Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

La transformación energética de nuestros tiempos avanza, de manera discreta pero a un buen ritmo. Hay varias carreras que buscan romper con los límites actuales de las tecnologías; pueden convertirse en el estándar dominante del sector energético global en el futuro.

Recientemente, GE lanzó el Haliade-X una mega turbina eólica de 13 MW que hace palidecer a las turbinas de 2.5 MW en La Venta, Oaxaca. Lo mismo podemos ver con empresas tecnológicas que buscan integrar perovskita a los paneles solares para hacerlos más eficientes; baterías con mayor duración, más económicas y más compactas, entre muchos otros sucesos. Pero una carrera tecnológica a la que deberíamos prestarle especial atención es lo de los soles artificiales.

Pero ¿qué es un sol artificial?

En realidad es un aparato que utiliza tecnología superconductora de plasma de alta temperatura y altos campos magnéticos para aproximarse a la fusión atómica, similar a lo que sucede dentro de un sol. Para lograr esto, el combustible de fusión debe calentarse a temperaturas de más de 200 millones de grados Kelvin, donde la materia se convierte en plasma.

Antes de que la fusión ocurra, la repulsión eléctrica del núcleo atómico permite que los átomos se acerquen físicamente lo suficiente para fusionarse. La fusión, entonces, promete el aprovechamiento de esta reacción para proveer energía virtualmente ilimitada, segura y con cero emisiones de gases de efecto invernadero.

Algunos países que se encuentran en esta carrera para el desarrollo de sus propios soles artificales son Corea del Sur y China. En Corea del Sur se desarrolla en el Centro Coreano de Investigación Avanzada en Superconducción de Tokamak del Instituto Coreano de Fusión, con apoyo de la Universidad Nacional de Seúl y la Universidad de Columbia de Estados Unidos.  El 24 de noviembre de 2020, este proyecto mantuvo la operación continua de plasma con una temperatura iónica de más de 100 millones de grados Celsius durante 20 segundos. Estos 20 segundos representan un record no alcanzado por otros proyectos.

Por su parte, la Corporación Nacional Nuclear China desarrollo el HL-2M Tokamak que opera a temperaturas de 150 millones de grados Celsius y se encuentra en la ciudad de Chengdu, dentro de la provincia de Sichuan. Sin embargo, este es tan solo el más grande y estable de los soles artificiales que se desarrollan en el país.

Otro país que también avanza en esta carrera es Francia a través del Reactor Experimental Termonuclear Internacional que se construye en Cadarache dentro del país europeo. El desarrollo tendrá un costo estimado de 24,000 millones de euros y se espera que obtenga su primer plasma para 2025. Se estima que la temperatura de este proyecto podría estar entre los 100 y 150 millones de grados Celsius.

A diferencia de las plantas nucleares de fisión atómica, las cuales abordamos en el pasado, y que se enfrentan a dificultades para seguir avanzando y mantener sus costos bajos, el desarrollo de los soles artificiales que utilizan la fusión nuclear tiene un futuro más prometedor que pude convertirse en una pieza importante en la competencia para alcanzar energía limpia, barata y confiable.

Esto podría ser fundamental para lograr el objetivo siete de los Objetivos del Desarrollo Sostenible que se refiere a lograr la cobertura total de electricidad en el mundo por medio de fuentes modernas, asequibles, renovables y confiables. Una sinergia que en combinación con los desarrollos solar, eólico; hidrógeno y de almacenamiento, podrían ser los pilares energéticos de un futuro sin emisiones de gases de efecto invernadero.

sol artificial | Business Insider Mexico

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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