- Bitso es la principal bolsa de criptomonedas de Latinoamérica, con más de 4 millones de usuarios en cinco países.
- La empresa espera que la criptografía pueda ayudar con la alta inflación y las monedas devaluadas.
- Sin embargo, su uso por parte de particulares y comerciantes es escaso.
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El Salvador desplegó una cartera de criptomonedas para los 6.5 millones de ciudadanos de la nación. El monedero digital está gestionado en parte por Bitso, empresa mexicana cuyo nombre es una mezcla de bitcoin y peso. Si se está siguiendo el ascenso de la criptografía en Latinoamérica, esta es la empresa a la que hay que prestar atención.
El exalumno de Quantast y Harvard Business School, Daniel Vogel, lanzó el criptointercambio en 2014. Esto mucho antes de que las caídas del mercado en 2017 y este año hicieran tambalear la confianza en las criptodivisas.
Bitso obtuvo siete rondas de financiación por un total de 314 millones de dólares (mdd) a mediados de 2021. Para entonces su valoración superó los 2,000 mdd, lo que la consolidó como el primer unicornio de criptografía en Latinoamérica.
La plataforma permite a los usuarios comerciar con varias monedas utilizando pesos. Entre otros aspectos acepta transferencias internacionales de dinero.
«No hay duda de que Bitso allanó el camino para gran parte del ecosistema de criptomonedas en Latinoamérica. Comenzó antes de que los inversionistas convencionales entendieran el potencial de las finanzas descentralizadas», dijo Claire Díaz-Ortiz, una inversionista ángel de la firma VC3.
Mientras que las criptomonedas de EU son una opción, en Latinoamérica son necesarias
Vogel trató de llenar un agujero en el sistema bancario de México. Esto ya que un número significativo de ciudadanos tienen acceso limitado a mecanismos financieros.
Ocho años después, Bitso es una de las únicas plataformas de criptomonedas reguladas internacionalmente en el continente. Ofrece la posibilidad de que los emigrantes envíen moneda digital a su país a bajo costo. Además tiene disponibles 35 criptomonedas para sus 4 millones de usuarios en México, El Salvador, Brasil, Colombia y Argentina.
De hecho, Brasil, Colombia y Argentina están entre las 20 naciones con mayor adopción de criptomonedas, según un informe de 2021 de Chainalysis.
Los criptodiscípulos pueden ser impulsados en gran medida por la ideología. No obstante los latinoamericanos pueden tener necesidades fundamentales inmediatas que las monedas digitales pueden ayudar a resolver, señaló la BBC en abril.
Un ejemplo es Argentina. Sus crisis económicas generaron que la confianza de sus ciudadanos en su institución financiera se desplomara. El país se enfrenta a una tasa de inflación anual de 61%, informó Bloomberg. La última de Estados Unidos, a modo de comparación, fue del 9%. Y eso fue un récord debido a los problemas de la cadena de suministro y el aumento de los precios del petróleo.
Bitso entró en Argentina en 2020. En ese mercado, «si usted trabaja para una empresa en el extranjero que deposita su salario en un banco local, su dólar se convertirá en pesos a unos 130 pesos por dólar, en lugar del valor del mercado libre de 300 pesos o más por dólar». La criptomoneda «es posiblemente una opción más inteligente que el peso argentino», añadió Diaz-Ortíz.
Se calcula que aproximadamente 6,000 millones de personas en todo el mundo tienen una cuenta bancaria, informó el Banco Mundial.
Además, al menos 2,000 millones de personas carecen de una cuenta bancaria, dijo Díaz-Ortiz. Añadió que «la mayoría de esas personas viven en países con sistemas económicos que no se parecen en nada a los de Estados Unidos y podrían beneficiarse de soluciones financieras descentralizadas».
Pero es probable que las criptomonedas no sean la solución definitiva. Sobre todo porque la adopción de las mismas se ha estancado, las deudas nacionales se han disparado y el sector está plagado de fraudes y robos.
El mercado latinoamericano no es inmune a las luchas internas de la criptografía
Chivo es el nombre de la cartera digital de El Salvador y la jerga para «cool». Se suponía que era una puerta de entrada fácil a la criptografía para la población de la nación; y un paso integral en el experimento del gobierno con una moneda nacional digital.
Sin embargo, su uso por parte de particulares y comerciantes es escaso; y hubo problemas técnicos y de piratería informática.
61% de los salvadoreños abandonó la aplicación tras descargarla y retirar el bono de inscripción de 30 dólares, según un informe de abril de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos.
Y como cualquier empresa de criptomonedas, Bitso se enfrentó a vientos fríos en el criptoinvierno. En mayo, despidió a 80 de sus 700 empleados, junto con otras startups latinoamericanas de criptomonedas. Alegó la necesidad de replantear las habilidades.
A pesar de este comienzo tambaleante, Díaz-Ortiz dijo que Latinoamérica está preparada para adoptar las criptomonedas.
«En última instancia, las mejores soluciones en las finanzas descentralizadas siempre van a venir de los fundadores que experimentan estos problemas y utilizan su capacidad de recuperación para innovar», dijo. Por eso, añadió, que es un lugar tan bueno para la web3 en este momento.
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