- Las salsas caseras son la mejor opción para acompañar tus platillos favoritos.
- Si te decides a comprar cátsup o guacamole en el supermercado, hay que estar muy atentos a los ingredientes.
- Son los aderezos más habituales en la mesa, pero, ¿son buenos para la salud?
¿Cuál es tu salsa favorita? Para muchos, los nachos van con guacamole; el jocho, con cátsup, y el sushi, con salsa de soja. Unas llevan años formando parte de la dieta; otras han llegado más tarde y vienen pisando fuerte. Son las salsas más consumidas. Aderezos imprescindibles en algunos platos… pero, ¿estas salsas son saludables?
En la página de Eroski Consumer, la nutrióloga Beatriz Robles hace un repaso a 5 de las salsas favoritas en España.
1. Cátsup
Es la salsa por excelencia. Su origen, aunque parezca mentira, no está en Estados Unidos, sino en China. Según este artículo de National Geographic, proviene de la salsa china kê-tsiap, que estaba hecha de pescado fermentado. Se cree que los británicos encontraron cátsup en el Sudeste Asiático e intentaron replicarlo en torno a finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Pero no se llegaría a una salsa de tomate similar a la actual hasta 1876 cuando Henry J. Heinz comenzó a producirla; en 1905 vendió 5 millones de botellas.
En 2014, cuando se publicó el artículo de NatGeo, 97% de los estadounidenses reconocía tener cáptsup en la nevera.
Es una salsa que, como apunta la nutrióloga, ha sido tremendamente satanizada y, parece ser, que no con demasiada razón. En su opinión, todo depende de los ingredientes. Si el segundo más prominente es el azúcar (en cualquiera de sus modalidades), mejor evitarla; pero si este edulcorante ocupa una de las últimas posiciones, es una buena opción para realizar un consumo ocasional, asegura.
2. Guacamole
Su generalización es mucho más tardía que la de la cápsup. Pero, en la actualidad, es una de las salsas de moda. Es originario de México, donde ya los aztecas, allá por el siglo XV, comenzaron a elaborarlo con la denominación de āhuacamolli.
Beatriz Robles opina que es una de las salsas más saludables, siempre que el aguacate ocupe 95% de su composición. Por ello, aconseja estar atentos, porque hay, incluso, guacamoles que no tienen aguacate. ¿La mejor opción? Hacer guacamole casero.
3. Salsa de soja
En la página de la cadena de restaurantes MissSushi explican que “la salsa de soja ha pasado de ser un ingrediente exótico a un elemento habitual en nuestras cocinas, pero, aunque para los occidentales sea relativamente nueva, la salsa de soja es muy antigua. En China ya se elaboraba hace más de 2,500 años una receta primigenia que evolucionó hasta convertirse en la salsa de soja que hoy disfrutamos”.
La nutrióloga habla de las dos versiones: dulce y salada. La primera, comenta, tiene unos 7 gramos/100 mililitros de sal, lo que es mucho, puesto que, como destaca, cualquier alimento que supere los 1.25 gramos sal por 100 gramos se considera muy alto. Y mucha más tiene, obviamente, la versión salada: en concreto, hasta 10 y 17 gramos/100 mililitros. Por tanto, la salsa de soja debe consumirse con precaución.
4. Salsa de yogur
El desarrollo de los restaurantes de comida americana influyó para la expansión de la cátsup. Las recetas asiáticas hicieron lo propio con la salsa de soja y las mexicanas con el guacamole. Quien ha popularizado la salsa de yogur —y la ha convertido en una de las favoritas— es la proliferación de la comida turca, en específico, los kebabs.
También es preciso no abusar de ella, ya que —comenta Robles— las salsas industriales suelen llevar ingredientes de poco valor nutricional y con alto contenido en sal. El hecho de que sea de yogur, le hace parecer más saludables; sin embargo, el contenido de ese ingrediente suele ser mínimo.
5. Salsa de queso
Muy habitual en comidas y cenas con amigos o familiares. Un aderezo repetido en la mesa y, según la nutrióloga (cuando se trata de salsas industriales), “casi siempre de malísima calidad”.
Por ello, recomienda descartar esta salsa. Lo más normal es que lleve muy poco queso y una gran cantidad de harinas y aceites refinados, sal, azúcar y almidones.
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