- El coach de actuación en funciones Howard Fine ha enseñado a Brad Pitt, Will Smith, Gal Gadot y Salma Hayek, entre otros.
- Fine explica que las características distintivas de un buen actor incluyen la inteligencia emocional y ser un ávido lector.
- Fine también enseñó a Austin Butler, a quien Baz Luhrmann eligió como protagonista en una película biográfica de Elvis Presley.
Este ensayo se basa en una conversación con Howard Fine, propietario de Howard Fine Acting Studio y Fine Online.
Cuando conocí a Diana Ross en 1994, estaba a punto de empezar a trabajar en la película para televisión «Out of Darkness», un drama descarnado sobre un estudiante de medicina que sufre de esquizofrenia paranoide. Ross estaba buscando un coach de actuación que la ayudara a prepararse, pero quería que nos conociéramos antes de empezar a tomar las clases privadas.
Una de las primeras cosas que le pregunté fue: «¿Cómo te responde la gente?».
«O son crueles, porque quieren demostrar que pueden controlarme o manejarme, o son demasiado halagadores porque tienen miedo de decir las cosas», dijo Ross.
Yo le dije que mi objetivo era tener un equilibrio absoluto, y a ella eso le encantó.
Ross tenía una ética de trabajo increíble, grababa nuestras sesiones y le interesaba cada lección que le di. Incluso pasó varios días en una institución mental, y cuando ensayaba lo hacía sin maquillaje, con el pelo suelto: quería ser ese papel, un personaje que a veces vivía en la calle. (Recibió una nominación al Globo de Oro por ese trabajo).
Después de cada sesión, Ross pedía usar el baño. «Necesito volver a ser Diana Ross», decía.
Treinta minutos más tarde, ella emergería con un gran peinado, maquillaje completo y un atuendo maravilloso. Entró el personaje paranoico esquizofrénico sin hogar y salió la glamorosa Diana Ross que el público conocía.
Howard Fine es coach de actuación desde hace 38 años
Durante los últimos 38 años, he entrenado a actores como Brad Pitt durante su rodaje de «Entrevista con el vampiro» y a Will Smith para «El príncipe de Bel-Air» y «La verdad oculta». Ayudé a Gal Gadot con su audición para «Wonder Woman» y trabajé con Chris Pine en su audición para «Fat Pig», la obra de Neil LaBute que estaba interpretando cuando consiguió el papel principal del Capitán Kirk en «Star Trek» de JJ Abrams.
Todas estas estrellas comparten las cualidades que he aprendido que son el sello distintivo de los buenos actores: son lectores ávidos, tienen sofisticación emocional, disponibilidad, y poseen concentración física y mental.
Cuando conocí por primera vez a Will a principios de la década de 1990, no era famoso como actor. Él actuaba con DJ Jazzy Jeff como Fresh Prince cuando uno de mis estudiantes, Jeff Pollack, se me acercó.
«Sabes, Howard, tengo esta idea para una serie y la voy a proponer a la cadena de televisión», dijo Pollack. «Tengo a este chico del rap pero queremos convertirlo en actor. ¿Empezarías a trabajar con él?»
Así empecé. Will venía constantemente a verme para recibir lecciones privadas y asistió a mis clases varias veces a la semana durante más de un año. Fue un pensador profundo desde el principio y era un fanático de las películas, los actores y el oficio.
La serie de televisión que Jeff lanzó se convirtió en «The Fresh Prince of Bel-Air», que duró seis temporadas y catapultó la carrera de actor de Will.
La pandemia ha generado desafíos para este coach de actuación
Actualmente en mi estudio en Los Ángeles y a través de clases virtuales estoy enseñando a unos 300 estudiantes con la ayuda de otros dos instructores, un pequeño milagro dados los desafíos de la pandemia.
Nuestra clase de técnica dura seis semanas y nos reunimos dos veces por semana, eso me brinda la oportunidad de detectar talento novato que necesita desarrollarse o detectar problemas. Repasamos ocho pasos de análisis del guión y de preparación del rol antes de pasar a un ejercicio llamado «escena neutral», que es solo una página de palabras que escribí.
Los estudiantes deben crear un tiempo, lugar, circunstancia, relación y conflicto para la escena, así pueden entender que no son solo las palabras que dicen sino lo que informan esas palabras.
También realizamos ejercicios de recuerdo emocional en los que los estudiantes hacen un inventario de toda su vida, desde sus primeros recuerdos hasta el presente, en busca de los altibajos. Aprenden a recuperar experiencias y a utilizarlas como fuentes de inspiración para su trabajo. Cada personaje que van a interpretar ya se puede encontrar dentro de ellos, porque dentro de todos nosotros hay una persona inteligente y una persona tonta, una persona extrovertida y una persona tímida.
«Ser un gran actor significa saber quién eres con claridad absoluta»
En la producción de «Fat Pig», Scott Wolf estaba interpretando a un hombre que sale con una mujer con sobrepeso, pero finalmente rompe la relación porque es consciente del peso de su pareja y la gente se burla de él por eso.
El actor de «Party of Five», a quien también entrené, tenía problemas para verse a sí mismo en el personaje y la necesidad del personaje de encajar en la sociedad, así que comencé a hacerle preguntas. «¿Dónde haces tus compras?», «¿qué tipo de coche tienes?». Descríbeme a tu esposa. Después de un rato de darme respuestas, él reconoció: «Está bien, soy como este personaje».
Muy a menudo, no queremos vernos a nosotros mismos; pero ser un gran actor significa saber realmente quién eres con una claridad absoluta.
Uno de mis estudiantes actuales, Austin Butler, vino a verme hace ocho años con ganas de hacer una obra de teatro. Era muy joven y acababa de terminar un trabajo con Nickelodeon, pero finalmente llegó la oportunidad: una audición para «The Iceman Cometh» de Eugene O’Neill con Denzel Washington. Trabajamos en ello una y otra y otra vez, hasta que logró amarrar el contrato.
Austin recibió críticas muy favorables, ganándose la atención de Quentin Tarantino y la oportunidad de hacer una audición para «Once Upon a Time in Hollywood». Eso lo llevó a una audición para Baz Luhrmann para una película que está desarrollando sobre Elvis Presley y Austin consiguió el papel del protagonista.
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