- Renunciar a un trabajo e iniciar un negocio o simplemente cambiar de giro, es un riesgo que muchas personas no están dispuestas a tomar.
- Carlos Fernández, autor de libros y ponente en la cumbre de Al Otro Lado del Camino, asegura que no existe una receta para escoger el momento correcto para tomar esa decisión.
- Pero asegura que el momento en que ese emprendimiento puede aportar más o "extender las emociones" es hora de hacerlo.
Renunciar a un trabajo e iniciar un negocio o simplemente cambiar de giro pareciera un riesgo que muchas personas no están dispuestas a tomar.
Además, si bien este salto va de la mano con encontrar o seguir lo que a uno más le gusta o apasiona, muchas veces existe otras responsabilidades— como las cuentas, la renta, los servicios, la tanda y demás costos— que nos impiden perseguir nuestra misión de vida sin preocupaciones.
Carlos Fernández, autor de libros, speaker internacional y ponente en la cumbre de Al otro lado del Camino —que se llevará a cabo del 8 al 12 de julio—, asegura que no existe una receta para escoger el momento correcto para tomar la decisión.
Sin embargo, Fernández sostiene que desde el momento en que ese emprendimiento o cambio puede aportar más o «extender las emociones» es hora de tomar acción.
El momento correcto para iniciar tu propio negocio
Carlos reconoce perfectamente ese sentimiento de dejar tu trabajo por tu «misión de vida». Esto debido a que después de 13 años en el mundo corporativo, Fernández dejó su empleo que, aunque le causaba satisfacción, no le resultaba tan apasionante como compartir contenido con otras personas.
«Yo entendí que se podía vivir de compartir contenido, de compartir lo que te hace sentido, de mejores prácticas, incluso lo que otros autores han investigado. Eso me abrió la mente y dije: ‘¿será que yo pueda vivir de esto?'», dijo.
En un principio Fernández pudo iniciar su negocio en paralelo a su empleo, y se consideraba «extenuadamente feliz», porque hacia lo que le gustaba.
Hasta que finalmente, decidió salirse para dedicarle el 100% de su tiempo a su emprendimiento. «Ahí en un momento imperfecto —porque no hay tiempos perfectos— me caso, regreso de la luna de miel y renuncié».
Pero el conferencista asegura que al hacerlo tenía un colchón de ahorros de siete meses, que le bastaron para continuar con el nivel de vida que tenía; pero reconoce que cada persona tiene su propio tiempo de ahorro.
«Si te preguntas si estás listo para emprender, probablemente no estés listo, y no por nada malo, sino cómo es que te lees corporalmente, ¿cómo se siente algo que racionalmente es difícil de poner en palabras, pero quieres hacerlo? […] Internamente sabes que las palabras se quedan cortas y lo haces».
«Para mí eran suficientes esos siete meses para lanzarme, pero hay gente que necesita un año o dos, o hay gente que necesita menos tiempo. El proceso de aventarse es individual», agregó.
Iniciar un negocio es un juego infinito
Además, Carlos también sostiene que en el emprendimiento —como en todo— no hay una formula secreta para llegar a la meta y no hay certeza, «el control es una ilusión», dijo. Por ello define que un emprendimiento siempre es «un juego infinito», donde la misión es mantener y mejorar cada día.
«Esto es un juego infinito, algo que no tiene que tener una meta en sí mismo, ¿cuál es la misión de un emprendedor? Es que el emprendimiento se mantenga», dijo.
¿Cómo saber tu propósito o misión de vida?
Por otro lado, conocer cuál es la misión o propósito de vida de cada uno no es algo que simplemente llega y mucho tiene que ver el autodescubrimiento como personas. La clave está en saber cómo nos sentimos al hacer las cosas.
«A veces pensamos que debemos conseguir un propósito o una misión, la verdad es que el propósito es algo que se puede ir construyendo o descubriendo o llega a ti e incluso puedes estar viviéndolo y no sabes que estás en propósito», dice Carlos.
Incluso, el experto menciona que el propósito mismo de la vida es vivirla, sin obsesionarse por encontrar nuestra misión en ella.
«¿Cómo saberlo (el propósito de vida)? No hay forma de decir que ya vives en propósito pero cuando tú te llenas y cómo llenamos ese tanque con curiosidad o cómo te despiertas, duermes, cuando todo es confluye, con sus claros y sus sombras, dices: ‘vivo en propósito y estoy construyendo una vida con mis términos, no cómo me lo dicen afuera'», explica.
«Tienes que evaluarte, ¿cómo se siente cuando hago esto fuera de lo natural, del esquema? ¿Cómo se siente cuándo estás adentro? Nadie te lo puede decir más que tú», concluyó.
Sus libros favoritos:
- «Poder sin límites» de Anthony Robbins
- «Hábitos atómicos» de James Clear
- «Adkar» de Jeffrey M. Hiatt
- «Conversaciones con Dios» de Neale Donald Walsch
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