• El Wi-Fi WPA2, o sistema para proteger las redes inalámbricas, es muy limitado en cuanto a protección de datos, por ello los piratas informáticos pueden fácilmente robar información confidencial.
  • Una recomendación para reducir la vulnerabilidad de los dispositivos es eliminar las redes abiertas que se tengan guardadas y desactivar la conexión automática.
  • Usar contraseñas únicas y difíciles de adivinar, por la combinación de caracteres, es otra forma de evitar que la información de un usuario termine en las manos equivocadas.
 

Los piratas informáticos no sólo pueden irrumpir en tu Wi-Fi para aprovecharse de usar tu servicio de internet sin pagar. También pueden hacerlo para entrar en los dispositivos conectados a la red y robar información confidencial o dañarlos.

De estar forma, un hacker puede saber dónde trabajas o si viajas, así como conocer tu información financiera. Si quieres reducir estas amenazas a tu seguridad y privacidad, debes hacer que tus dispositivos sean menos vulnerables.

Por ello, a continuación te dejamos cuatro consejos que te ayudarán a mantenerte más seguro cuando uses tu Wi-Fi, ya sea local o móvil.

1. Elimina las redes Wi-Fi que no necesitas de la lista de redes preferidas

De forma automática, los dispositivos registran en una lista todos los Wi-Fi que has guardado. Esto puede ser peligroso en muchos sentidos. Principalmente porque el dispositivo no distingue entre redes que llevan el mismo nombre.

Por ejemplo, si te conectas a una red Wi-Fi de Starbucks tu dispositivo lo recordará. Así, se conectará automáticamente a cualquier otra red abierta que lleve el mismo nombre.

Para un hacker es muy fácil crear un punto de acceso Wi-Fi falso, que además tenga el nombre de otros puntos de acceso comunes, como el de un aeropuerto o restaurante. Estos puntos falsos los crean para cargar páginas de phishing y realizar un monitoreo de toda la información contenida dentro del dispositivo que se conecte.

El riesgo de conectarte automáticamente a un punto de acceso falso es muy alto. Lo más recomendable es utilizar los datos móviles, en lugar de conectarte a redes públicas. Asimismo, debes administrar las redes que tengas guardadas y eliminar de la lista todas las que sean abiertas.

2. Usa una VPN para mantener encriptado tu tráfico local

En internet los datos que se envían y reciben son fácilmente espiados, y el Wi-Fi WPA2, o sistema para proteger las redes inalámbricas, es muy limitado en cuanto a protección de datos. Por ello, si un pirata informático consigue tu contraseña podrá tener acceso a todo el tráfico de la red local. Tendrá oportunidad de espiarlo, copiarlo o robarlo.

A pesar de que el protocolo HTTPS a hecho que la navegación sea más privada y segura, al no tener una conexión Wi-Fi confiable quedamos igual de expuestos. Es aquí donde una red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés) toma relevancia.

Las VPN no permiten a los atacantes acceder a los datos con facilidad. Cuando se usa una red privada virtual, ellos no pueden ver qué hace la persona en línea ni localizarla porque la dirección IP del dispositivo queda oculta.

A pesar de que existen muchas formas fáciles de ocultar una IP, usar una VPN tiene ventajas adicionales. Una de ellas es el desbloqueo de contenido de otros países.

Las VPN funcionan cifrando el tráfico local. Así, cuando la informacion viaja por internet sólo puede ser leída por quien la reciba. La capacidad de hacer indescifrable estos datos es lo que brinda privacidad y confidencialidad directa a tu información.

3. Desactiva la conexión automática al unirte a redes

La conexión automática a las redes puede poner en riesgo tu dispositivo, ya que hay redes maliciosas que pueden copiar el nombre de alguna de las que tienes guardadas. Si tu dispositivo se conecta automáticamente a una red maliciosa toda tu información podrá verse comprometida.

Lo mejor es deshabilitar esta opción, aunque tengas que ingresar la contraseña cada vez que te conectes a una red Wi-Fi. Entonces, al conectarte a una red, guarda la contraseña pero deshabilita la conexión automática. Así podrás conectarte a la red dando solo un clic, pero evitarás que la información de tu dispositivo acabe en las manos equivocadas.

En dispositivos MacOS, debes ingresar en el botón de “avanzado” en el menú Red para deshabilitar la conexión automática de las redes. También puedes desmarcar las redes que tengas guardadas para que no usen la conexión automática.

4. No reutilices contraseñas para Wi-Fi 

El estándar del Wi-Fi actual es el WPA2 y tiene un gran defecto: es muy fácil para un atacante ingresar a esa red si la contraseña es débil. De esta forma, si tu contraseña no es lo suficientemente fuerte un pirata informático podrá ingresar en tu red en minutos.

Esto ocurre porque ellos cuentan con archivos masivos de contraseñas violadas y usan herramientas para cargarlas al conectarse en tu Wi-Fi. Por esta razón, no sólo es fundamental contar con contraseñas fuertes, sino que tampoco debes repetirlas.

Las contraseñas deben ser únicas y difíciles de adivinar. De lo contrario, serán violadas fácilmente. Puedes usar un administrador de contraseñas para crear nuevas que sean fuertes.

Que una contraseña sea larga no la hace precisamente difícil. Es la combinación de los distintos caracteres, incluyendo los especiales, lo que las hace complicadas de adivinar.

Los piratas informáticos de Wi-Fi saben que las personas suelen usar una misma contraseña para todas su cuentas. Eso les facilita el trabajo. Si no quieres estar expuesto, desde la contraseña de tu Wi-Fi hasta las de tus redes sociales, todas deben ser diferentes, fuertes y nuevas.

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