El próximo lunes es 21 de marzo, es el Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, la ONU buscan generar una mayor conciencia pública sobre este tema; así como recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con síndrome de Down como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
¿Por qué es importante celebrar este día? Si bien se ha avanzado en temas de inclusión, aún falta mucho por hacer para visibilizar y normalizar el valor que las personas con síndrome de Down aportan a la sociedad.
¿Qué tiene que ver ésto con las siglas DEI y el mundo corporativo? Mucho. La fecha es un muy buen ejemplo para recordar que la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI o DE&I como también se le conoce en inglés) deben ya ser parte integral de la cultura de una empresa. Esto a su vez tiene un impacto en la reputación corporativa. A continuación lo explico.
Una experiencia de inclusión laboral
Antes de entrar de lleno en el tema DEI, quiero platicarles de un caso que me parece excepcional en materia de inclusión laboral. Fundación Mosaico Down IAP es una organización cuyo objetivo es ofrecer educación a las personas con síndrome de Down; esto con el fin de que adquieran las herramientas necesarias para alcanzar una vida lo más independiente posible.
La misma fundación ha creado fuentes de empleo para sus beneficiarios, a través de diversos proyectos como Catering con causa; Detalles con causa; la cafetería El Sueño de Frida Kahfé, y más recientemente, Floridown, una florería virtual.
Sus beneficiarios también se han colocado en otras empresas; ello gracias a las herramientas que la misma fundación les proporciona, como la carrera técnica en gastronomía o el taller de floristería.
Podría describirles en estas líneas la emoción, por ejemplo, de las y los jóvenes que trabajan en El Sueño de Frida Kahfé; sin embargo, prefiero recomendarles que aprecien en persona la pasión y el compromiso que ponen en su trabajo. Los invito a que se den una vuelta y lo chequen ustedes mismos mientras disfrutan de un rico café.
Ahora sí, ¿qué significa una cultura DEI?
Como ya lo habíamos anticipado, las siglas corresponden a tres conceptos que en los últimos años han sido parte de la conversación en temas de gestión de capital humano pero también de reputación corporativa: Diversidad, Equidad e Inclusión.
A continuación les comparto las definiciones de cada una:
Diversidad. Es la presencia de diferencias que pueden incluir raza, género, religión, orientación sexual, etnia, nacionalidad, nivel socioeconómico, idioma, discapacidad, edad, religión o perspectiva política. Poblaciones que han estado, y siguen estando, subrepresentadas y marginadas en la sociedad en general.
Equidad. Es promover la justicia y la imparcialidad, dar acceso y las mismas oportunidades a todas las personas. Abordar los problemas de equidad requiere una comprensión de las causas fundamentales de las disparidades de resultados dentro de nuestra sociedad.
Inclusión. Es la acción de asegurar que aquellos que son diversos realmente se sientan y sean bienvenidos, que son respetados, valorados y apoyados. En la medida en que diversos individuos puedan participar plenamente en las organizaciones, en un entorno de respeto y seguro, se generará un ambiente de inclusión.
Hoy cada vez es más común escuchar que existen políticas y comités en las empresas comprometidos con esta cultura. Las acciones que cada compañía tome siempre serán juzgadas por los públicos internos y externos, así como la opinión pública; esto genera un impacto en la reputación corporativa.
La cultura DEI no es una moda
Si bien este tema se encuentra en los blogs de diversas empresas —y como parte de sus cursos de inducción—, además de ser materia de muchos artículos periodísticos, de ninguna manera se debe interpretar como una moda.
Al contrario, se debe entender como un tema que llegó para quedarse, derivado de una auténtica necesidad (incluso un reclamo) de vivir en una sociedad basada en el respeto y el reconocimiento de todas las personas; un escenario donde las empresas tienen el compromiso social de contribuir a la construcción de nuevas estructuras y fomentar mentalidades donde se aprecie el valor de cada individuo.
Recientemente causó furor la noticia de Sofía Jirau, la primera mujer con síndrome de Down en ser modelo para Victoria’s Secret. Me encantó la nota; me emocionó el logro de Sofía, pero el objetivo al final del día es que estos temas ya no sean nota, que normalicemos el hecho de que una persona pueda tener acceso a estos u otros empleos. Todo esto implica un cambio de mentalidad.
Finalmente, desde mi punto de vista, lo más importante es que las empresas entiendan que incluir estos conceptos en su cultura organizacional no es un asunto de reputación corporativa fake. No se trata de hacer como que nos importa solo para la foto o para generar una imagen externa positiva, porque “se ve bien”.
El secreto está en entender la riqueza que una empresa con políticas de DEI está generando con la suma de sus talentos. La diversidad de pensamientos y maneras de ver el mundo, las distintas perspectivas son las que verdaderamente añaden valor a una empresa y enriquecer la toma de decisiones.
Actualmente estamos viendo el surgimiento de muchas empresas y la reinvención de algunas otras; estamos en un buen momento de hacer de la cultura de DEI parte del ADN de un mejor mundo corporativo.
Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.