Ivonne Vargas

Ivonne Vargas

Laberinto Laboral

¿Recuerdan sus últimos días como universitarios? En mi mente esos momentos son de obsesión por encontrar empleo, o lograr la titulación antes de entrar a la vida laboral.

No recuerdo una clase sobre cómo preparar un pitch de venta profesional en cinco minutos. Tampoco tuve una materia sobre elaboración de currículum, ni ensayos de entrevistas entendiendo la forma cómo funcionan las bolsas de empleos y los headhunters. No me sucedió y, si pasas de 30 años, seguramente tampoco a ti.

Lograr una venta profesional

Con ese escenario me cuestiono: ¿sabemos buscar trabajo? Un sondeo realizado por la bolsa de empleo Bumeran arrojó que 31% de los mexicanos realiza esta actividad hasta que pierde el empleo y solo 26% se avoca a esta tarea diario, como un ejercicio para ver qué oferta el mercado, con qué salarios, que piden las empresas. 

Esta valoración se hizo previo a la pandemia. Quisiera pensar que con la pérdida de más de 12 millones de fuentes laborales, 3.4 millones de estos por recuperar —según cifras oficiales—, hoy tenemos en mente no dejar esta tarea al último, como algo secundario, porque si una constante aplica en cuestión laboral es saber leer el mercado y anticiparse.

El asunto, y de verás lo creo, es que no nos enseñan ni a vendernos ni a anticiparnos. Somos una cultura de reacción y el trabajo no escapa de ello.

Me llama la atención que, echando un vistazo a la información que publica CIDAC, un think thank independiente, sobre las razones por las que se dificulta cerrar una vacante con egresados, la segunda causa es justo “no venderse profesionalmente”. La primera, por supuesto, es la falta de experiencia profesional y en el listado figuran otras razones, como una diferencia en la percepción salarial entre el candidato y el empleador, así como la imposibilidad de adaptarse o la falta de habilidades sociales.

#Dalelavueltahoy al desempleo

Lograr una venta implica conocer con detalle aquello que se oferta al mercado, e instintivamente, al adquirir un producto, nos damos cuenta en poco tiempo si el vendedor sabe o no de lo que habla.

El mismo principio aplica para el empleo: un reclutador o jefe, es decir, identifica en minutos si el candidato se conoce mucho, poco o nada así mismo, y si tiene claridad sobre por qué puede ser apto para el puesto.

No pasa igual con nosotros, a veces nos centramos en recitar un currículum durante 10 minutos, sin priorizar información y, en concreto, sin responder al otro ¿por qué soy único para esta posición?, ¿qué me distingue de 400 currículums que un reclutador pudiera recibir para una vacante con alta demanda? Veo esto con mucha frecuencia: el candidato que cita o describe donde ha trabajado, más no por qué hace match con cierto trabajo y empresa, con su cultura, sus formas de actuar.

Este fue un consejo compartido en #DaleLaVuelta, un evento digital en el que tuve la oportunidad de participar, organizado por el startup social Cvium, y en compañía de otros ponentes, como Sofía Macías, autora de Pequeño Cerdo Capitalista; cada uno especializado en una línea para enfrentar la pérdida de empleo durante la pandemia. Un encuentro que en la segunda edición incluirá un speed job dating.

Luego de escuchar los consejos de finanzas, diversificar ingresos, negociación de deudas, me resulta imperante decir que necesitamos un plan B contra este desempleo, producto de la pandemia, el cual nos haga trabajar sobre estos temas:

  1. Reconfiguración profesional: entender a qué otras industrias, sectores y proyectos podemos migrar la experiencia y habilidades desarrolladas en X número de años en un empleo.
  2. Reconfiguración digital: mover al formato digital las herramientas y técnicas para buscar empleo, por ejemplo transitar del cv escrito al video CV. Entender cómo ‘lucirnos’ en una entrevista digital.
  3.  Marca personal /profesional: incorporar herramientas de ventas para preparar un pitch laboral de máximo siete minutos.
  4. Hacer un plan de búsqueda: en éste debemos clarificar qué bolsas de empleo, firmas de headhunters, plataformas independientes, etcétera, se adaptan mejor a mi perfil, trayectoria, edad, intereses etcétera.

Se trata de aprender, hoy, lo que quizá no hemos registrado en aprendizaje sobre buscar un empleo. El currículum sigue siendo una herramienta de batalla, de primera presentación, sobre el candidato, así que cierro esta colaboración con un consejo sobre cómo vender adecuadamente la experiencia profesional.

Al redactar el documento es importante pensar en un dato que le permita al reclutador saber ¿cómo utilizaste tus habilidades para cubrir una meta? Un método útil en estos casos es: «CAR -Challenge-Action-Results», es decir, redactar bajo la siguiente fórmula: coloca el reto (función laboral), acciones que tomaste para cumplir tu labor y los resultados.

Es una fórmula para destacar habilidades, con lo que el reclutar identifica qué puedes ofrecer. Nueve de cada 10 currículos, por cierto, se quedan en la etapa Challenge, es decir, la persona se dedica a describir una función y los años en que la realizó.

Opino que esto no vende lo suficiente sobre alguien, ¿tú qué piensas?

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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