• El analista de Wedbush, Michael Pachter, es el oso de Netflix más escéptico y ruidoso de Wall Street.
  • Es un cliente satisfecho de Netflix. "Nunca he dicho que sea una mala compañía", dijo a Insider.
  • A medida que se acercan las ganancias de Netflix, sus colegas pueden empezar a bajar la valoración de la empresa también.
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Pocos observadores de Wall Street son tan notorios como el analista de Wedbush Michael Pachter. Este escéptico de Netflix considera que las acciones de la empresa de streaming están sobrevaloradas ya que la compañía logró un crecimiento astronómico —se dispararon más de un 2,700% en los últimos 10 años.

Recibió su cuota de insultos en Twitter —e incluso críticas de sus propios colegas— y fue objeto de sorprendentes titulares por su opinión ligeramente más alcista sobre Netflix. Todo mientras la caída del mercado en general afectaba a los precios de las acciones, que antes estaban al alza.

Sin embargo, conforme las acciones de Netflix se desploman por segundo trimestre consecutivo; la cantidad de suscriptores disminuye en el primer trimestre de 2022, y se prevé que disminuya en dos millones más para el segundo trimestre, la postura bajista de Pachter sobre el precio de las acciones parece menos extravagante.

Entre los analistas de renta variable, Pachter, de 66 años, no tiene ningún tipo de filtro. En entrevista con Insider, recordó a un exjefe sin escrúpulos de una empresa anterior y calificó el primer modelo de DVD por correo de Netflix como un «negocio de mierda».

El analista, suele hacer un análisis vocal de los editores de juegos y las consolas en el canal de streaming de SIFTD Games. Este segmento semanal, «Pachter Factor», tiene más de 300 entregas en los últimos siete años de Twitch Prime.

Cuando se le preguntó con qué frecuencia se reunía con Reed Hastings, codirector ejecutivo de Netflix, y con otros ejecutivos de las empresas que investigaba, Pachter respondió inmediatamente: «Con la menor frecuencia posible».

Explicó su desconfianza en los giros de los directivos mediante una broma sobre un ventrílocuo y animales de granja. Solo un «analista de mierda» sin «nada mejor que hacer» hablaría a menudo con la dirección de la empresa, dijo.

«Nunca he dicho que sea una mala empresa»

La fanfarronería de Pachter proviene de décadas de experiencia. Este nativo de SoCal trabajó en los años 80s como abogado fiscal y luego como lobista. Todo antes de obtener su maestría en la UCLA y dedicarse a las fusiones y adquisiciones, incluyendo 14 años en la compañía petrolera ARCO.

En 1999, un amigo le llamó para pedirle consejo sobre el futbol de fantasía. «Soy muy bueno en el futbol de fantasía», señaló —y le mencionó que Wedbush buscaba un director de investigación y analista de valores. Después de empezar a cubrir las empresas con sede en SoCal, Skechers, Vans y Oakley, Pachter pasó a ocuparse de los editores de videojuegos y las empresas de entretenimiento doméstico, como Blockbuster, Hollywood Video y un joven negocio de DVD por correo llamado Netflix.

Aunque a los inicios de Netflix Pachter calificó sus acciones como «vendibles», no siempre ha sido pesimista sobre la empresa. Antes solo estaba escéptico con que el negocio de alquiler de DVD fuera rentable o duradero. De hecho, durante años, fue un creyente.

«[Blockbuster] intentó competir y todo lo que ocurrió fue que ambos se ensangrentaron y empezaron a perder mucho dinero. Así que estaba convencido de que Netflix desaparecería», dice. «Luego, en 2007, se pasaron al streaming. Y de hecho los mejoré, literalmente a los dos meses de que lo anunciaran. No estaban ganando dinero con ello. Pero pensé: ‘Esto es inteligente. Esto es audaz'».

Durante los años siguientes, Pachter mantuvo la mayoría de las veces una calificación de «compra» de las acciones, hasta que Netflix pasó desastrosamente a dividir su servicio de DVD en una empresa que llamó Qwikster, y luego dio rápidamente marcha atrás.

Desde entonces, incluso cuando se ha forjado una reputación de bajista respecto a la valoración de mercado de Netflix, Pachter aún es un fanático, como él dice, «un cliente satisfecho». Le encantan «The Umbrella Academy» y «Ozark»; y ha confiado en el servicio de streaming para ponerse al día con las temporadas pasadas de «Breaking Bad», «The Walking Dead», «The Good Place» y «Schitt’s Creek» cuando aún se emitían en la televisión.

«Nunca he dicho que sea una mala compañía, un mal servicio. Estoy suscrito a Netflix desde 2004 y nunca he cancelado mi suscripción», dijo a Insider. «Veo cosas allí todo el tiempo que creo que son geniales. Y también veo cosas que me parecen una mierda, pero vale la pena pagar 15.49 dólares [al mes]. Así que sigo pagando. Nunca he criticado casi nada de lo que han hecho, excepto su incursión en los juegos».

Sus principales preocupaciones son: un mercado saturado, los obstáculos tecnológicos y la contratación equivocada —Mike Verdu— para dirigir el esfuerzo.

No me pagan por acertar si una acción va a subir o bajar

Pachter —casado y con dos hijas gemelas de 22 años— pasó décadas antes de la pandemia despertándose a las 3:15 de la mañana para llegar a las oficinas de Wedbush en el centro de Los Ángeles a las 4:50, más de una hora y media antes de la apertura de Wall Street.

Habla con los inversionistas institucionales, se mantiene al día en la investigación y escribe las notas de los clientes hasta las 2:30 p.m.; hay días en los que trabaja hasta las 9 p.m. Dirige un equipo de tres asociados, con planes para contratar a un cuarto durante el verano, ya que busca cubrir 35 empresas más.

En su zona de cobertura se encuentran valores de juegos como Activision, Electronic Arts, Take-Two y Zynga. Netflix es el único estudio de Hollywood bajo su paraguas, el único superviviente de las empresas de entretenimiento doméstico que antes cubría.

Sus opiniones no están reservadas a Netflix; una vez se burló de los jugadores como «llorones» y dijo que quien aconsejó a Sony que se saltara el E3 2021 era «tonto«.

Su punto de vista sobre Netflix llama la atención no solo de los detractores, sino también de algunos grandes nombres de Wall Street. Entre ellos el inversionista que inspiró el personaje de Steve Carrell en la película «La Gran Apuesta» de 2015.

«Steve Eisman siempre me llamaba y me decía: ‘¿Qué piensas de Netflix? Siempre te equivocas, pero siempre me interesa tu punto de vista'», dijo Pachter. «Y siempre nos reímos de ello. No sé si está a favor o en contra, ni me importa. Pero hablaba con él dos o tres veces al año sobre el tema, porque le importaba lo que yo pensaba».

A Pachter, en cambio, le importan poco sus críticas.

«La gente que no entiende mi trabajo es libre de tener opiniones desinformadas sobre mi actuación», dijo a Insider. «No me pagan para tener ‘razón’ sobre si una acción subirá o bajará. Mi trabajo es estimar los beneficios, y siempre estoy en el cuartil superior. También es mi trabajo entender el negocio subyacente y la competencia, y probablemente estoy constantemente en el nivel superior entre mis competidores».

Aunque las acciones de Netflix han experimentado una increíble carrera en la última década —superando sus objetivos de precios— la actitud bajista de Pachter ha estado bien fundada en los días posteriores a los informes de ganancias. Las acciones cayeron después de ocho de los últimos nueve trimestres.

Su opinión es que, en todo caso, se adelantó demasiado a los retos actuales de Netflix —como el aumento de la competencia y la ralentización del crecimiento de los suscriptores— al haber predicho hace una década el cambio de los estudios heredados a un modelo de streaming.

«Hice esa llamada en octubre de 2011, porque era obvio para mí que si creían que era un buen negocio, competirían», dijo. «Y Disney tardó hasta 2019 en hacerlo [con Disney+]. Yo vi lo que ellos vieron ocho años antes de que lo vieran. Y me sorprendió mucho que a ninguno de ellos le llegara la religión y de repente, a todos les llegara. «

Dejó entrever la idea de que su clarividencia le dejó fuera de juego durante más tiempo del que esperaba. «Así que no debería haberme mantenido firme. No debería haber dicho: ‘Oh, Dios, son todos estúpidos. Y yo soy inteligente’. Voy a actualizar porque Netflix se va a comer su almuerzo y son todos muy estúpidos. Y no hice eso».

«Mi error», añadió. «Vive y aprende, ¿verdad?»

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