• Leigh Thompson es profesora en una escuela de negocios estadounidense (Kellogg School of Management) y docente adjunta de psicología en la Universidad de Northwestern.
  • Según Thompson, los trabajadores más productivos durante la pandemia tienen algunas características comunes: empatía, un interés por el bienestar mental, apertura a los demás, capacidad de debatir y reflexionar sobre sus fracasos, y también de aprendizaje.
  • Para llegar a esa forma de comportarse, hay que ser menos rígido y más flexible, estar en constante aprendizaje e interesarse por nuevos sectores y tener curiosidad por empresas de todas las índoles, enumera la experta.
  • En circunstancias sin precedentes, como las actuales, es esencial adaptarse. Así es cómo los trabajadores exitosos evolucionan a mejor.

Sé transparente, sé amable y abre bien los oídos para escuchar lo que pasa a tu alrededor, ¿eso también aplica con el trabajo en casa?

Estos consejos son los que habitualmente reciben los profesionales, con o sin pandemia. Sin embargo, con la incertidumbre actual, el aumento del desempleo por el coronavirus, esos lugares comunes han dejado de funcionar para los trabajadores y para quiénes buscan nuevas oportunidades laborales.

Aunque tengas que ser simpático, sincero y armarte de sentimientos positivos, no son esas las cualidades que están marcando la diferencia entre los mejores profesionales, al menos actualmente. Hoy en día, todas las aptitudes que se requieren van un poco más allá que esos básicos.

Como profesora de negocios y psicología, he detectado los mayores problemas que han tenido los entornos profesionales durante el Covid-19 y he reflexionado sobre cómo abordarlos de forma efectiva.

Por eso, aquí te voy a dar 5 claves para que tú también aprendas a ser más competente y productivo y adaptarte al trabajo en casa.

1. No te centres en ti mismo

«No hablemos más sobre mí. Hablemos de ti: ¿qué piensas de mi pelo?», esta broma refleja algo de verdad. Mucha gente está obsesionada consigo misma, centrada únicamente en sus propios intereses y atendiendo solo a sus opiniones.

Desafortunadamente, las circunstancias derivadas de la pandemia han aumentado esa actitud. ¿Por qué? Nos vemos constantemente reflejados en las pantallas con el trabajo en casa, estamos cada vez más aislados y, mientras gestionamos nuestro estrés, nos olvidamos de los demás.

Un consejo práctico: prueba a tomar perspectiva de las cosas. Pregúntate qué están pensando otras personas y hazlo, literalmente, como ejercicio. Según un estudio, esto permite resolver mejor los conflictos y crear más valor que si únicamente eres empático.

2. Cuestiona tu desconfianza

Antes del coronavirus, mucha gente usaba los encuentros casuales, ya fuera en la máquina de café, en el comedor o cualquier otro sitio, para construir y cuidar sus relaciones personales.

El CEO del retail de prendas y calzado Zappos, Tony Hsieh, tenía como propósito dedicar 1,000 horas por cada persona del equipo a esos acercamientos. Y lo cierto es que esos intercambios tienen una función esencial: los descansos también contribuyen a la productividad, como se ha comprobado en una investigación en la que una farmacéutica aumentó un 20% sus ventas gracias a esas pausas de los trabajadores.

Sin embargo, el coronavirus ha transformado la interacción personal, haciendo que dependamos de las invitaciones a reuniones virtuales para sentirnos incluidos. Esa traba ha erosionado la confianza desde 2 puntos de vista: que la persona sabe hacer sus tareas y que la gente tiene buenas intenciones.

Un consejo práctico: cuando veas que estás perdiendo la confianza, sospecha de ti mismo. Pregúntate con qué intenciones están actuando, si con las mejores, si con las mismas que las tuyas u otras. ¿Por qué? Las personas que dudan, aunque sea de los demás, aprenden más, algo que puedes usar para obtener mejores respuestas y soluciones, como indica otro estudio.

3. Sé menos rígido al trabajar en casa

La gente está más concentrada en sus tareas cuando está trabajando en casa. Sin embargo, eso tiene el riesgo de verse superado por las circunstancias, ya que las personas atienden más a sus prioridades y buscan horarios y normas que les favorezcan, en vez de sugerir opciones y preguntar a los demás.

Un consejo práctico: Intenta no ponerte tenso con las obligaciones de tu agenda. En vez de optar por la rigidez, sugiere a los demás ideas sobre qué procedimientos usar y ofrece revisiones. Tienes que enfocar mejor tu comunicación, por ejemplo: «creo que podríamos empezar por que me comentaras qué piensas de tus resultados del primer trimestre, ¿qué te parece?'», en vez de «tienes que ver cómo mejorar tus resultados del primer trimestre». Una investigación ha demostrado que los ingenieros que interactúan de esta forma han reducido el número de errores que cometen en los desarrollos de software.

4. Resístete a resignarte

Cada vez se ven más publicaciones en LinkedIn que empiezan así: «No trabajo desde hoy, así que vuelvo a estar oficialmente en el mercado».

La pandemia ha supuesto ceses de actividad generalizados y el aumento de los despidos, haciendo que más gente tenga que abrirse a nuevas oportunidades. Algunas personas anuncian su nueva situación al mundo (como se ve en la red social), a otros no se les pasa por la cabeza.

Mucha gente, cuando las cosas van mal, tiende a encerrarse en sí misma en vez de abrirse y contactar con sus redes de contactos, como he analizado con los investigadores Tanya Menon y Ned Smith. Sin embargo, algunos sí buscan ayuda en los demás. Y una de esas 2 opciones es la más recomendable (sobra decir cuál).

Un consejo práctico: cuando recibas malas noticias, como la pérdida del empleo, resístete a resignarte. Al contrario: comparte tu mala racha con las personas de tu entorno, recibirás apoyo y, quizás, nuevas oportunidades.

5. Con el trabajo en casa, debes leer entre líneas

Cuando trabajo con las empresas para hacer simulacros de negociaciones, los directivos, inevitablemente, me piden que use un caso práctico real, por ejemplo: la gente del mundo de las finanzas quiere ensayar reproduciendo situaciones de su mismo ámbito. Y esta no es la mejor manera de aprender, ni de crecer.

Según he concluido en otro trabajo con Jihyeon Kim y Jeffery Lowenstein, las personas aprenden mucho más cuando salen de sus ambientes. Escogimos a un grupo de gente que estudiaba casos de negocio de sus propios sectores y a otro grupo que examinaba industrias distintas.

A continuación, cuando les preguntábamos por una nueva problemática, eran los segundos los que sabían leer entre líneas y quienes aportaban soluciones y comentarios con más valor.

Por ejemplo, los responsables de empresas tecnológicas fueron más resolutivos cuando se salieron de los casos típicos de su día a día, como cuando buscaban soluciones para farmacéuticas. Como tenían que ir más allá, profundizaban más en las cosas.

Un consejo práctico: estudia ejemplos diferentes, acércate a casos de otras empresas y abre tus horizontes.

El coronavirus ha tirado por tierra muchas asunciones y mantras, tanto de las personas como de los negocios. Sin embargo, los profesionales más exitosos están adaptando sus conductas y formas de comunicarse con los demás a las circunstancias actuales. Tú también puedes hacerlo si sigues las pautas que has encontrado aquí, sobre todo ahora que estás realizando el trabajo en casa.

¿Y a ti, cómo te va adaptándote al trabajo en casa?

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