• La mujer de hoy tiene la libertad de ser la ejecutiva que desea, estudiar y dedicarse al área que más le interese en términos de igualdad con sus pares y vivir en fraternidad y justicia por tener derechos garantizados.
  • Nuestro trayecto se verá atravesado por cambios constantes, que son reflejo de la evolución profunda y acelerada del mundo en que vivimos, dice Gisselle Ruiz Lanza.
  • Es clave que sigamos aprendiendo y estudiando nuevas y mejores maneras de pensar y de fortalecernos, señala.
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Somos ejecutivas hoy gracias a siglos de lucha de grandes mujeres que han dedicado tiempo y esfuerzo demostrando su valor dentro de las empresas. Sin duda estamos muy agradecidas por tanta evolución en el viaje que ha sido la conquista de nuestros cargos. 

Nuestras posiciones laborales de hoy no han remplazado el rol que ya teníamos en la sociedad, al final, no luchamos para abandonar los otros tantos roles presentes en nuestras vidas. Luchamos por más. Luchamos motivadas por la igualdad, la libertad y la fraternidad. 

La mujer de hoy tiene la libertad de ser la ejecutiva que desea, estudiar y dedicarse al área que más le interese en términos de igualdad con sus pares y vivir en fraternidad y justicia por tener derechos garantizados (aunque en algunas realidades no sea del todo cierto).

Sin embargo, el mundo contemporáneo trae una nueva misión para la ejecutiva de hoy, quien lleva incontables obligaciones y deberes, y, además, requiere de aprendizaje permanente y una mirada detallada hacia una vida integral.  Así como yo, muchas de nosotras, además de ejecutivas, somos madres, hijas, esposas, estudiantes, deportistas, tías, mentoras, y mucho más. La simple organización de esta vida con múltiples facetas requiere de extrema dedicación y atención para que nada se pierda entre las rutinas y personas a quienes nos dedicamos. 

¿Existe una receta para que todo esto salga bien? Creo que no, pero si algo es cierto es que no lograremos nada si en primer lugar no nos encontramos realizadas y cómodas con nosotras mismas. La dedicación a nuestro bienestar y desarrollo personal se reflejará en todo lo demás. 

Sin duda, nuestro trayecto se verá atravesado por cambios constantes, que son reflejo de la evolución profunda y acelerada del mundo en que vivimos. He escuchado recientemente que “la única certeza sobre el futuro es que éste será incierto”. Por ello, utilizo mucho un concepto relacionado con los imprevistos y con la velocidad con que los cambios suceden en el mercado que se conoce como VUCA (del inglés): Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Ambigüedad. 

Estos pilares se utilizan para describir la situación de cambio constante e impredecible que ahora es la norma en ciertas industrias y áreas del mundo empresarial. Pero algo que me gusta de VUCA es que, más allá del ámbito laboral, puede aplicarse en nuestra vida personal ya que exige que evitemos los enfoques tradicionales y obsoletos, lo que nos permitirá estar en constante evolución.  

Para esto, también es clave que sigamos aprendiendo y estudiando nuevas y mejores maneras de pensar y de fortalecernos. Recordemos que la búsqueda continua del aprendizaje brinda herramientas para afrontar los desafíos de nuestras vidas, lo que también se conoce como lifelong learning. Estudiar nos hará renovarnos, cuestionar con propiedad y tener la teoría aliada a la práctica.

Entre los estudios más importantes de lifelong learning, recomiendo que desarrollemos las seis inteligencias recientemente enumeradas por el Foro Económico Mundial: contextual, moral, social y emocional, generativo, tecnológico, y transformador. Cada una es esencial, y la combinación de todas genera el verdadero poder del liderazgo inteligente para la vida. 

Sin duda, la vida de una mujer tiene muchos ángulos, y, aunque no es sencillo, es indispensable enfocar nuestras miradas a cada uno de ellos para lograr una vida más equilibrada y sana. El aprendizaje continuo será nuestro apoyo para la toma de decisiones más inteligentes, así como en la creación de círculos de empatía en los grupos de los cuales formamos parte. 

Contar con una vida equilibrada nos permitirá a su vez a estar en paz y armonía. Por otro lado, estar en paz no significa dejar de desafiarse a sí misma. Es importante que tengamos claros nuestros sueños y objetivos y seguir los caminos adecuados para lograrlos. Esto puede significar salir de nuestra zona de confort y arriesgarnos. Como mujeres queremos escribir historias de éxito derivadas de nuestras fortalezas y sabiduría que se destacaron con base en el conocimiento y en la inteligencia emocional. ¡Empecemos ya! 

¡Somos y seremos siempre las protagonistas de nuestras vidas y carreras, y sabemos dentro de nosotras mismas qué tipo de protagonistas queremos ser! ¿Yo? Yo sí quiero ser una mujer maravilla de la historia y luchar por la igualdad, equidad y fraternidad. ¿Cuál es tu protagonista?

* Gisselle actualmente actúa como directora general de Intel en América Latina y como copresidenta del Consejo de Mujeres Ejecutivas de Intel América Latina (iNEW) – el programa que fomenta la diversidad y la inclusión, promoviendo el tema dentro y fuera de la compañía.

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