Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

Este año se cumplió el 25 aniversario de la conferencia de Pekín, reconocida como uno de los máximos foros para tratar los derechos de las mujeres y que en 1995 congregó a 190 países, incluido México.

El coronavirus, por supuesto, no da tregua para hacer una festividad en torno a esta fecha.

Pero sí me parece que es el momento para repensar si el Covid-19 no terminará por borrar o al menos desdibujar un frágil progreso hacia la igualdad, logrado desde ese entonces.

Ningún país es completamente igualitario, eso hay que reconocerlo.

La precarización laboral que enfrentan las mujeres es un desafío compartido, porque prácticamente en ninguna economía ocupan la mitad de los puestos de poder o tienen igualdad en compensación salarial.

Sin embargo, la cuestión con esta pandemia es que la realidad, respecto al lento avance en las políticas de género, nos ha explotado de nuevo en la cara; hoy, con otros atenuantes.

Por ejemplo, el hecho de que están subrepresentadas en las carreras que tienen una mejor proyección salarial -en lo general- y sobre ofertadas en las actividades que han sido profundamente impactadas por el Covid- 19.

Cómo se ve la desigualdad de las mujeres en cifras

Solo 35% de alumnos en México eligen prepararse en una carrera orientada a Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (las englobadas bajo las siglas en inglés STEM).

Para 2030, 80% de los empleos actualmente con mayor demanda desaparecerán y serán reemplazados por carreras STEM, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Elegir una de estas carreras pareciera no ser ‘atractivo’ para los mexicanos, pero la situación es peor cuándo se pone la ‘lupa’ en cómo se elige según el género: 27% son hombres en las profesiones STEM frente a 8% mujeres.

En contraste con esas cifras, el 41% del empleo femenino total en América Latina (527 millones de mujeres) está en sectores como turismo y el sector restaurantero -que ha resultado altamente afectado por la pandemia- frente 35% de la representación masculina, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

A ello se suma que una cuarta parte de las mujeres está considerando dejar su trabajo o darse un break, debido a la demanda que genera el cuidado del hogar, como producto del confinamiento, según un estudio de McKinsey & Company y LeanIn.Org.

Cómo no perder en la batalla contra la desigualdad para las mujeres

En resumen, la pandemia nos deja en claro que un alto porcentaje de mujeres está en las industrias con más pérdida laboral y en la informalidad.

Además, existe un incremento en las horas dedicadas a las tareas del hogar, y, la cereza de esta problemática es un incremento en la violencia intrafamiliar.

De no ser cuidadosos en las políticas públicas, empresariales y sociales, el Covid-19 nos dejará otro tipo de pérdidas, esto significa que los pocos y, a veces, desarticulados avances en disminuir la brecha de género quedarán desdibujados.

Es momento de invertir en políticas públicas que apoyen a las mujeres

Instancias como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han puesto el ojo en invertir en políticas, como un apoyo económico y de entrenamiento, para que las mujeres salgan mejor libradas en esta crisis.

Eso es una parte, pero, de fondo, me parece que es el momento para ser enfáticos en cuidar aspectos en la búsqueda laboral, por parte de una mujer, que las pueden poner en desventaja.

Hoy, en pleno confinamiento, sigo escuchando historias de mujeres que al negociar sus esquemas de trabajo aceptan menor salario, con tal de poderse ausentar para cubrir una dinámica familiar. ¿Es esto posible en pleno teletrabajo y con pandemia?

¿Qué debemos cambiar?

Hemos crecido profesionalmente, y hablo por las mujeres de mi generación, en un ámbito donde vemos la dificultad de las mujeres para hablar de sus resultados de manera directa y abierta, por tener a recibir un juicio negativo.

Hablamos con frecuencia de cómo logramos equipos, pero poco sobre cómo, desde una perspectiva personal, ayudamos a que la empresa se empodere a través de nuestra contribución.

Si lo que se busca es conservar y potenciar los avances alcanzados en igualdad, aunado a trabajar en este cambio cultural y la forma en que realizamos una venta profesional, hay aspectos que no deben dejarse pasar:

  • Es importante reentrenar a las mujeres, brindar horas de capacitación para fortalecerlas y que cuando se puedan reincorporar a la actividad económica, tengan otro tipo de actitud y de habilidades desarrolladas.
  • Que la ayuda se dirija a las microempresas y pequeñas y medianas empresas propiedad de mujeres, así como a los sectores más afectados, donde su presencia es mayoritaria.
  • En los planes nacionales de respuesta al Covid-19, prever recursos adicionales para hacer frente a la violencia contra las mujeres y las niñas.
  • Paquetes de medidas de recuperación económica que reconozcan y valoren los empleos y el trabajo no remunerado de cuidado de personas, y proporcionar las suficientes guarderías de calidad.
  • Incluir a las niñas en los programas de aprendizaje y desarrollo de las competencias durante la crisis y después de ella.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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