• La asesora ejecutiva Melody Wilding ayuda a las personas a navegar sus carreras y encontrar el equilibrio entre la vida laboral y personal.
  • Para las personas sensibles, ella dice que recibir críticas en el trabajo puede ser molesto y sentirse como un ataque personal.
  • Para hacer frente a las críticas, Wilding sugiere seguir estos cinco pasos para procesar los comentarios.

A nadie le gustan las críticas sobre su trabajo; pero ser hipersensible a ellas puede parecer una carga que soportas constantemente.

Ya sea que estés recibiendo comentarios sobre cómo se podría mejorar una presentación de diapositivas, escuchando que el liderazgo no está de acuerdo con tu idea, o hablando y exponiéndote, puede ser difícil separar la respuesta de una persona de la tuya.

A lo largo de tu carrera, siempre recibirás comentarios de una forma u otra. Aprender a lidiar con las críticas es una parte clave del crecimiento profesional (y personal) y, cuando se procesa de manera productiva, puede aumentar tu confianza y ser extremadamente valioso para avanzar en tu carrera.

Eso no quiere decir, sin embargo, que no pueda ser extremadamente incómodo o incluso molesto: pones todo tu esfuerzo en tu trabajo y te enorgulleces de tus esfuerzos, así que cuando te critican, realmente puede doler.

La retroalimentación negativa tiende a afectar especialmente a los luchadores sensibles. Debido a que procesamos todo más profundamente, terminamos tomando las opiniones de las personas personalmente, viéndolo como un fracaso o una acusación de nuestra aptitud y capacidades profesionales. Cuando recibimos comentarios negativos o alguien nos lanza un comentario, tenemos una reacción intensa. 

¿Por qué eres tan sensible a las críticas?

Es importante comprender que, como luchador con empatía, estás conectado de manera diferente.

Según la investigación, entre 15 y 20% de la población tiene un rasgo genético que conduce a un sistema nervioso altamente calibrado. Esto explica por qué las cosas te afectan más profundamente que a otra persona.

La investigación también muestra que los luchadores con empatía tienen neuronas espejo más activas, lo que significa que eres naturalmente más perceptivo y sintonizado con tu entorno. 

Pero como resultado, es posible que dediques más tiempo a monitorear y analizar el comportamiento de otras personas. Esta vigilancia puede hacer que te preocupes demasiado por la aprobación externa y los pensamientos y opiniones de los demás, o hacer que leas las situaciones con más facilidad, lo que te enviará a una intensa espiral emocional. 

Sin embargo, pensar profundamente es una fuerza tremenda. Es decir, siempre que tengas herramientas para aprovechar tus superpoderes de manera efectiva. 

Un ejercicio sencillo para lidiar con los comentarios negativos en el trabajo 

Cuando recibas críticas, es esencial que separes las críticas al mensaje  de las críticas hacia ti como mensajero. 

Es importante evitar lo que los autores Sheila Heen y Douglas Stone llaman «localización equivocada», donde nos ponemos a la defensiva y caemos en una espiral de ira que puede dejarnos distraídos y agotados. 

Además, la crítica puede tener mucho valor, especialmente cuando se hace de manera constructiva. Deseas evitar que tus emociones se apoderen de ti y te ceguen de todo lo que hay que aprender de los comentarios de la persona.

Hay un ejercicio simple que les doy a mis clientes de coaching que les ayuda a analizar la retroalimentación útil de lo que se puede dejar atrás. También les ayuda a ralentizar su propia reacción para que puedan pensar con claridad y tener el control de cómo responden a la retroalimentación.

Así es como funciona el ejercicio: 

1. Toma una hoja de papel y divídela en cuatro columnas.

Lo mejor es hacer esto en papel que en una computadora, ya que los estudios muestran que la escritura a mano es más catártica. Obliga a tu cerebro a ser más deliberado y también sirve para interrumpir el patrón (ya que es probable que pases la mayor parte del día escribiendo). 

2. En la primera columna, escribe los comentarios exactos

Transcribe lo que dijo la persona, palabra por palabra. Utiliza tu redacción exacta y no superpongas tu interpretación. Sé lo más objetivo y basado en hechos posible. 

3. En la segunda columna, enumera todo lo que está mal en los comentarios

Esta es tu oportunidad de dejar salir todo: tu ira, frustración e inseguridad. Menciona inexactitudes, puntos ciegos y errores en los comentarios. No te reprimas. 

4. En la tercera columna, enumera lo que podría ser correcto acerca de los comentarios

Aquí es donde comienza tu forma de pensar. Empieza a ampliar tu perspectiva y considera de dónde podría venir la otra persona. ¿Hay mejoras útiles en las críticas que compartieron, por ejemplo? ¿Un nuevo descubrimiento u oportunidad? ¿Qué puedes aprender o extraer de la información que han compartido contigo? 

5. En la cuarta columna, comprométete a tomar medidas.

Anota tus próximos pasos. Esto puede ser tener una conversación de seguimiento para aclarar las cosas, hacer una corrección o simplemente dejarlo pasar y seguir adelante con tu día. 

Este ejercicio proporciona una estructura para que puedas procesar la retroalimentación de una manera más equilibrada, volver al equilibrio más rápido y dar pasos constructivos hacia adelante. 

Recuerda, recibir críticas es un hecho de la vida y realmente puede desanimarte si lo dejas. Al contar con herramientas para procesarlo podrás recuperarte más rápidamente y brillar como el profesional competente que eres.

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