- La Generación Z bebe 20% menos alcohol que los millennials a su misma edad, de acuerdo con un estudio.
- Además, los jóvenes solo consumen alcohol en dos de cada tres visitas a un bar.
- “Antes que beber una cerveza me gusta más tomar una Coca-Cola o un jugo”, afirmó Pablo, un joven de 24 años.
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La relación entre los jóvenes y el alcohol en las series de televisión es turbulenta. En “Sex Education”, Otis provoca un escándalo cuando está borracho y despotrica contra sus exnovias.
Por su parte, tanto en “Élite” como en “Euphoria”, los jóvenes no disfrutan de tomar unas copas los fines de semana, sino que beben hasta destrozarse.
Es curioso cómo en el mundo real sucede lo contrario. Mientras que las series de adolescentes se vuelven más cruentas, la mayoría de los jóvenes de la generación Z se desliga de la ficción y escoge el camino de la moderación.
Un estudio reciente a 500 británicos de diferentes edades de la empresa de investigación de mercados KAM afirmó que 65% de los jóvenes de entre 18 y 24 años prefiere limitar su consumo de alcohol. Por lo tanto, solo beben en ocasiones especiales.
Además de ingerir una menor cantidad de alcohol en cada salida, afirmaron que lo consumen en dos de cada tres visitas a un bar o restaurantes; mientras que beben refrescos o cócteles sin alcohol en una de cada tres salidas.
Qué opinan los jóvenes
Business Insider conversó con algunos jóvenes de la generación Z (de 18 a 24 años) sobre esta tendencia hacia la moderación.
“Yo bebo ocasionalmente y de una manera social, no bebo diariamente. Primero, porque no me gusta el sabor del alcohol o porque tengo opciones que me gustan más. Segundo, por salud. Sé lo malo que es a largo plazo y me gusta cuidarme. Antes que beber una cerveza me gusta más tomar una Coca-Cola o un jugo”, explicó Pablo, un joven entrenador de 24 años.
Él reconoció que bebe menos que hace algunos años y considera que es una tendencia.
“La gente cuando bebe creo que es de fiesta. Ya se superó esa idea de que hay que beber vino con la comida o, que si estás en casa, disfrutes de una copa de coñac”.
“Yo hago deporte mínimo tres veces por semana y además intento llevar una dieta equilibrada”, contó María, un publicista de 23 años que trabaja en Madrid.
“Por lo general, no suelo beber mucho, no me gusta demasiado el alcohol”, agregó afirmando que solo lo hace en ocasiones especiales.
Beatriz es una diseñadora gráfica de 24 años y contó que ella tiene un consumo de alcohol estándar y que no ha variado a lo largo de los años. Ella se cuida pero no está dispuesta a renunciar a las cervezas con amigos.
“Como fruta y verdura, bebo dos litros de agua, voy al gimnasio tres veces por semana, y si tengo tiempo también salgo a correr”.
Por su parte, a Pablo le impactan muchísimo las imágenes que circulan en las redes sociales de famosos afectados por consumir alcohol excesivamente. Por ejemplo, la modelo Cara Delevingne protagonizó las portadas hace unas semanas tras verse desaliñada en las calles del Reino Unido.
Y las celebridades no son las únicas. Las imágenes de los amigos en estado de embriedad circulan con frecuencia por los grupos de WhatsApp. Esto preocupa a muchos, que prefieren reducir su consumo de alcohol para evitar convertirse en el objeto de burlas de sus compañeros.
‘Sober-curious’, el término que designa a los jóvenes que optan por beber menos
Para indagar en por qué los jóvenes consumen menos alcohol que la generaciones precedentes, basta navegar en su red social favorita: TikTok.
En dicha plataforma, existen decenas de videos de influencers recomendando un consumo moderado de alcohol bajo el hashtag #sobercurious (que se traduce al español como “abstemio curioso”).
También se ha acuñado el término “No-Lo”, que hace referencia a los términos en inglés “No alcohol” y “Low alcohol”; es decir, bebidas con nada o baja graduación alcohólica.
Los videos relacionados con estos términos muestran a influencers preparando cócteles a base de juegos de frutas, pero también promocionando el alcohol en otros formatos, como dulces o bebidas más suaves.
Qué dice la industria
El experto en publicidad, profesor de la escuela ESIC y director creativo de Sinaia Marketing, Paco Lorente, señaló que las marcas ya se encuentran “buscando a ese consumidor joven que se decanta por bebidas mas suaves y con menos calorías”.
Es por ello que ofertan nuevas bebidas, whisky o ginebra empaquetados en botellas de colores, con sabores tropicales y una graduación alcohólica reducida. O cervezas de todo tipo, pero sin alcohol.
La publicidad refleja fielmente esta tendencia con una mutación en el mensaje: ya no se vende estatus, sino experiencias, afirmó Lorente.
“Para un baby boomer, beber una copa de whisky se asociaba con ser el macho alfa; y tomarse un cosmopolitan, como en la serie ‘Sex and the City‘, con la mujer alfa. Las marcas vendían estatus”, explicó.
Sin embargo, hoy venden “un estilo de vida, algo más emocional, ese verano idílico en playas vacías, en lugares por descubrir”.
La llegada de nuevos competidores
La manera en la que los jóvenes perciben el ocio ha mutado, cambiando tanto la industria como la representación de las marcas en la publicidad.
“El alcohol se ve como un elemento social y hoy podemos estar socializando desde nuestras casas a través las redes sociales. Antes no, teníamos que ponernos de acuerdo para ir al bar o a la disco. El alcohol era un acompañante”.
Hoy existen otros acompañantes que ocupan espacio en los ambientes de ocio, como “los vapeadores, que son elementos que acompañan a estas generaciones jóvenes”, afirmó Lorente, añadiendo que “el alcohol hoy tiene nuevos rivales”.
Por otro lado, reconoció que “se sale más de día y por la tarde, algo que los jóvenes denominan ‘el tardeo’. Esto también modifica el consumo de alcohol”.
Cada generación bebe menos que la anterior
De acuerdo un estudio de Berenberg Research, publicado en 2018, la generación Z bebe 20% menos que los millennials a su misma edad.
Por su parte, el Observatorio Español de las Drogas y Adicciones publicó en un informe el año pasado que solo 10% de los jóvenes de la generación Z bebe alcohol entre semana, mientras que esta cifra sube al 30% entre los baby boomers.
El estilo de vida, generación a generación, aboga por un consumo moderado de alcohol. No obstante, saber cómo responderá la siguiente generación, la Alfa, es aún una incógnita.
Estos jóvenes de entre 14 y 17 años están a un paso de cumplir la mayoría de edad y de convertirse en el foco de las estrategias publicitarias.
Para Lorente, es posible que esta generación continúe con esta corriente de tener vida más saludable, “pero también podría ocurrir que haya un repunte del consumo de alcohol, gracias a estas categorías de productos light más agradables al sabor y con menos calorías”.
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