• Las aerolíneas tendrán que enfrentarse a cinco nuevas realidades y deberán saber adaptarse a ellas.
  • Según McKinsey, el impacto de la pandemia está lejos de terminar.
  • El camino hacia la recuperación del tráfico aéreo llevará varios años.

En 2020, la crisis que provocó la pandemia de Covid-19 mermó los ingresos del sector aéreo 40% (un total de 327,000 millones de dólares) en comparación con el año anterior y acercándose a las cifras alcanzadas en el 2000. 

Además, según los analistas de McKinsey, el tráfico del sector aéreo no volverá a los niveles de 2019 antes de 2024.

Por ello, la consultora ha elaborado un informe en el que desglosa los efectos a largo plazo que tendrá la pandemia en la aviación. Incluye lo que pueden hacer las aerolíneas al respecto para adaptarse a la nueva realidad. 

1. Los viajes de ocio impulsarán la recuperación del sector aéreo

Reuters.

Los viajes de negocios tardarán más en recuperarse, e incluso entonces, McKinsey estima que sólo se recuperarán en torno al 80% de los niveles prepandémicos en 2024.

En crisis anteriores, los viajes de ocio o las visitas a amigos y familiares tendieron a recuperarse primero. Se espera que el aumento de los viajes de ocio supere la recuperación de los viajes de negocios. 

Algunas aerolíneas depende de los viajeros corporativos. En términos financieros la mayor parte de los beneficios en un vuelo de larga distancia los generan un pequeño grupo de pasajeros de alto rendimiento; que suelen viajar por negocios.

Según la consultora, las aerolíneas deberían reevaluar sus vuelos de larga distancia. Una menor contribución del tráfico de negocios podría requerir una lógica de precios diferente (los viajeros de ocio valoran más el precio que el tiempo, por lo que escogen más a menudo vuelos con escalas). Esta gran diferencia entre los precios de los vuelos sin escalas y los precios de las conexiones podría tener que reducirse.

También, una reducción del número de viajeros de negocios podría llevar a reducir el espacio de las cabinas dedicados a los pasajeros de clase business.

2. El alto nivel de endeudamiento provocará un aumento del precio de los boletos del sector aéreo

Reuters.

Muchas compañías aéreas han pedido prestadas enormes sumas de dinero para mantenerse a flote. Recurriendo a ayudas estatales, líneas de crédito y emisiones de bonos, el sector acumuló más de 180,000 millones de dólares de deuda en 2020; una cifra equivalente a más de la mitad de los ingresos anuales totales de ese año. 

Según las estimaciones de McKinsey, esto podría suponer un aumento del precio de los boletos de aproximadamente 3%; suponiendo un plazo de amortización de 10 años solo para la deuda adicional asumida.

Además, cuando la demanda de viajes aéreos regrese, es probable que inicialmente supere a la oferta, lo que provocaría un aumento de los precios a corto plazo.

En muchos casos, los esfuerzos de rescate de las aerolíneas vienen en forma de rescates gubernamentales, con condiciones. Esto conlleva un aumento del nivel de propiedad e influencia del Estado. Desde McKinsey ven esto como una oportunidad para dar forma a la evolución del sector; y así poder trabajar con los reguladores para establecer normas en toda una serie de cuestiones.

3. Mayor disparidad de resultados entre las aerolíneas en el futuro

sector aéreo
Reuters.

Las aerolíneas han respondido a la crisis de distintas maneras, lo que ha hecho a algunas tomar la delantera. 

Las que entraron en la crisis en una posición más fuerte han podido sortearla sin tener que asumir préstamos gubernamentales de la magnitud de otras aerolíneas. También se reestructuran para salir con una base de costos aún más competitivo.

Desde McKinsey aconsejan invertir para mejorar. «Aunque muchas aerolíneas se encuentran en apuros financieros, recomendamos invertir más en TI y digitalización, no menos», señalan en el informe.

4. Los mercados de aeronaves pueden tener un exceso de oferta durante algún tiempo

Antes de la pandemia, los fabricantes de aviones aumentaron la producción en previsión de un crecimiento continuo; esto provocó un exceso de disponibilidad de aviones. Incluso hizo caer los precios de los arrendamientos de aviones usados y es probable que sigan bajando. 

Por ello, McKinsey anima a las aerolíneas a considerar la posibilidad de actuar de forma anticíclica. Las tasas de arrendamiento y los precios de los fabricantes de equipos originales fluctúan en función de los niveles de oferta y demanda. Por eso, la firma de acuerdos durante una crisis podría permitir a las aerolíneas disfrutar de una ventaja de costos durante los próximos años.

5. El transporte aéreo de mercancías sufrirá una escasez de oferta durante algún tiempo

sector aéreo

En los últimos 10 años, las bajas tarifas de carga y la falta de rentabilidad de dicho negocio llevaron a muchas aerolíneas a renunciar o reducir sus flotas de aviones de mercancías. Sin embargo, esto es un salvavidas para la industria de la aviación durante la pandemia (antes, era 12% de los ingresos totales del sector; en 2020 esta cifra se triplicó). 

Durante la pandemia, las ventas de comercio electrónico se dispararon mientras muchos vuelos de pasajeros se quedaron en tierra. 

En respuesta a la gran demanda y la escasa oferta de carga aérea en estos momentos, las compañías aéreas podrían investigar oportunidades a corto y medio plazo para impulsar estos servicios. 

Como señala McKinsey, el impacto de la pandemia del Covid-19 está lejos de terminar. Y el camino hacia la recuperación del tráfico aéreo llevará varios años; pero tomar medidas ahora ayudará a las aerolíneas a prosperar en el sector. 

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