- Son una herramienta para construir tu marca personal en eventos o reuniones profesionales pues tu nombre ya tiene valor en las percepciones de la gente.
- Conoce qué debe contener una tarjeta de presentación, medidas y otros aspectos a considerar.
- Existe un protocolo a seguir para dar y recibir tarjetas de presentación y es importante conocerlo.
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Imagina que vas a un evento con personas importantes de tu ámbito laboral y te piden alguna manera de contactar contigo. Ofreces darles tu número o que te den el suyo pero sus celulares ya no tienen pila, por lo que sin más, cada quién se retira. En este caso, quizá podrían haber conseguido papel y pluma, pero no se vería tan profesional como si llevaras tarjetas de presentación para entregar.
Esto es parte de construir tu marca personal. Y, si lo haces adecuadamente, puede ayudar a autopromocionarte y pasar del ámbito digital al físico.
Si no sabes qué datos deben tener las tarjetas de presentación o en qué casos debes entregar una, aquí algunos aspectos importantes a tomar en cuenta.
¿Qué son las tarjetas de presentación?
Las tarjetas de presentación —Business Card, en inglés— son una herramienta que recopila los datos de contacto de una persona o empresa.
Se utilizan para reforzar el contacto entre personas y empresas. Es decir, busca generar oportunidades de negocios o funciona como una estrategia de marketing personal.
¿Por qué son importantes las tarjetas de presentación?
Es una herramienta muy interesante para construir tu marca personal en eventos o reuniones profesionales pues, como señaló Roberto Baez en su columna, “tu nombre ya tiene un valor en las percepciones de la gente que te conoce”. Por ello, es necesario ser consciente de cómo nos estamos comunicando”.
Claudio Inácio, consultor de marca personal, señala en su blog que este tipo de tarjetas te pueden ayudar a ganar notoriedad y a estar en la mente de potenciales clientes.
Además, transmiten una imagen profesional, dejan una buena primera impresión en otros profesionales y te distingue de la competencia pues cada tarjeta es única. Al ser personalizables puedes dejar fluir tu creatividad o buscar sitios web que permiten crear tarjetas profesionales gratis.
Qué datos poner en una tarjeta de presentación
Ahora que ya sabes la importancia de las tarjetas de presentación, posiblemente una duda sea ¿qué datos poner? ¿de cuáles datos puedo prescindir? Inácio señala que lo que no puede faltar es lo siguiente:
- Nombre y apellido
- Profesión
- Puesto laboral
- Teléfono
- Correo electrónico profesional
- Logotipo corporativo o personal
Además de lo anterior incluir tus redes sociales es importante, pueden ser LinkedIn y Twitter. Si lo prefieres puedes añadir más pero, al tratarse del ámbito profesional, se recomienda mantener tus redes personales fuera.
En cuanto al diseño, toma en consideración estos 5 aspectos:
Colores: Los colores de tu tarjeta de presentación deben girar en torno a tu logo o el de tu empresa. De ese modo podrás obtener un resultado unificado y profesional. La recomendación de Inácio es usar la psicología del color y herramientas online para que encuentres una paleta de colores con la que te identifiques.
Tipografía: Escoge una tipografía legible y clara para quién la lee. Puedes jugar con el tamaño de las letras para destacar tu nombre o profesión y especialidad.
Medidas: Ten en cuenta el tamaño estándar de una tarjeta de presentación, en México es de 9×5 cm. Aún así, lo importante es que tu tarjeta de presentación sea fácil de guardar en bolsillos, billeteras o tarjeteros.
Material e impresión: En cuanto al material puedes elegir papel con brillo o mate, son las opciones estándar.
Faltas de ortografía: Asegúrate que tu archivo no tiene errores gramaticales u ortográficos, y revisa que tus datos estén correctos y actualizados. También considera que un lado de la tarjeta está destinado para el logo y el otro para los datos.
Ya tengo mis tarjetas de presentación, ¿debo dárselas a todos?
Ahora sí, la parte de los protocolos. Sí, existe uno a seguir para dar y recibir tarjetas de presentación y es importante conocerlo, según Susana Carrillo, consultora en imagen pública.
Para empezar, siempre ten en mente que las tarjetas de presentación no se reparten a cualquier individuo; se dan a personas con las que vayas a tener contacto laboral.
La experta también detalló que por ningún motivo se debe entregar una tarjeta sucia, manchada o rayada ni escribir en ella a mano. Si existe algún dato incorrecto, lo mejor es que las mandes a reimprimir.
No obstante, si no te dio tiempo, la mejor opción para Carrillo es llevar tarjetas en blanco y anotar los datos a mano.
Otro aspecto importante para Carrillo es que con niveles ejecutivos más altos que el tuyo, la tarjeta no se entrega a menos que te la pidan y debe ser con la información hacia arriba.
“Una tarjeta de presentación siempre se entrega tomándola por la esquina superior izquierda, con el propósito de que la persona que la recibe pueda ver y leer su contenido de inmediato”, explicó a El Financiero, Renata Roa, consultora de imagen.
Si tú eres quien la recibe, primero debes leerla y luego guardarla en un buen lugar. De esta manera se transmite interés en la persona que se está presentando.
El momento adecuado para entregar una tarjeta de presentación
Sobre el momento idóneo, nunca se entregan cuando hay comida y según Roa señaló que hay tres posibles escenarios:
En una reunión: cuando existe una cita con proveedores, clientes o para presentar el producto y participan varias personas, el momento adecuado es al inicio de la cita o poco antes de sentarse, ya que eso ayudará a identificar quiénes se encuentran dentro de la reunión.
En un evento social: la entrega de tarjeta se realiza después de la presentación del evento, o sea, al final, de esta forma podrás tener la oportunidad de presentarte sin ningún factor distractor y se creará un instante cómodo para hacerlo.
En una junta uno a uno: durante encuentros personalizados, el mejor tiempo para entregar la tarjeta es justamente al presentarse, así ambas personas podrán saber quién es la otra antes de iniciar la conversación.
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