• La adolescencia se caracteriza por ser un periodo de rebeldía y actitud insumisa ante el resto.
  • Pero a veces esta conducta desafiante y negativa puede esconder problemas más serios.
  • Jordi Royo, director del grupo de escuelas terapéuticas Amalgama7 ha explicado en un artículo para ABC cómo poder identificar si tu hijo presenta algún factor de riesgo para convertirse en un adolescente conflictivo.
  • Según el especialista existen tres cuestiones relacionadas con los menores que pueden revelar si se está ante una buena adolescencia o esta etapa esconde problemas serios.
  • Según Royo, los adolescentes "que responden al patrón de 'lo veo, lo quiero y lo tengo a toda costa' sin preguntarse si lo necesitan tienen un problema".

Es normal que a medida que crecen tus hijos cambien su comportamiento. El cariñoso niño que con 8 años constantemente quería pasar tiempo contigo se ha convertido en un quinceañero que no sale de su cuarto o solo te contesta con monosílabos.

Por mucho que te disguste o te cueste, la adolescencia es un periodo complejo en el que tu hijo comienza a buscarse y reclamar independencia.

De ahí que a medida que se adentra en esta etapa comience a experimentar actitudes a veces problemáticas; que esté más irascible y en general en constante confrontamiento con el mundo. Bienvenido a la rebeldía adolescente.

Pero a veces, esta conducta desobediente e insurrecta puede esconder problemas mucho más serios. Entre ellos algún desorden psicológico como por ejemplo el trastorno oposicionista desafiante (TOD) que incluye síntomas persistentes de “comportamientos negativos, desafiantes, desobedientes y hostiles hacia las figuras de autoridad”.

Así como explica la Academia Americana de Pediatría.

Cómo reconocer a un hijo conflictivo

Para los padres puede resultar complicado averiguar si se está ante un desarrollo normal propio de adolescentes; o si estos comportamientos son señales de un problema mayor.

Ante este dilema, Jordi Royo, director del grupo de escuelas terapéuticas Amalgama7 explicó en un artículo para ABC cómo poder identificar si tu hijo presenta algún factor de riesgo para convertirse en un adolescente conflictivo.

La manera de hacerlo es preguntarse como padre tres cuestiones básicas relacionadas con el comportamiento de los menores.

«La primera pregunta sería cuál es el rendimiento del niño en su tarea principal, que es la escuela. La segunda, cómo gestiona su tiempo libre: si hace actividades extracurriculares, música, deporte o está pasivo delante de las pantallas. Y la tercera es cómo gestiona su dinero», revela Royo al diario.

Según el especialista, mientras que si se responde de manera afirmativa a las tres preguntas se estará ante «una buena adolescencia»; una respuesta negativa en alguna de ellas indicará que se está ante un problema.

Royo lo ejemplifica con la forma de responder del menor ante los clásicos caprichos adolescentes: como el celular, la ropa, los tatuajes, que no siempre puede tener.

«Los progenitores pueden decir: ‘entiendo que quieras este celular y ahora no te lo puedo comprar pero escucha, termina el curso y veremos’ o ‘estamos justos de dinero y tenemos que esperar a Navidad’ o ‘pregúntate si lo necesitas'», asegura. «Los adolescentes que no entran en estos argumentos y que responden al patrón de ‘lo veo, lo quiero y lo tengo a toda costa’ sin preguntarse si lo necesitan tienen un problema», afirma Royo en ABC.

Otros factores que pueden indicar un problema de conducta conflictiva en tu hijo

No son los únicos indicadores que pueden advertir de la existencia de un problema en la actitud conflictiva de un adolescente. 

Como explica el centro para la salud mental Discovery Mood, frente a la irritabilidad y cambios de humor normales de la adolescencia: los adolescentes con problemas mostrarán tristeza y ansiedad persistentes, así como una disminución en el rendimiento académico y cambios rápidos de personalidad.

Otros signos preocupantes incluyen consumo habitual de drogas o alcohol que puedan generar problemas en la escuela o en casa; «y un comportamiento rebelde extremo como abandonar los estudios, problemas legales, peleas y una constante escalada de discusiones», remarca la web.

«Si los padres observan que sus hijos tienden a enfrentarse a los compañeros ocasionando conflictos o se enfrentan a los profesores, están huraños o de mal humor con frecuencia, tienen respuestas desafiantes o intentan incumplir las normas establecidas en el colegio o en casa, deberían alertarse sobre la posibilidad de que su hijo presente un problema de conducta que deba ser evaluado y tratado adecuadamente», aconseja al respecto la doctora Conxita Puig, psiquiatra infanto-juvenil, en un artículo de La Vanguardia.

Qué hacer si se está frente a posibles señales de un hijo conflictivo

La recomendación de Royo para los padres es «acudir a profesionales para saber diferenciar si esas actitudes son consecuencia de un trastorno o el trastorno es educativo, o es consecuencia de la suma de los dos, porque la intervención en cada caso será distinta».

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