Simon Dalgleish

Simon Dalgleish

Simón Dice

Hace un par de semanas el Necaxa hizo historia como el primer equipo de futbol de la historia en financiarse a través de criptomonedas, poniendo el 1% de sus acciones a la venta a través de un NFT. El hecho fue ampliamente discutido e incluso criticado por algunos, debido principalmente a temas de regulación dentro de la liga, cosa que de hecho fue resuelta en días pasados y que permitirá al equipo continuar con su estrategia, aunque seguirá pendiente la regulación fintech considerando que están ofreciendo un Financiamiento Colectivo.

Puedes estar de acuerdo o no con su plan, de la misma forma en que puedes ser o no fan del equipo, pero el hecho es que los propietarios del Necaxa han hecho una apuesta arriesgada para obtener recursos recurriendo a una de las tendencias más “hot” que hay ahora mismo: los NFTs.

Además del caso que cito, es posible que hayas leído este término durante los últimos meses en noticias que hablan sobre la venta de obras de arte digitales, y hasta de videos virales como el de la famosa “novia psicópata”, donde la chica autora del video obtuvo 400,000 dólares en Ethereum en una subasta del mismo. Otras subastas inusuales incluyen gifs, videos y hasta el primer tweet en Twitter, valga la redundancia, que se han vendido como NFTs.

El motivo por el cual traigo el tema a la mesa, es que ahora mucha gente está viendo esta tendencia como una nueva oportunidad de inversión, una visión con la que no estoy de acuerdo. Como es habitual, quiero darte mi consejo y punto de vista sobre ellos, para que puedas tomar una decisión informada al respecto, y que con todos los datos de tu lado, elijas lo que es mejor para ti.

En primer lugar, ¿qué son?

NFT significa “token no fungible”, por sus siglas en inglés, y se refiere a los tokens criptográficos de diferentes productos, los cuales funcionan como certificados de autenticidad para garantizar que dicho producto es el original, así existan millones de copias en internet o físicas. Por añadido, se le denomina NFT a todo producto vendido de esta forma, y que puede ser una simple imagen, un gif, un tweet, una obra de arte física, o una obra de arte digital o, al parecer ahora, las acciones de un equipo de futbol.

Se han popularizado principalmente entre compradores de arte, quienes pagan millones de dólares por un NFT para darse el lujo de presumir que poseen una pieza original y auténtica, aunque existan miles de copias virtualmente iguales. Si me lo preguntas, se trata de un avance interesante en la forma tradicional de adquirir obras, mayoritariamente a través de casas de subasta inaccesibles para la gran mayoría de nosotros. La tecnología avanza y nuevos caminos como éste se abren paso, lo cual aplaudo.

Sin embargo, y aquí es donde entra la crítica, no me parecen un instrumento financiero que debas considerar para invertir.

La vieja trampa de hacerte millonario de la noche a la mañana

Mucha gente está vendiendo la idea de que puedes ganar mucho dinero, obtener grandes rendimientos e incluso volverte millonario con los NFTs. Por puro sentido común, la gente debería alejarse de este tipo de promesas financieras, por el mero hecho de que a menos que heredes la fortuna de un millonario, hasta ahora no existe ninguna forma de hacer realidad este sueño de convertirte en un magnate de un día para otro y definitivamente la especulación no es el camino.

Los NFT, como activo financiero, deberían ser tomados en cuenta igual que las obras de arte físicas: un lujo que te permites por mero gusto, pero que de ninguna forma es una buena inversión. Si adquieres un cuadro de un artista muy reconocido es probable que sí gane algo de valor con el paso del tiempo, pero ¿tienes la seguridad de que podrás venderlo? ¿A quién más le va a interesar? ¿De verdad vale la pena gastar millones en algo que no tienes la seguridad de poder recuperar?

No me malinterpretes: no te estoy diciendo que comprar cuadros o NFTs por puro gusto sea algo malo: es tu dinero, y si te place hacerlo, adelante. Mi punto es que no debes verlos como una forma de invertir, y mucho menos como parte de un plan para obtener ganancias, porque es muy poco probable que suceda.

En el caso de la “novia psicópata”, la creadora del video ya obtuvo una ganancia por su imagen, y eso me parece increíble. Pero ahora piensa en el dueño de dicha imagen, ¿qué hará con ella? ¿Habrá alguien que esté dispuesto a darle más de 400,000 dólares por el certificado de la misma imagen? Ahora o en 10 años, me parece muy poco probable, si no es que imposible; esta persona podrá presumir de ser el único dueño de la imagen original del meme, pero más allá de lo que esto represente para dicha persona, no hay un verdadero valor intrínseco para él.

Cuándo y cómo comprar NFTs

Aclarado mi punto te preguntarás, ¿entonces debo o no comprar un NFT? La respuesta es simple: si te gusta la idea de poseer “el certificado original” de una imagen, obra o lo que sea, y su costo no va a dejarte en la quiebra, hazlo. Si es un gusto y deseas apoyar al creador o artista, considero que es una forma interesante de monetizar su trabajo, ya que además el sistema en sí mismo es bastante seguro (es imposible hacer una copia del NFT debido a la encriptación en blockchain), por lo que estarás más protegido incluso que teniendo una obra física contigo.

Otro punto positivo que veo con la comercialización de NFTs, es que como su venta se hace mayoritariamente con criptomonedas, principalmente Ethereum, puede darle un empujón significativo a la adopción de ésta y otras criptos. Como antes lo he mencionado en este espacio, soy un creyente e impulsor de las criptomonedas como instrumento de inversión, pues en combinación con otras herramientas, pueden formar parte de un portafolio bien diversificado y balanceado. Si dentro de tu cartera ya estás invirtiendo en criptos, podrías usar algunas para eventualmente comprar el NFT de una obra.

Dicho todo esto, sólo quiero reiterar el mensaje de que los NFTs no son una inversión en sí, y por ello no recomiendo tomarlos en cuenta para tu estrategia financiera. Como sucede en el caso de los SPAC, del que hace poco escribí aquí mismo, la presencia de personajes famosos en los NFTs hace que más personas quieran participar de ellos por seguir la tendencia, sin tomar en cuenta los aspectos más esenciales de su funcionamiento.

Regresando al caso del Necaxa, muchos se quedaron impresionados al saber que dentro de sus dueños se encontraban nombres como Eva Longoria y Mesut Özil, y quizá se dijeron “si ellos están dentro, ¿por qué no voy a unirme?”. Pero en mi opinión, no debemos permitir que eventos muy sonados, ni famosos, determinen nuestras decisiones financieras; para estas decisiones, mejor apliquemos lógica fría y nuestro sentido común.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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