Tengo 44 años y me pregunto ¿soy empleable para el mercado laboral mexicano o global?
En la escuela nos dan tácticas para incorporarnos al mercado de trabajo o generar autoempleo. Una vez que se tiene el puesto, la consigna es cuidarlo y crecer en esa posición. Pero, ¿con qué frecuencia generamos introspección para saber si somos figuras empleables de por vida?
Hay que tener una respuesta rápida a la mano, pues en una economía como la de México, que tiene 58 millones de personas en la población económicamente activa y en la que solo en un año se ha cuadriplicado la subocupación, es casi imposible ‘darse el lujo’ de buscar un trabajo hasta que se pierde el que se tiene. Se vive una época en la que vale apuntar hacia la competencia de empleabilidad para colocarse en el mercado lo más rápido posible.
¿Soy atractivo para el reclutador?
Lo primero es entender que la empleabilidad es la competencia que posee una persona para diseñar su carrera profesional, acceder al mercado de trabajo y gestionar su propio desarrollo laboral hasta el retiro con acierto y satisfacción. No es una característica nueva, se habla de esto desde la década de 1950; pero, como suele suceder, hasta que viene un momento crítico en el empleo, cuando se recupera el sentido de estos conceptos.
Hoy atravesamos uno de esos episodios: 43% de los empleadores a nivel global reconoce que se les dificulta encontrar las competencias mínimas necesarias para cubrir una vacante en un trabajador principiante. Ese colaborador piensa en cómo ganar un empleo, lo que es válido; sin embargo, no repara en cómo trabajar las destrezas que acompañan a la empleabilidad, y que le servirán de por vida.
La cifra anterior es un dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y, a su vez, la firma de capital Humano ManpowerGroup identificó que el mercado laboral vive la mayor revolución de habilidades solicitadas por un empleador. Estas se resumen en tener habilidad de: comunicación, priorización, adaptablilidad; toma de iniciativa, integridad, pensamiento analítico y saber construir relaciones.
Además, destacan en las entrevistas los candidatos que demuestren experiencia e interés por desarrollar empatía, coaching (recibir apoyo para transformar comportamientos y creencias) y resiliencia, de acuerdo con datos recabados en el informe ‘Lo que los trabajadores quieren’ de ManpowerGroup.
Platiqué con Tania Arita, gerente regional en Talent Solutions, firma especializada en consultoría sobre la fuerza laboral; refiere que “nos encontramos en el momento en que, incluso, las habilidades más demandas en la fase inicial de la crisis son diferentes a lo que hoy requiere el empleador y lo que se espera para el futuro”.
¿Cómo me convierto en alguien empleable?
El asunto con la empleabilidad es comenzar por detectar eso que te hace interesante, profesionalmente hablando, sin importar la industria o el sector. Para llegar a ese punto debe haber entrenamiento, y un análisis sobre la empleabilidad en jóvenes de la OIT pone de manifiesto que la capacitación adquirida en la formación académica tiende a ser obsoleta más rápido. Esto significa que dese joven se batalla con el hecho de no saber cómo hacerte empleable, al no haber una capacitación centrada y actualizada en ello.
Aunado a esto, al no haber suficientes puestos de trabajo no se aprovecha, debidamente, la capacidad de millones de jóvenes para trabajar, sino que se busca cubrir las posiciones con quienes apenas muestren algunas de las competencias laborales con más demanda.
La propia OCDE ha alertado en diversas ocasiones que la región de América Latina tiene la mayor breha mundial entre las competencias disponibles, y las que requieren las economías y los negocios en la actualidad. Así que es “el momento de llevar a los jóvenes al terreno de la empleabilidad”, asevera Tania Arita.
Esto significa que aprendan a formarse en las habilidades transversales: transferibles en distintos ámbitos, y no específicas para un trabajo, sector o disciplina.
La lista de las transferibles
En temas de habilidades que te hacen ‘empleable’ la ganadora es ‘aprender a aprender’ (learnhability), lo cual significa que la persona es capaz de organizar, procesar y retener información; que sabe usar el tiempo en forma eficaz y eficiente sin sacrificar la calidad; se adapta y completa las tareas que le asignan. Y, lo más importante, asume la responsabilidad por el aprendizaje propio.
A propósito, ManpowerGroup, por ejemplo, desarrolló la herramienta Learnability Quotient, a través de la cual se puede conocer de manera gratuita el estilo de cada persona para adquirir nuevos conocimientos.
Otra destreza muy solicitada es la ‘resolución de problemas’ que incluye pensar en forma creativa, identificar y resolver problemas de manera independiente, así como sugerir ideas nuevas para cumplir con el trabajo.
Para el empleador, que la persona demuestre competencias de este tipo significa que serán capaz de responder mejor a los cambios en el lugar de trabajo, de ahí que resulte importante desarrollar esas destrezas en el trabajo o a través de capacitación propia, puntualiza Tania Arita.
El mejor lugar para adquirir estas competencias, sin duda, es en el trabajo; pero muchos empleadores no están dispuestos a contratar sino se demuestra capacidad en éstas. Por esa razón tanto las personas y en las escuelas hay que involucrarse más en obtener estas destrezas.
Si por tu cuenta, buscas desarrollar las destrezas asociadas a la empleabilidad, aquí una referencia de las más solicitadas en el mercad de trabajo:
Comunicación (que implica):
- Saber escribir como para satisfacer las necesidades de negocios asignadas.
- Escuchar, comprender y comunicarse de manera eficaz.
- Saber expresar ideas propias y argumentarlas.
- Comprender un idioma adicional, si el negocio lo requiere.
Resolución de problemas:
- Saber gestionar problemas de manera independiente.
- Comprobar que los supuestos sean verídicos .
- Identificar problemas.
- Tener en cuenta el contexto de los datos y las circunstancias.
- Identificar y sugerir ideas nuevas para cumplir con el trabajo (iniciativa).
- Recolectar, analizar y organizar la información (planificación y organización)
- Planificar y gestionar el tiempo, el dinero y otros recursos para lograr los fines.
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