidad. Eso significa menos trabajo orientado a tareas y más proyectos de desarrollo de negocio y recursos humanos. Quiero subrayar que no solo sé que así mejor trabajador, sino que también sería más feliz. Mientras que puedas contratar a otra persona para hacer tareas como planificación de eventos, marketing  y conserjería (que es lo que he estado haciendo hasta ahora), creo firmemente que no encontrarás a alguien que quiera más que yo poner el tiempo y el esfuerzo en la dirección estratégica de Inpac.

Pero claro, «lo que no puede ser medido, no puede ser controlado».

En el futuro, me gustaría informarle de otra manera. Considerando que estos son proyectos de alto nivel, colaboraremos usando una sola carpeta.

Cada viernes entregaré un resumen ejecutivo de una página sobre las principales cosas que he hecho y las que necesitaré de ti para poner en marcha tu estrategia, y lo añadiremos a la carpeta. Puedes revisarla durante el fin de semana y discutirlo en nuestras reuniones de los lunes.

Esto incluye 4 grandes proyectos en:

  • Gestión administrativa
  • Experiencia de cliente
  • Gestión del talento
  • Recursos humanos

Así, podemos asegurarnos de que estamos en el mismo lugar y de que somos responsables de centrar nuestros esfuerzos en la longevidad de Inpac.

¿Vale? Genial. Volvemos al trabajo.

Si te sientes de la misma forma en tu puesto, Raven Beria te da un consejo para ascender de becario a lo que tú deseas: «Dicen que te tienes que vestir para el trabajo que tienes, pero he aprendido que las acciones pesan más que las palabras. En cambio, deberíamos replicar lo que hacen aquellos que han logrado lo que nosotros queremos lograr. Eso fue lo que hizo que todo cambiase para mí».

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