- Para algunos, ir a la oficina es una forma de recuperar los límites de la vida laboral y personal y reducir el estrés.
- Posicionar la oficina como una cura para el agotamiento podría ganar terreno entre los empleadores.
- Aún así, los expertos dicen que los empleadores deben tener cuidado de no exagerar los beneficios del regreso al trabajo
Con un mínimo estiramiento, Wyatt Carney puede ir de su cama a su «oficina en casa», un rincón de escritorio estrecho, sin que sus pies toquen el piso.
«Mi computadora portátil es lo primero que veo por la mañana y lo último que veo por la noche», dijo Carney, un ejecutivo de cuentas de una agencia de relaciones públicas que pidió que se usara su segundo nombre por razones de privacidad.
Es una de las muchas razones por las que Carney, de 26 años, que comparte un apartamento en el sur de Boston con cinco compañeros de habitación, se siente agotado por la era del trabajo desde casa inducida por la pandemia. «El trabajo siempre está en mi mente; cuando intento quedarme dormido, mi cerebro todavía está revuelto».
A partir de este mes, en el trabajo de Carney todos tendrán que volver a la oficina dos días a la semana. Carney ya está fantaseando con lo que seguramente será un regreso embriagador: viajar en el autobús número 9, salir a comer un sándwich con un compañero de trabajo y, lo mejor de todo, apagar su computadora al final de la jornada laboral y dejarla allí. «No puedo esperar», dijo.
Entre la flexibilidad de trabajar en casa y el exceso de trabajo
Mientras que muchas personas han deleitado con la libertad y la flexibilidad de trabajar desde casa, un montón más se sienten con exceso de trabajo, se quedan dormidos o están agotados. Algunos ven el regreso a la oficina como una posible solución. Regresar al trabajo no es solo una forma de liberarse del aislamiento del trabajo en casa, sino que también es un medio de recuperar los límites entre la vida laboral y personal y reducir el estrés de alternar entre sus obligaciones domésticas y profesionales.
«La crisis de Covid-19 ha dejado a gran parte de la fuerza laboral estadounidense sintiéndose emocionalmente agotada», dijo a Insider Leah Weiss, profesora de la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford. «Ir a una oficina puede ser una forma de que muchas personas recuperen sus vidas».
Posicionar el regreso al trabajo como una cura potencial para el agotamiento es una idea que podría ganar fuerza, para bien o para mal, en un momento en el que muchas organizaciones enfrentan la resistencia de los empleados con poco interés en trasladarse a una oficina cinco días a la semana.
Volver a la oficina «cambia mi estado de ánimo y me pone en modo de trabajo»
En lo que respecta al trabajo a distancia, hay dos tipos básicos de personas, según un estudio del Nordic Journal of Working Life Studies: los integradores, a los que no les importa difuminar las fronteras entre su vida profesional y personal, y los segmentadores, que prefieren límites estrictos.
Los segmentadores, como era de esperar, han tenido muchas dificultades para trabajar desde casa durante la pandemia. El conflicto de roles, la tensión de tener que hacer malabares con múltiples roles e identidades, tiene un costo emocional, dijo Weiss, quien también es el fundador de Skylyte, una compañía que se especializa en neurociencia y cambio de comportamiento.
Pero los integradores también tuvieron problemas. Recordó su propia experiencia personal al dirigir una charla de 150 personas en Zoom, cuando su hijo de 5 años entró en la habitación exigiendo su atención. Otros eran comprensivos, pero Weiss estaba distraído. «Por mucho que me encantaría ser una mamá despierta e integrada, es difícil», dijo.
Los padres sufrieron más el agotamiento en casa
De hecho, los padres de niños pequeños sufrieron de manera desproporcionada estrés, ansiedad y agotamiento durante la pandemia. «Muchos padres no solo tenían que seguir trabajando en sus puestos habituales en el nuevo entorno en línea, sino que también tenían que convertirse en maestros, expertos en TI, coordinadores de actividades y recreación, limpieza de casas y cocineras», dijo Debra Kawahara, decana asociada de la Escuela de Psicología Profesional de California en Alliant International University.
Eso podría explicar por qué muchos de ellos están ansiosos por volver a trabajar. «Aproximadamente 63% de las personas con hijos menores de 12 años quieren volver a la oficina, en comparación con 51% de los padres con hijos mayores y 38% de los que no tienen hijos», según una encuesta de Haven Life, una división de MassMutual.
Algunos padres que trabajan dicen que ir y venir de una oficina les permite involucrarse psicológicamente y separarse de sus trabajos.
Al volver a la oficina puedo ponerme en modo de trabajo, en casa en modo de descanso
Meir Sabbagh, vicepresidente de Haymaker, una empresa de relaciones públicas con sede en la ciudad de Nueva York, se convirtió en padre al comienzo de la pandemia. Al principio, estaba agradecido de trabajar desde casa junto a su recién nacido. «Tuve que estar con mi hija mucho más de lo que hubiera estado después de mi licencia de paternidad», dijo.
Pero los desafíos de alimentar, cambiar pañales y calmar a un bebé cuando también se esperaba en las reuniones se hicieron evidentes rápidamente. «Me empujaron en diferentes direcciones», dijo. «Traté de ocuparme de los asuntos familiares durante el día, pero aún tenía todo el trabajo que necesitaba para terminar esperándome».
Sabbagh dijo que la oficina, a la que ahora asiste dos días a la semana, ofrece la salvación. «Cambia mi estado de ánimo y me pone en modo de trabajo», dijo.
Quiero volver a la oficina para recuperar mi equilibrio entre trabajo y la vida
Brian Turner, director de tecnología de ConvertBinary, una empresa de software, dijo que él también está ansioso por cambiar al modo de trabajo y al modo de apagado. Turner, quien ha sido propenso a trabajar en exceso durante los últimos 15 meses, dijo que espera que regresar a una oficina lo ayude a recuperar el control de su equilibrio entre el trabajo y la vida.
«Tener un lugar adonde ir y un horario de trabajo definido, sabiendo que comenzaré a las 9 y terminaré alrededor de las 5, solidificará mi hogar como un espacio para la recreación y la relajación, y la oficina como un lugar para la productividad y la concentración», dijo.
Hacer de la oficina un lugar al que los empleados quieran ir
Para ser claros, el experimento forzado del trabajo en casa durante la pandemia fue un gran éxito para mucha gente. Reveló nuevas formas de vivir y trabajar, y muchos empleados prosperaron. No quieren volver a los tiempos anteriores, al menos no todos los días.
Pero para aquellos que están menos cautivados por la experiencia, la oficina es un faro que promete liberarlos de la tiranía del exceso de trabajo y el agotamiento y, además, les permite ver a sus amigos del trabajo.
Cuidado con solo ver lo bueno del regreso a la oficina
Aún así, los expertos dicen que los empleadores deben tener cuidado de no exagerar los beneficios del regreso al trabajo. Jen Fisher, directora de bienestar de Deloitte y autora de «Trabajar mejor juntos», señaló que incluso los empleados que ansían regresar podrían sentirse decepcionados.
«Creo que nos olvidamos de lo malo y recordamos lo bueno», dijo. «La oficina no era perfecta y no es una solución para el agotamiento».
Fisher recomienda que los líderes piensen de manera creativa sobre cómo hacer del lugar de trabajo del futuro un destino al que los empleados quieran llegar, no solo un lugar para realizar tareas. «La oficina debe ser un espacio que atraiga a las personas porque las beneficia de alguna manera: pueden conectarse con compañeros de trabajo, desarrollar sus carreras o colaborar con otros equipos».
Es importante destacar que las organizaciones también deben involucrar a sus empleados para descubrir formas mejores y más humanas de trabajar. «Los líderes tienen que liderar aquí», dijo.
Planes personalizados de trabajo, la solución
Jim Harter, el científico jefe del lugar de trabajo de Gallup y coautor de «Wellbeing at Work», dijo que los gerentes deben personalizar los planes de trabajo, las ubicaciones y los horarios para sus empleados.
«Tienen que equilibrar las necesidades de la organización con las fortalezas de sus empleados, cómo y dónde funcionan mejor y la etapa de la vida en la que se encuentran«, dijo. «Debería haber un marco para lo que es posible dentro de la organización, pero necesitan individualizarlo».
Mientras tanto, Carney ya está soñando con cómo reemplazará el rincón de la oficina de su dormitorio. «Tal vez una bonita silla de lectura o una batería electrónica», dijo. «Eso sería genial.»
y tú, ¿quieres volver a la oficina, te encanta el home office o prefieres un modelo de trabajo híbrido?
