• “Casarse está en griego” estrenó en los cines de Estados Unidos el 19 de abril de 2002.
  • La cinta independiente, protagonizada y escrita por Nia Vardalos, rompió el molde de las comedias románticas.
  • La película presentó una alternativa a la narrativa estándar de que tienes que salir de casa para encontrarte a ti misma.
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“Casarse está en griego” traspasó los límites de lo que podía ser una comedia romántica o una historia sobre crecer y madurar.

Nia Vardalos escribió la película independiente —que comenzó como un monólogo teatral que también escribió, dirigió y protagonizó— que sigue a Toula Portokalos (Vardalos) mientras se transforma en la hija solterona de 30 años de una familia en una novia.

En el camino, se convierte en una mujer más segura de sí misma y que está dispuesta a perseguir lo que quiere, incluso si lo hace astutamente para apaciguar las normas culturales.

Su boda puede ser el escenario de su evolución, pero es su compromiso consigo misma lo que pone en marcha la trama. 

“Casarse está en griego” fue un éxito que se adelantó a su época

My big fat greek wedding
IFC Films

La película de 2002, dirigida por Joel Zwick, fue única por varias razones, entre las que destaca su éxito inesperado. 

De acuerdo con The Hollywood Reporter, la cinta —que primero tuvo un estreno limitado en los cines de Estados Unidos el 19 de abril de 2002 y luego se expandió a un estreno mundial más amplio en agosto— finalmente recaudó 368 millones de dólares (mdd) en todo el mundo, con un presupuesto de solo 5 mdd.

En 2016, se convirtió en la película independiente de mayor éxito comercial de todos los tiempos.

Veinte años después, a medida que una generación se replantea qué tipo de vida quiere y dónde quiere vivirla, su trama se mantiene. La historia de Vardalos muestra qué tan fácil puede una persona cambiar su vida sin abandonar su comunidad o sacrificar sus creencias.

La evolución de la protagonista tiene lugar en un “barrio normal de Chicago de clase media”, en el que ha vivido toda su vida, en lugar de una metrópolis a la que se mudó para encontrarse.

Esta elección cambia el tema popular de una chica de un pequeño pueblo que huye de su ciudad natal para saber quién es y qué quiere la gran ciudad. Lo hemos visto una y otra vez en películas como “No me olvides” (2002), “El diablo viste a la moda” (2006) y muchas más.

El típico montaje del glamoroso cambio de imagen se reemplaza con un toque de rubor de farmacia y la adición de una chaqueta de mezclilla ligeramente sospechosa. Sin embargo, Toula tiene la misma energía que un personaje pricipal que Andy Sachs, quien viste botas Chanel.

Toula desea en voz alta ser una versión “más valiente, más bonita o simplemente feliz” de sí misma, no una persona completamente diferente. 

No hay dilema moral acerca de arrojar a un compañero de trabajo debajo de un autobús o sacrificar recuerdos con un ser querido para cumplir una ambición de vida.

Solo hay una mujer de treinta y tantos que reinventa su vida de maneras sutiles y que se adaptan a ella. 

Toula es una protagonista única por cómo tiene un crecimiento personal sin tener que sacrificar sus relaciones familiares

Casarse está en griego
IFC Films

A diferencia de las heroínas que eluden cómicamente las llamadas de su familia antes de verse obligadas a visitarla como un dispositivo para que avance la trama, Toula se queja de su familia, pero siente un afecto genuino por ella. 

A lo largo de la película, es importante para ella mantener las conexiones que tiene con sus familiares. Lo hace sin renunciar a su búsqueda personal de la felicidad. 

Toula comienza a dar pequeños pasos para lograr su objetivo en casa, convirtiéndose en una persona más feliz y completa con cada uno. 

Inicialmente frustrada con el hecho de que “nada cambia nunca”, marcha hacia ese cambio expresando sus deseos de ir a una universidad cercana y cambiar de carrera. Ella no convoca una mesa redonda de novias con cócteles de 17 dólares para lograr esto.

En cambio, recurre a las mujeres de su familia en busca de apoyo. Comparten valores y perspectivas y ofrecen sabiduría que no ignora ni descarta sus experiencias vividas. 

La ayudan a unirse a la agencia de viajes de la familia, en lugar de seguir sirviendo café en su restaurante. 

A través de su nuevo trabajo, logra que su príncipe azul (Ian Miller, interpretado por John Corbett) se acerque a ella en lugar de perseguirlo. Aunque es una relación casual al principio de la película, él no es el centro ni una parte importante de su plan de superación personal. Abre la puerta de la agencia de viajes y entra.

Su seriedad es tan inspiradora que su prometido declara que “cobró vida” cuando se conocieron. Incluso motiva a su hermano a arriesgarse a expresarse a través del artes 

Los pasos que da para conseguir la vida que quiere no son elaborados ni elegantes, pero son deliberados y efectivos. 

Quiere que su mundo sea más grande pero no irreconocible. Hacerse un lugar la lleva a un amor que se siente auténtico y es ese viaje el que conmocionó a la industria del cine al llenar las butacas de los cines. 

Toula puede terminar con el mismo código postal, pero al final de la película, vive en un lugar completamente diferente. 

“Casarse está en griego” estará disponible en Netflix a partir del 29 de abril.

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