Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

“Lo único constante es el cambio”

-Heráclito

Permítanme compartirles una hipótesis: la historia de la humanidad es la historia de la búsqueda y dominio de la energía y, el desarrollo energético siempre tiene un impacto que cambia el entorno para de forma permanente y efectos en el clima, es decir, que producen cambios climáticos, sí, así en plural.

Hace algunos meses les compartía brevemente de la primera revolución energética de la historia: la revolución neolítica donde se diseminó la agricultura que permitió el asentamiento de las culturas primigenias. Como podrán imaginar, el aumento de la calidad y cantidad de alimento permitió el aumento de la población y el superávit de producción permitió incluso domesticar animales, lo cual ha su vez incrementó y diversificó el alimento disponible, o visto de otra forma de energía disponible.

El sistema energético-económico del mundo, hasta antes de la revolución industrial, se basó en esta forma de energía, la energía del músculo y la alimentación para mantener funcionando biológicamente a esta fuerza. Dicho de otra forma, este sistema estaba basado capacidad de los seres humanos y las bestias para realizar trabajo.

En la medida que el aumento de la población incrementaba la demanda por alimento, se requería también que aumentara la tierra disponible para sostener también incremento de las actividades agrícolas que producirían dicho alimento. Las tierras productivas para la actividad agrícola no aparecían de forma natural, sino que se requirió la intervención del hombre.

Para incrementar la cantidad de tierra disponible, los historiadores proponen, que las primeras civilizaciones tuvieron que talar y quemar bosques, selvas y hasta pantanos en cantidades masivas para incorporar nuevas tierras al proceso productivo reduciendo y, en algunos casos destruyendo, la biodiversidad del lugar.

El desarrollo agrícola no solo cambió las estructuras económicas y sociales persistentes hasta ese momento, de hecho, desde mi punto de vista, es la base del modelo económico esclavista-feudal que requería una gran cantidad de mano de obra para mantener el incremento de la energía disponible, de lo cual hablaremos la siguiente semana, si no que también cambió el entorno.

Los ecosistemas fueron modificados y se produjo un primer cambio climático, que si bien palidece en magnitud con el de nuestros días directamente relacionado con la quema de combustibles fósiles, ha tenido un efecto que ha perdurado en detrimento de la capacidad de la tierra para absorber CO2.

A cambio, la disponibilidad de la energía disponible para las sociedades se incrementó de forma exponencial a un ritmo que solo fue superado con el advenimiento de la revolución industrial. Paradójicamente, fue después del desarrollo industrial y la innovación tecnológica que el desarrollo agrícola ha sido más productivo en relación del uso de la tierra, pero trajo consigo un aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero relacionado con la quema de combustibles fósiles.

Si partimos de que la basura, desechos, residuos y desperdicios de un periodo de tiempo están relacionados directamente con la tecnología energética dominante, también es posible señalar que los cambios al entorno y al clima están directamente relacionados con las fuentes de energía disponibles. Bajo esta óptica podríamos preguntarnos si la adopción de fuentes renovables de energía, el almacenamiento, el hidrógeno y todas aquellas fuentes de energía del futuro resolverán para siempre los cambios climáticos o si bien generarán sus propios cambios en el clima. Por hoy no tenemos esa respuesta.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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