- La temporada 2020 de la Fórmula 1 aún no ha arrancado gracias a la pandemia del coronavirus, la cual cancelo o aplazó nueve de sus carreras.
- Ésta no es la primera crisis económica que enfrenta, siendo la más reciente la vivida durante 2008.
- La clave para volver a sobrevivir en esta ocasión también se encuentra en la reducción de los costos.
- La crisis económica podría obligar a que algunas escuderías salgan de la competencia, sobretodo las más pequeñas.
La Fórmula 1, que celebra este 2020 su 70 aniversario, tendrá que encontrar una manera de salir de la actual crisis económica que vive gracias a la pandemia del coronavirus.
El virus provocó que las primeras citas del calendario de la temporada 2020 hayan sido canceladas (Australia y Mónaco) o aplazadas sin una nueva fecha confirmada (Baréin, China, Vietnam, Holanda, España, Azerbaiyán y Canada).
Hasta el momento, las pruebas restantes, comenzando por el Gran Premio de Francia programado para celebrarse el 28 de julio, podrían sufrir un mismo destino.
En una entrevista a Sky Sports el 8 de abril, el director deportivo de la Fórmula 1, Ross Brown, preveía con optimismo que la temporada pudiera arrancar en julio en Europa, quizás “a puerta cerrada”.
“Para un campeonato del mundo, son necesarias como mínimo ocho carreras. Ese mínimo podría alcanzarnos incluso si comenzamos en octubre. Es ahí donde se sitúa el punto crítico”, explicó Brown.
La opción para enfrentar la crisis es reducir los costos
Las crisis económicas no son alguno nuevo para la Fórmula 1. La más reciente fue la vivida durante 2008 y que provocó la salida de varios constructores de la competición: BMW, Honda, Toyota y Renault.
En ese entonces, la crisis también despertó un debate sobre el futuro de este deporte. No obstante, la máxima categoría del automovilismo sobrevivió gracias a un esfuerzo en el control de los gastos.
En 2008 y en las temporadas siguientes los campeonatos se disputaron según lo previsto, pero hubo algunas bajas. Por ejemplo: el Gran Premio de Francia no se corrió entre 2009 y 2017; mientras que el circuito de Fuji tuvo que renunciar a acoger el Gran Premio de Japón en 2010.
De acuerdo con la agencia evaluadora Moody’s y el banco JP Morgan, la clave para superar la actual crisis económica por el Covid-19 también se encuentra en el control de los gastos, iniciativa que algunas escuderías han alertado con urgencia.
Hay recursos suficientes
Para Moody’s, que degradó las perspectivas de la Fórmula 1 de positivas a negativas el pasado 2 de abril, esta competición tiene “suficiente liquidez y costos lo suficientemente flexibles para hacer frente a una temporada 2020 severamente reducida” o incluso a una “supresión total”.
Los acuerdos comerciales y de gobernanza que deben ser las bases de la categoría a partir de la próxima temporada están en plena negociación entre la FIA, los promotores de Fórmula 1 y las escuderías.
“Puedo ver hasta cuatro equipos desapareciendo si esto no se gestiona de la manera correcta”, señaló el pasado 5 de abril en una entrevista a la BBC Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, la primera escudería en aprobar medidas de paro parcial y de reducción de salarios de dirigentes y pilotos.
Reuters
Con dificultades económicas o sin ellas, Aston Martin se comprometió de nuevo el 1 de abril a su regreso a la parrilla. Esto lo logrará a través de la actual escudería Racing Point, quien cambiará su nombre y adoptará la del constructor preferido de James Bond.
Temor por las escuderías pequeñas
Los mayores temores están en los habituales equipos pequeños del “paddock”, como Williams, con apuros financieros desde hace años, o Haas.
Para ahorrar, la Fórmula 1 ha anticipado su tradicional paro de mitad de temporada y ha aprobado que el nuevo reglamento técnico, que debía entrar en vigor en 2021, se aplace hasta 2022.
El techo presupuestario es otro reto. Hay propuestas para bajarlo de 175 a 100 millones de dólares (mdd). Hay negociaciones en curso al respecto y el techo “va a ser rebajado” sin definir hasta dónde, afirmó el 9 de abril el presidente de la FIA, Jean Todt.
“La competición automovilística, empezando por la Fórmula 1, cuesta demasiado cara”, estima Todt. “Hemos tomado ya medidas en ese sentido, pero la pandemia nos hace más difícil asumir esos costos. Hay riesgo de perder equipos, constructores”, avisó.
Con información de AFP
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